Las afirmaciones incluidas en el libro del señor gobernador de Antioquia ponen en riesgo la viabilidad de la terminación de Hidroituango.
En días pasados profesores de la Universidad Nacional de Colombia-Sede Medellín (Unal) presentaron ante la Junta Directiva de la SAI e invitados especiales apartes de un estudio contratado por el Departamento de Antioquia sobre el accidente de Hidroituango, cuyo texto completo desconozco. Con base en el estudio de Unal y otras fuentes, a mediados del pasado mes de noviembre el Señor Gobernador de Antioquia, ingeniero Luis Pérez Gutiérrez, publicó un libro titulado Errores constructivos de Hidroituango. En esta columna comparto algunos comentarios del suscrito hechos en la referida presentación de Unal y otras reflexiones adicionales.
El sitio de presa de Hidroituango, seleccionado hace más de 45 años, fue el resultado de una investigación detallada por parte de un grupo multidisciplinario de profesionales de la firma consultora Integral Ltda, apoyado por asesores internacionales del más alto nivel. Para llegar al sitio definitivo se evaluaron varias alternativas a largo de la parte más profunda del cañón de río Cauca entre las poblaciones de Sabanalarga y Puerto Valdivia. El sitio seleccionado para la construcción de la central fue la mejor alternativa que se pudo identificar en un trayecto de más de 80 kilómetros de longitud. Sin embargo, cualquier sitio seleccionado para implantar una obra de infraestructura, por bueno que sea, se puede deteriorar por malas prácticas constructivas.
Durante la etapa exploratoria para el diseño de las obras subterráneas de Hidroituango se ejecutó un extenso programa de investigación geológica y geotécnica, mediante perforaciones y galerías exploratorias. Con respecto a la supuesta insuficiencia de perforaciones en la zona de casa de máquinas durante la etapa de exploración del proyecto, aunque no se hicieron tantas como hubiese querido la Unal, la excavación de las cavernas permitió obtener toda la información geotécnica complementaria requerida para garantizar la instalación del refuerzo adecuado para el soporte de las mismas y obras conexas. De hecho, las cavernas se construyeron de manera exitosa para que cumplieran su función específica: alojamiento seguro de los equipos de generación y de los transformadores. Es que, como insistía el doctor Ever Hoeck, mi profesor de túneles, el diseño de las obras subterráneas termina cuando se inaugura el proyecto.
No es cierto que la ingeniería antioqueña carezca de experiencia en el diseño y construcción de obras subterráneas en macizos rocosos diferentes al Batolito Antioqueño. De hecho, para citar sólo un caso, la casa de máquinas de la Central Hidroeléctrica de San Carlos y sus obras conexas, así como el túnel de acceso a la misma, el túnel de descarga y cerca del 35% del túnel de conducción, fueron estructuras excavadas y terminadas de manera adecuada en rocas metamórficas (neises).
La excavación de obras subterráneas (túneles y cavernas) no necesariamente deteriora la calidad de los macizos rocosos. La ingeniería dispone de prácticas seguras y probadas, tales como la voladura controlada y toda una práctica en el diseño e instalación de refuerzos estructurales, que garantizan que se reestablezca el estado original de esfuerzos del macizo rocoso. Tal como lo anoté en mi columna publicada el pasado 16 de enero en este mismo espacio, con la información disponible es inconcebible poder imaginar un eventual colapso del macizo rocoso donde se aloja la casa de máquinas de Hidroituango y demás estructuras subterráneas que, con junto con la presa, conforman el componente principal de la Central Hidroeléctrica de Ituango.
Finalmente, aunque este asunto no se trató en la referida presentación en la SAI, faltó preguntar a los ponentes profesores de la Unal su opinión actual sobre lo que afirmó el Señor Gobernador de Antioquia en el libro Errores constructivos de Hidroituango (pag 7), atrás referenciado, donde textualmente se lee: "Según estudio de la Universidad Nacional de Colombia... hubo errores institucionales de EPM, también humanos, de diseño y otros que constituyeron la crisis de Hidroituango". En mi concepto, con esta afirmación, más que cualquiera otra de las que han estado propagando enemigos declarados de Hidroituango, sí se pone en riesgo la viabilidad de la terminación del proyecto. Imaginémonos no más lo que estarán pensado en el Alto Gobierno Nacional y en los organismos de control, así como en las entidades financieras cuyos desembolsos se requieren para sufragar gran parte de la reparación de los componentes de la obra, deteriorados por el accidente, así como para la terminación del proyecto. Como si esto fuera poco, el libro del gobernador les puso en bandeja de plata a las compañías aseguradoras del proyecto el mejor argumento para rechazar el pago de las pólizas contra riesgos constituidas por EPM, lo mismo que elementos a los demandantes por daños y perjuicios causados durante la crisis de Hidroituango.