El 86 Congreso Nacional de Cafeteros, que se clausuró en Bogotá este viernes, dejó “la ilusión y la esperanza recargadas” en el gremio, según el sentir de la presidente del encuentro, Martha Cecilia Redondo.

A esa sensación de optimismo contribuyeron en buena medida los compromisos que el presidente de la República, Iván Duque, asumió con el sector, entre ellos la ratificación de los primeros recursos para alimentar el Fondo de Estabilización de Precios y el inicio de una diplomacia cafetera para que los mercados internacionales reconozcan la diferenciación de los cafés arábigos producidos en Colombia con respecto a otras variedades, y se paguen precios justos.

Al acto de clausura del 86 Congreso Nacional de Cafeteros concurrió además el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, quien también se refirió al Fondo de Estabilización para señalar que el mismo, una vez sea aprobado el proyecto de Ley que lo crea, estará activo por tres años. “El fondo de estabilización no es para subir los precios”, aclaró, sino para “estabilizar los niveles de ingreso”.

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“El gran resumen es que hubo completa afinidad entre lo que los cafeteros querían y lo que el Gobierno se comprometió y ha venido haciendo”, afirmó, por su parte, el gerente general de la Federación Nacional de Cafeteros (FNC), Roberto Vélez Vallejo.

Durante la lectura de la Declaración Gremial, la presidente del 86 Congreso Nacional de Cafeteros, Martha Cecilia Redondo, productora del municipio de Líbano (Tolima), le solicitó al Gobierno que “nos incluya en las proyecciones que le da al país”.

“Tenemos diferentes necesidades que como institucionalidad cafetera suplimos en época de bonanza”, aseguró y añadió que “hemos construido escuelas y viviendas, y hemos hecho carreteras abriéndole caminos a nuevas rutas para facilitar el transporte de café. Lo continuamos haciendo, pero no con el mismo impacto, y no por falta de iniciativa, sino por carencia de recursos”.

Pidió al mandatario que “dirija  sus ojos hacía la ruralidad, que reconsidere la inversión para el mantenimiento de vías y que nos brinde la oportunidad a los cafeteros del país de optimizar los recursos y el tiempo en materia de transporte”.

Finalmente, la señora Redondo enfatizó en que “nuestros jóvenes quieren permanecer en el campo, pero debemos facilitarles la conectividad. Nuestras familias necesitan calidad de vida, mejorémosle su vivienda.  Los caficultores necesitan ir construyendo su derecho pensional, apoye el piso mínimo de protección social. Los caficultores necesitan promoción de programas de seguridad alimentaria, alivio a la deuda cafetera y generación de redes de gas”.

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Buenas noticias

“Terminamos este Congreso con buenas noticias, un muy buen ánimo y una muy buena energía para los cafeteros de Colombia”, reiteró el gerente de la FNC, Roberto Vélez Vallejo.

Al resumir los compromisos adquiridos por el mandatario Iván Duque, Vélez Vallejo destacó “el cumplimiento del compromiso con el Fondo de Estabilización”, aunque volvió a insistir, como lo hizo en la primera jornada, que “el proyecto de Ley cursa en el congreso, pero no tiene nada en sí a menos que consigamos la fuentes para ponerle dinamismo”.

Destacó también la ratificación de los recursos remanentes del Incentivo Gubernamental para la Equidad Cafetera, Igec como capital semilla de ese Fondo y resaltó que “quedó abierta dentro de presupuesto la posibilidad de alimentar ese Fondo con cantidades adicionales provenientes de regalías”.

De otro lado, el gerente valoró la voluntad del Gobierno en el apoyo a la vivienda rural. “Necesitamos en el campo y en la caficultura recursos para ir mejorando nuestras condiciones de habitabilidad de las casas cafeteras”, dijo y añadió que también hay voluntad de apoyar, no solo a los cafeteros, sino a los campesinos en general, su reclamo por la posibilidad de tener mejor acceso a sus fincas a través de las vías terciarias.

