Su hija comentó que hubiese querido despedirla en un teatro, aunque por voluntad de su otro hijo no se hizo así.
Los restos de la cantante María Dolores Pradera, fallecida la noche del lunes en Madrid a los 93 años, fueron incinerados este miércoles en el crematorio de La Almudena en presencia de sus familiares, entre ellos, sus hijos Helena y Fernando.
La ceremonia tuvo lugar sobre las 11:30, hora local, tras un último adiós en el tanatorio donde estuvo instalada la capilla ardiente.
"Me hubiera gustado despedir a mi madre en un teatro pero mi hermano no lo quiso. Tenemos que dar gracias porque ha vivido muchísimo teniendo muchos éxitos. También ha tenido gente que la ha apoyado en todo el camino", dijo su hija Helena a los medios.
Nacida en la capital española el 29 de agosto de 1924, María Dolores Pradera vivió desde los seis años en Chile, donde su padre tenía negocios, y luego, ya de adulta, en México, por lo que tenía una gran conexión con Iberoamérica.
Recibió numerosos premios y distinciones a lo largo de una trayectoria artística de casi 70 años, durante la que obtuvo 30 discos de oro y fue galardonada con la Gran Cruz de Alfonso X el Sabio, la Medalla de Oro de las Bellas Artes, la Encomienda de la Orden de Isabel la Católica y el Premio Nacional de Teatro.
Entre sus éxitos más recordados figuran temas como Amarraditos, Toda una vida, La flor de la canela, El rosario, Que te vaya bonito o Caballo prieto azabache.