La Unión Europea y el Gobierno chino valoraron la decisión con la que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas interpuso nuevas sanciones al régimen de Corea del Norte.
Diferentes actores internacionales se pronunciaron sobre las nuevas sanciones que el Consejo de Seguridad de la ONU interpuso a Corea del Norte. La Unión Europea (UE) considera que las sanciones son una nueva prueba de la "unidad" de la comunidad internacional con respecto al programa nuclear y balístico de Pyongyang.
"La decisión (...) de adoptar un conjunto adicional de sanciones restrictivas contra la República Popular Democrática de Corea (Rpdc) es una prueba más de la unidad de la comunidad internacional al abordar los programas nuclear, de armas de destrucción masiva y misiles balísticos de la Rpdc", dijo en un comunicado la portavoz de la diplomacia comunitaria, Federica Mogherini.
Añadió que esas iniciativas norcoreanas representan "una grave amenaza" para la paz y la seguridad internacionales, y que los Veintiocho siguen considerando la posibilidad de aprobar más sanciones por su propia cuenta, y precisó que es "probable" la adopción de nuevas medidas a principios de 2018.
Bruselas insistió en que las sanciones comunitarias y de la ONU evidencian que Pyongyang debe involucrarse en un diálogo "creíble y significativo" con la comunidad internacional y pidió al régimen norcoreano abandonar sus programas nuclear, de misiles balísticos y armas de destrucción masiva "de forma completa, verificable e irreversible".
Por su parte, el Gobierno de China pidió que las nuevas sanciones dictadas por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas contra Corea del Norte se pongan en práctica "de forma completa y equilibrada, para impulsar una solución pacífica".
En un comunicado de la portavoz de Asuntos Exteriores chino Hua Chunying, Pekín reiteró su llamada a mantener la contención y "trabajar para aliviar las tensiones y hallar una solución apropiada al conflicto de la península de Corea".
La nueva resolución aumenta las sanciones para presionar a Corea del Norte para que detenga su programa nuclear y sus pruebas con misiles, prohibiendo cerca del noventa por ciento de las exportaciones de refinados del petróleo a ese país.
Con la llamada a una aplicación "completa", Pekín alude al hecho de que la resolución subraya que las sanciones estipulan que no deben afectar a actividades económicas y diplomáticas, o a la ayuda alimentaria y humanitaria.
La portavoz Hua subrayó que China, miembro permanente y con derecho a veto del Consejo de Seguridad, sigue comprometida a lograr una desnuclearización de la península, así como al mantenimiento de la paz y la estabilidad en la región.