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“Lo vimos muy complacido de ver el esfuerzo del emprendimiento de los jóvenes cafeteros”, sostuvo y valoró como un hecho muy positivo la firma del memorando de entendimiento con el Ministerio de las Tecnologías de Información y Comunicación y la Agencia Nacional del Espectro “para utilizar lo que ellos llaman la banda blanca para poder llegar a zonas rurales con conectividad, que es importante y lo reclaman las comunidades, para poder llevar por ahí educación, salud y comunicación”.

Finalmente, Vélez Vallejo agradeció la voluntad del mandatario para que el país tenga en sus embajadas “unos promotores del café, y que la causa cafetera que propende por mejores precios se convierta en una bandera que esté izada en cada una de las misiones diplomáticas de Colombia”.

Mantener la fuerza de la industria

En su intervención, el presidente Iván Duque Márquez reconoció los retos que tiene el Gobierno con el sector, como la baja cobertura pensional y el relevo generacional, pero se mostró cercano al gremio, al que aseguró que “bajo ninguna circunstancia podemos dejar que este país pierda la fuerza de la industria cafetera en nuestra identidad como colombianos”.

“Ha habido cambios en el mercado mundial del café en los últimos 30 años”, afirmó y explicó que la producción mundial, lejos de caer, ha crecido.

“Muchos anticiparon que Colombia iba a perder dinamismo, sobre todo cuando empezaron a irrumpir los productores subsidiados en Asia. Pero no, ahí se mantuvo, resiliente, y seguimos en el Top 3 de la producción mundial”, dijo.

Para el mandatario, “lo que si necesitamos es que el mercado se base en la transparencia y en las condiciones específicas del producto. Una de las grandes hipocresías del mercado es querer equiparar la producción de la variedad arábiga con la robusta y muchos comercializadores se han prestado para hacer creer que no hay diferencia y que la mezcla es en beneficio del comercializador”.

En este punto, se comprometió con empezar “la diplomacia internacional para revisar esto. El arábigo tiene condiciones muy específicas en su ciclo de producción, un tratamiento de suelo muy distinto, una finura propia que debería ser distinguida por el consumidor y eso ayuda a construir un precio justo y diferenciado”.

Duque les dijo a los asistentes al Congreso Cafetero que llamará a los presidentes de los cafeteros de América Latina “a defender esa diferenciación”.

“Esos cambios no son de la noche a la mañana, pero empezaremos a retomar ese discurso en nuestra diplomacia”, agregó.

Otro aspecto esencial del discurso fueron los mecanismos de protección para las “fluctuaciones bruscas en materia de precios”.

“El sector debe estar en capacidad de adaptación a la fluctuación de la economía. Se necesitan herramientas que entiendan estructuras de costos y de mercados para reaccionar a los choques inusitados”, opinó, pero recordó que recién inició su mandato, su Gobierno salió a apoyar al gremio con la creación del Igec, cuando los precios cayeron por debajo de un dólar la libra.

“Afortunadamente se corrigieron las circunstancias adversas” y ahora “esos recursos sirven para que sean el capital semilla del Fondo de Estabilización”, expresó.

Tras conocer las historias de los “Héroes cafeteros” distinguidos por la Federación, Duque indicó que le gustaría que el Fondo Innpulsa y la FNC construyeran un convenio para apoyar a los jóvenes cafeteros.

Finalmente, el primer mandatario expresó su preocupación por el consumo interno y recordó que ya el Gobierno aportó 2.400 millones de pesos para una campaña masiva en medios que promueva el consumo del café colombiano.

“No es solo por lo agradable que es consumirlo, sino que cuando hay más consumo interno apostamos por los héroes de la familia cafetera que construye empleo y transforma vidas. Que cada colombiano, cuando se tome un tinto, sepa que está construyendo país”, puntualizó.