18.997 espectadores asistieron el pasado domingo al Staples Center, de Los Ángeles, California, para presenciar el partido de las Futuras Estrellas de la NBA entre los equipos de Estados Unidos y el Resto del Mundo.
La edición 67 del Partido de las Estrellas, celebrado en la noche del pasado domingo, ya es historia con el estreno del nuevo sistema de formación de los equipos mediante un sorteo que mezcló a los 24 jugadores seleccionados, sin importar la Conferencia, y el resultado fue el mismo de siempre, una secuencia continuada de canastas.
La única diferencia fue que en lugar de ser el equipo de la Conferencia Este, llevó el nombre de Team LeBron, al ser el alero de los Cavaliers de Cleveland, LeBron James el capitán, mientras que el del Oeste lo cambió por el de Team Curry, con el base de los Warriors de Golden State, Stephen Curry, su capitán.
El resto del espectáculo que se vio en el Staples Center fue el mismo del año pasado en Nueva Orleans, jugadas ofensivas sin ningún tipo de defensa.
En las que participaron 23 de los 24 jugadores seleccionados, sólo no vio acción el escolta Jimmy Butler, de los Timberwolves de Minnesota, lesionado, y un marcador parcial al descanso de 78-76 favorable al Team Stephen, que al final perdió 145-148 porque James fue el mejor a nivel individual y también el Jugador Más Valioso (MVP).
El resto le acompañó en la fiesta personal, incluido el alero Kevin Durant, su gran amigo, que también destacó dentro del equipo ganador.
Sin nada interesante que rescatar del Partido de las Estrellas en el apartado deportivo, lo que si tuvo valor, y mucho, de cara al futuro de baloncesto profesional de la NBA, fue el reconocimiento del comisionado Adam Silver que la competición, especialmente la de los playoffs, necesita de reformas, si de verdad se quiere conseguir que la lucha por el título lo hagan los dos mejores equipos.
Silver es consciente que la desigualdad que existe entre los equipos de la Conferencia Este y la del Oeste es cada vez mayor y que los mejores equipos están, sin discusión, en la segunda.
De ahí, que vea necesario e “imprescindible” trabajar en un cambio de formato cuando llegue la competición de los playoffs, que es cuando de verdad comienza la competición en serio.
Por eso lo mejor que dejó el Fin de Semana de las Estrellas fue la “sugerencia” de Silver de la posibilidad de un sistema de emparejamientos de playoffs modificado que enfrentará a los mejores dos equipos de la liga en la final sin cambiar el número de los que pasan actualmente por cada conferencia, que son ocho.
La historia reciente ha demostrado con creces el desequilibrio entre ambas conferencias y eso ha significado que se haya encendido la luz roja dentro de la NBA en busca de una solución real que permita a los 16 mejores equipos competir, sin importar a que conferencia pertenecen.
De acuerdo a los últimos informes de las autoridades municipales los ingresos que dejó la “fiesta” privada de las estrellas de la NBA fueron de más de 116 millones de dólares, que en realidad se convirtió en lo único que resultó de interés y tuvo valor.