En el evento se vendieron 1.498 libros, por un monto total de $25.000.000, es decir doble de la Parada del año pasado.
La Unidad Deportiva María Luisa Calle se llenó de colores el pasado fin de semana. Allí se congregaron más de 30.000 visitantes en torno a las letras y las historias en la décima Parada Juvenil de la Lectura.
Desde las 2:00 p.m. del sábado, escritores, docentes, gestores y curiosos se encontraron en ocho debates programados y otros espontáneos con temas actuales. Fue, además, una jornada en la que se escucharon sonidos de pop, rock, fusión, hip hop, jazz, entre otros.
Acostados en la zona de picnic, sentados en algún escalón, recostados en un muro, muchos leyeron una de las obras que eligieron en Libros Libres, espacio en el que tuvieron más de 4.000 opciones de lectura.
Otros observaron documentales y películas que se proyectaron en el ciclo de cine colombo-mexicano, con títulos como Las vueltas del Citrillo y Enamorada, por México; Matar a Jesús y Rodrigo D- No Futuro (remasterizada), por Colombia.
Un total de 150 talleres de lectura, escritura y oralidad congregaron a 4.770 personas en el Jardín Lectura Viva. Por su parte, en el Salón de Nuevas Lecturas se dictaron 17 talleres, con 642 asistentes.
En la Parada Juvenil se entendió que la vida se puede leer de diversas maneras, más allá de las formas tradicionales. Así lo explicó Ever Giraldo Kuiru, hablante de la lengua m?n?ka de la cultura amazónica y guía del laboratorio Voces que cuentan otros paisajes, otras formas de mirar.
“En las culturas ancestrales y, en especial en la cultura murui muina, hay diversas maneras de hacer una lectura: en un tejido, una danza, un canto, una pintura..., que enriquecen, porque no solo es importante la visibilidad, sino el sabor, el olor, el color, el tacto”, dijo.
El Cuentico Amarillo Frankenstein en Medellín también se paseó por la Unidad Deportiva María Luisa Calle. La historia escrita por Reinaldo Spitaletta ya empezó a conocerse y fue el abrebocas para lo que viene con este personaje en la décima segunda Fiesta del Libro y la Cultura, en septiembre.
Para Lina Botero, secretaria de Cultura Ciudadana, el balance que deja este segundo Evento del Libro es muy positivo: “Encontrarnos en el espacio público, celebrar alrededor de los libros, las artes y la cultura, observar cómo en Medellín nos movilizamos para construir confianza y cultura ciudadana desde la palabra, es muy gratificante e inspirador”.
Por su parte, para Diego Aristizábal, director de los Eventos del Libro, “nos estamos dando cuenta de que Medellín lee, de que la gente quiere acercarse a los libros. La Parada Juvenil de la Lectura es una muestra de que cuando nos reunimos en el espacio público alrededor de los libros, las cosas funcionan”.
Después de esta décima Parada Juvenil de la Lectura, muchos momentos e historias quedaron en la memoria, que, precisamente, es el tema de los Eventos del Libro 2018, un proyecto de la Alcaldía de Medellín en asocio con la Biblioteca Pública Piloto y que llevan a la acción el Plan Ciudadano de Lectura, Escritura y Oralidad En Medellín tenemos la palabra.