Según el informe, en 2016 hubo un aumento de 300 crímenes de odio, con respecto a los reportados en 2015.
Comunidades étnicas, minorías sociales y políticas se han manifestado contra el discurso del odio.
El Buró Federal de Investigaciones (FBI) registró un aumento de los crímenes de odio en Estados Unidos el año pasado y un repunte en los incidentes motivados por prejuicios contra los judíos, los musulmanes y la comunidad de lesbianas, gais, transexuales y bisexuales (Lgtb).
De acuerdo con un nuevo informe publicado el pasado lunes por el FBI, en 2016 hubo más de 6.100 crímenes de odio, lo que supone un incremento con respecto a los 5.800 incidentes de 2015.
Según el reporte del FBI, un 57,5 % de las víctimas fue objeto de ataques debido a su raza, color de piel y origen étnico, mientras que un 21 % de las agresiones obedecieron a motivos religiosos y un 17,7 % hicieron referencia a la orientación sexual de las víctimas.
Los crímenes de odio motivados por la religión aumentaron el año pasado, especialmente las agresiones contra judíos y musulmanes.
Como en 2015, el antisemitismo volvió a ser la principal causa de los crímenes de odio religiosos al motivar el 55 % de los ataques, seguidos de los incidentes generados por la islamofobia, sentimiento hostil que generó el 25 % de los crímenes de odio relacionados con el credo de las víctimas.
El informe del FBI llega en un momento en el que numerosas organizaciones han alertado del incremento de los crímenes de odio.
Por ejemplo, el Consejo de Relaciones Islámico-Estadounidenses (Cair), alertó que los crímenes de odio contra los musulmanes han aumentado casi un 600% en los últimos tres años.
Además, la Asociación de Centro Comunitarios Judíos de Norteamérica ha expresado preocupación por los ataques contra la comunidad judía estadounidense, la más numerosa fuera de Israel, y que ha tenido que soportar la profanación de varios de sus cementerios y ataques contra sus centros comunitarios y colegios.
La victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de noviembre de 2016 supuso un espaldarazo para el movimiento de extrema derecha "alt right", cimentado en un fuerte sentimiento antimigratorio y antisemita, pues considera que los judíos quieren controlar Estados Unidos.
Por eso, numerosas organizaciones hacen responsable a Trump del incremento de los crímenes de odio.
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