Los denunciantes afirman que las autoridades han optado recientemente por la represión, prisión y exilio para quienes se nieguen a la extinción económica.
Líderes sindicales de distintos sectores en Venezuela denunciaron en Ginebra, donde participan en la Conferencia anual de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que se ha lanzado una nueva ola de persecución en su contra.
"Ha empezado una nueva etapa de persecución de líderes sindicales, que incluye a personal del sector sanitario por exigir la apertura de un canal humanitario, y denunciar la falta de medicinas y suministro", dijo la presidenta de la Unión Nacional de Trabajadores de Venezuela (UNETE), Marcela Maspero.
El secretario de organización del sindicato de Alimentos Polar, Roger Palacios, coincidió con Maspero en que las autoridades han optado recientemente por la "represión, prisión y exilio para quienes nos negamos a la extinción económica de la clase trabajadora e intentemos exponer este problema a nivel internacional".
Indicó que el movimiento sindical venezolano tiene ahora sus esperanzas puestas en la Comisión de Encuesta aprobada el pasado marzo por la OIT.
Se trata del mecanismo de más alto nivel que investiga denuncias sobre graves violaciones de los derechos amparados por las convenciones de la OIT y que solo ha estudiado doce casos desde la fundación de la organización en 1919.
La OIT debe elegir en los próximos días a los tres miembros independientes de esa Comisión.
La Comisión de Encuesta fue solicitada por los empleadores venezolanos en 2015 por violación de los convenios que fijaban salarios mínimos, libertad sindical y consulta tripartita.
A pesar de que la OIT ha discutido en seis ocasiones esos temas con el Gobierno venezolano, éste no ha adoptado medidas para solucionar las violaciones detectadas.
Asimismo fracasó el intento de institucionalizar una mesa redonda tripartita, así como la visita de una misión de alto nivel -aunque sin los poderes de una Comisión de Encuesta- por objeciones de las autoridades a ciertas reuniones que deseaba mantener.
Sobre sus expectativas respecto al resultado que pueda dar este procedimiento, Palacios dijo que los sindicatos esperan que sea "el detonante de la vuelta a la democracia en Venezuela, como lo fue en Polonia" en la década de los 80.
El secretario ejecutivo de la Federación Unitaria de Trabajadores Petroleros de Venezuela, Ivan Freites, adelantó que si el Gobierno no permite la entrada al país de la Comisión de Encuesta, los representantes sindicales y trabajadores se trasladarán a la frontera para poder entrevistarse con sus miembros.
"Estamos preparados para ese escenario y haremos todo lo necesario para que la Comisión de Encuesta reciba toda la información que requiera", indicó.
En su intervención, Palacios describió las graves dificultades que tiene la población para acceder a los alimentos, así como la emigración masiva de la mano de obra mejor calificada y las consecuencias catastróficas de la hiperinflación sobre la clase trabajadora.
Por su parte, Freites reveló el extremo al que ha llegado la degradación del sector petrolero, que -según dijo- trabaja con menos de 20.000 obreros que ganan unos tres dólares al mes y producen nueve barriles de petróleo diarios por trabajador.
En 1999, aseguró, cada obrero petrolero producía 87 barriles diarios de crudo.