Una marca de 1:28:49, obtenida hace poco más de un mes en una competencia desarrollada en Adelaida, Australia, le entregó la clasificación a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 a la marchista risaraldense Lorena Arenas Campuzano, quien de paso se convirtió en la primera deportista de Colombia que inscribe su nombre para las máximas justas del deporte orbital.

Con apenas 25 años de edad, Lorena ya ostenta en su rico palmarés dos participaciones en las olimpiadas y de no mediar novedad, el próximo año luchará por alcanzar una mejor figuración con respecto a las dos participaciones anteriores.

“Me siento muy feliz por esta noticia, es el sueño de todo deportista de alto rendimiento. La marca la realicé el pasado 10 de febrero en Australia, fue de 1:28:49, en ese momento pensé que podría alcanzarme para asegurarme en los Olímpicos, lo cual felizmente se ratificó hace pocos días, cuando la Iaaf (Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo) dio a conocer la marca mínimas para clasificar, de 1:31”, destacó la deportista, quien competirá en la prueba de los 20 kilómetros marcha.

Lorena Arenas es actualmente la máxima exponente de la marcha en Colombia.

Lorena relató cómo fue su experiencia en las dos olimpiadas anteriores, Londres 2012 y Río de Janeiro 2016: “A Londres fui todavía siendo juvenil, con 18 años, venía de ser campeona del mundo en esa categoría, y fue una experiencia muy bonita, mis primeros Juegos. A Río llegué con más rodaje, esperaba tener un mejor resultado, pero por cosas que no hice bien no pude lograr una mayor figuración. Pero de eso se trata, de mirar y analizar en qué se falló y corregir los errores para que no se repitan; he mejorado mucho en los registros, las marcas en la distancia de 20 kilómetros, antes hacía entre 1:32 y 1:30, ahora estoy en 1:28, entonces es más factible aspirar a estar en una mejor posición en Tokio 2020”, detalló la atleta, quien en septiembre próximo cumplirá 26 años.

“Estar en unos Juegos Olímpicos -prosiguió- es algo casi inexplicable, con los mejores del mundo en cada deporte, poder compartir, ver de cerca a personas que para la mayoría son inalcanzables y que solamente se pueden ver por televisión… es increíble estar ahí”, resaltó Arenas.

Lorena vivió muy de cerca la medalla de oro que consiguió Caterine Ibargüen en la prueba del salto triple de Río 2016: “Con Cate he hecho una amistad muy linda, hemos compartido habitación en varias competencias y el día que ganó la medalla de oro en Río fue muy emocionante… es una atleta completa, con una mentalidad muy fuerte y como persona resalto su carisma, es una excelente persona. He estado presente en varios de sus títulos y los disfruto tanto como ella”, aseguró.

Ratificada la clasificación a Tokio 2020, Lorena se centrará ahora en las próximas competencias, en un año cargado de actividad: “El 6 de abril tengo el Challenge de Rio Maior, en Portugal, luego el Panamericano de Marcha Atlética, en México, eventos que me servirán como preparación para los Juegos Panamericanos, en Lima, de ahí voy para los Mundiales de Atletismo, en Doha (Catar) y cerraré este año con los Juegos Nacionales”, explicó.

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Sin lugar a dudas, los Panamericanos de Lima y los Mundiales en Doha representan el máximo reto para Arenas esta temporada: “Hace dos años quedé quinta en el Mundial de Londres, un muy buen lugar, estar entre las cinco mejores del mundo es algo muy grande, pocos pueden hacerlo, y ahora espero terminar en mejor posición. En los Panamericanos he estado entre las cuatro primeras, espero hace algo grandioso y por qué no, conseguir una medalla”, especificó.

Entre tantas competencias, viajes y concentraciones, a Lorena Arenas le queda muy poco tiempo libre. Sin embargo, está en proceso de retomar sus estudios a distancia: “Actualmente estoy radicada en Bogotá y tengo la intención de terminar mi carrera, Licenciatura en Educación Física, estoy estudiando a distancia en el Politécnico Jaime Isaza Cadavid. Entreno muy fuerte, hago doble jornada de lunes a viernes, a veces hacemos trabajos de fondo, en otras realizamos repeticiones, y en lo pocos momentos libres que me quedan me gusta leer, ver alguna película y estar en contacto con mi familia”, concluyó la deportista.