El candidato oficialista, quien hizo casi todas sus actividades de precampaña en Caracas, en espacios cerrados y controlados por su Gobierno, reunió a cientos de simpatizantes en el estado Bolívar.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, volvió este lunes a encabezar actos de calle dentro de la campaña electoral que arrancó el domingo de cara a las presidenciales del 20 de mayo en las que busca la reelección.
En el estado de Bolívar, lo primero que hizo fue recibir la bendición indígena en el parque nacional La Llovizna, en un acto en el que participaron niños y chamanes, y del que dijo haber salido "renovado" y con la "fuerza" para ganar las votaciones, en las que no participará el grueso de la oposición por considerarlas fraudulentas.
Durante una rueda de prensa con periodistas de la entidad sureña, Maduro se presentó a sí mismo como un hombre más "experimentado", distinto al "novato" que fue cinco años atrás cuando asumió la Presidencia tras la muerte de su antecesor, Hugo Chávez (1999-2013).
"Sé lo que quiero, sé lo que quiere el pueblo y estoy preparado como nunca antes para en los próximos seis años hacer a nuestra patria una patria bonita (...) aquí estoy de pie, mira, más fuerte que nunca, listo para la batalla", aseveró.
Ante cientos de partidarios y desde una tarima, pidió activar toda la maquinaria para garantizar su victoria, sin dejar de reconocer que en su Administración "hay muchas cosas pendientes por hacer" frente a la severa crisis económica nacional.
El país va "a un gran cambio, a una gran renovación de la revolución, pero sobre todo tenemos que ir a una gran revolución económica que acabe con la guerra económica", aseguró.
Con ello se refirió muy brevemente a la guerra económica, como denomina al supuesto ataque de agentes externos contra la economía venezolana y por la que hace responsable de que la nación, pese a sus grandes reservas petroleras, viva ahora la peor crisis de su historia.
Luego en el estado Barinas, y transmitido por el canal de televisión estatal VTV, Maduro encabezó la entrega de viviendas a personas de bajos recursos económicos.
La plataforma opositora Frente Amplio Venezuela Libre reiteró su convocatoria a una protesta nacional contra el Gobierno y las elecciones este jueves, que será una "operación telaraña" para exigirle al mandatario chavista "que salga del país".
"Lo que vamos a hacer es una protesta que nosotros llamamos operación telaraña para ir metiendo en esa madeja (...) al presidente de la república, para que salga del país y para que se acabe el drama que estamos viviendo", dijo a la prensa el portavoz de la coalición antichavista, Víctor Márquez.
Éste explicó que la manifestación será "pacífica, pero contundente" en sus centros de trabajo contra los "elementos comunes" que afectan a los venezolanos, como el "hambre" y la "represión".
Mientras, el pastor evangélico Javier Bertucci visitó dos entidades federales del centro del país en las que reiteró que el país necesita un nuevo líder y se ofreció a ocupar ese lugar.
El ingeniero Reinaldo Quijada, uno de los menos populares de la contienda, aseguró en una entrevista televisiva que centrará sus esfuerzos en la "reconstrucción" política, institucional y económica.
Y el exgobernador Henri Falcón, un exchavista que desobedeció el llamamiento abstencionista de la oposición al inscribir su candidatura, presentó su plan de Gobierno en el que reiteró su propuesta de dolarizar la economía nacional.