Manejar mejor

Autor: Henry Horacio Chaves
29 diciembre de 2017 - 12:09 AM

Hemos reducido mucho la accidentalidad vial pero aún podemos manejar mejor. Así lo muestran las evidencias

Cierra 2017 con la tasa de accidentalidad más baja de la última década en el país, como lo habíamos anticipado en este Memento. Sin duda, una buena noticia, aunque todavía estamos muy lejos de los estándares internacionales de seguridad vial. El año terminará con cerca de seis mil personas muertas en accidentes de tránsito, que los expertos prefieren llamar incidentes porque casi todos se podrían haber evitado y, con ello, se habrían salvado vidas e impedido lesiones. 

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Que se ha avanzado es un hecho, lo muestran todos los datos del Observatorio Nacional de Seguridad Vial y de Medicina Legal, pero lo peor que puede ocurrir en esa materia es que bajemos la guardia y creamos que se trata de un tema superado. Más de 35.000 personas con heridas de consideración en accidentes viales, más las muertes que ya señalamos, indican que todavía podemos manejar mejor, que hay mucho por corregir, muchas tragedias por evitar.
Un asunto que comienza, como no, desde la construcción de una cultura ciudadana que haga énfasis en el respeto por la vida, también en la vía. Un esfuerzo adicional de tolerancia y en el cumplimiento de la norma, como requisito para vivir mejor en sociedad. Pero además de los esfuerzos en educación, es preciso también fortalecer el control, en todos los espacios y especialmente desde las escuelas de conducción que son las encargadas de formar a quienes serán los protagonistas en las vías.
Recientemente supe de un instructor de una de esas escuelas que le sugirió “tips” a un chico de 16 años para burlar algunas normas como la restricción de conducir en la noche…” después de las 12 es otro día”, le dijo. Parece un mal chiste, a no ser porque si así se forman los conductores jóvenes la esperanza de alcanzar por lo menos los modelos internacionales está lejana. Son esos instructores quienes enseñan a meterse por cualquier espacio, a no ceder la vía como una demostración de fortaleza, a pensar solo en el afán propio y el bienestar y la comodidad de cada uno, sin importar ni la norma ni el bienestar común, que en la vía se traduce además en mejor movilidad. 

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El daño que le hacen estos malos instructores a la sociedad es mayor si se tiene en cuenta que los jóvenes, en moto y en carro, son quienes ponen el 40% de las víctimas en los accidentes de tránsito. El curso de conducción para moto es casi exprés y lo suelen regalar los concesionarios. Así que el viejo refrán que decía “parece que le hubieran regalado el pase”, se va volviendo realidad. 
Recientemente la Superintendencia de puertos y transporte confirmó que adelanta investigaciones contra 175 escuelas de enseñanza automovilística del país, que al parecer no cumplen con los requisitos para expedir los certificados de conducción. Las irregularidades incluyen la suplantación de personas que toman el curso para aprender a conducir, así como el incumplimiento de requisitos técnicos y la falta o insuficiencia de personal calificado para la instrucción. Javier Jaramillo, el superintendente, dijo que se han detectado más de 20.000 licencias de conducción fraudulentas. Un control que hay que respaldar y que ojalá se mantenga.
Los datos de la policía de tránsito muestran casi cuatro millones de comparendos en el país. La mayoría por exceso de velocidad, que es también una de las principales causas de accidentalidad. En la lista siguen estacionar en lugares prohibidos, conducir motocicletas sin guardar las normas de tránsito, no portar la licencia de conducción, no acatar las señales y cruzar semáforos en rojo. Todas, actitudes más o menos fáciles de corregir, insistamos, con un esfuerzo en el fortalecimiento de la cultura ciudadana, una mejor vigilancia a las escuelas de formación de conductores, así como mayores controles en las vías. 
Las estadísticas animan, pero aún no satisfacen. De hecho, es tanto lo que podemos mejorar que muchos de nuestros conductores viajan al exterior y allá parecen modelos de virtual vial, pero cuando regresan se vuelven a comportar “a lo colombiano”. Quiere decir que se puede, que no es tan difícil. De manera que entre los propósitos colectivos del año nuevo debería estar, manejarnos mejor en la vía. Feli zaño y gracias por la atención a estas líneas semanales. 

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