Un nuevo desafío político deberá enfrentar el presidente de Estados Unidos, el magnate republicano Donald J. Trump. Esta vez, el Congreso de ese país aprobó una serie de medidas que implicarán un cambio en las relaciones internacionales de su gobierno.

El Senado y la Cámara de Representantes aprobaron, con mayoría absoluta, aumentar las sanciones a Rusia, Irán y Corea del Norte, en un claro desafío a la agenda programática de Trump para mejorar las relaciones diplomáticas con el Kremlin.

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Se trata de la primera acción en materia de política exterior que el Congreso realiza desde la llegada de Trump a la Casa Blanca.

Las sanciones llegaron una semana después de que el Ejecutivo confirmara que el Gobierno de Irán estaba cumpliendo con el Pacto Nuclear, firmado en 2015, y después de la prueba de misiles de Pyongyang.

Ni siquiera que el Partido Republicano con mayoría en ambas cámaras pudo cambiar la situación para el magnate. El Senado resolvió con 92 votos contra 2, mientras que en la cámara baja fue de 419 contra 3.

Juan David García, politólogo y docente de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Pontificia Bolivariana, afirmó que “hay claras motivaciones políticas que obedecen a las disputanas internas al interior del Partido Republicano. Demuestra que Trump no tiene rivales en sus opositores demócratas, sino también en el seno de su propio partido”. 

Agregó que las sanciones significarán un reto para Trump, que buscaba mejorar las relaciones diplomáticas con Rusia e Irán.

Ahora, Trump se enfrentará al dilema si firmar la sanción, lo que significaría su inmediata aplicación, o vetarla, implicando un desafío a las decisiones del Congreso, que adelanta una investigación por la supuesta injerencia de Rusia en las elecciones presidenciales de 2016.

Las razones de las medidas

El Capitolio sancionó a Moscú por el apoyo técnico y militar que ese país le dio a las milicias prorusas que combaten contra el Ejército ucraniano; por la organización del plebiscito que anexó la península de Crimea a Rusia, y por estar vinculado a los ataques cibernéticos que habría realizado el Kremlin y que beneficiaron a Trump, a pesar de no haber pruebas sobre el hecho.

Las medidas llegaron en un momento inoportuno para Trump. Rusia comenzaba a mejorar las relaciones con la Casa Blanca, después de ocho años casi nulos con el expresidente Barack Obama por los conflictos armados de Ucrania y Siria.

Este sábado se conoció que Trump tiene la intención de firmar el proyecto de ley aprobado por el Congreso. La reacción del mandatario norteamericano se debe a que Rusia ordenó al Gobierno de EE. UU. recortar su personal diplomático en Moscú, en respuesta a esas últimas sanciones aprobadas por el Congreso.

A partir del 1 de septiembre Trump deberá reducir el número de diplomáticos y colaboradores que trabajan en su embajada en Moscú, hasta dejarlo en 455 personas.

Además, el Ministerio de Exteriores ruso anunció que desde el próximo 1 agosto la Embajada de EE. UU no podrá utilizar unos almacenes en Moscú ni tampoco la mansión de que dispone en Serebrianyi Bor, una elitista zona de descanso en la capital rusa. Las retaliaciones que prometió Putin, tras llamar insolente a Estados Unidos, se empezaron a cumplir.

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El secretario de Estado, Rex Tillersen, que sostiene que hay que ser “rudos” con los rusos, advirtió que “las sanciones complicarían el mejoramiento de las relaciones con el Kremlin”. 

Para Juan Camilo Velandia, analista internacional de la Universidad de la Sabana, hay una rebelión interna del Congreso contra el Gobierno. Lo que ha dicho Tillerson de alguna manera demuestra que hay una ruptura diplomática tanto de los sectores republicanos y demócratas  del Congreso y el Gobierno. Por otro lado, están cobrando una deuda histórica que tiene Irán con Estados Unidos de ser uno de los principales contendores de la Guerra Nuclear”. 

Tanto García como Velandia creen que, sin embargo el devenir de los hechos, Trump, que está en un aprieto, preferirá esperar.

Irán cumplió acuerdo

Una de las grandes sorpresas fue la incorporación de Irán en la Ley. A pesar de que el Gobierno ratificó que el país de los ayatolas cumplió lo pactado, el Congreso, desafiando al Ejecutivo, decidió sumar las sanciones a ese país. Se trata de sanciones financieras a 18 individuos. Y prohíbe la entrada a Estados Unidos de personas implicadas en el programa de misiles balísticos de Irán o a aquellos que negocien con ellos, y obligaría a la Guardia Revolucionaria de Irán por su apoyo al terrorismo.

García explicó que para Estados Unidos, Irán es un promotor del terrorismo internacional por apoyar a grupos como Hezbollá, en el Líbano, o al régimen de Al Assad, en Siria. Por eso, a pesar de que el Gobierno haya confirmado que se cumplió el pacto, el Congreso considera que Irán no abandonó su programa nuclear con fines militares.

Hasan Rohaní, presidente de Irán, aseguró la semana pasada que su país dará la respuesta adecuada y resistirá la decisión del Congreso norteamericano por su programa de misiles. 

“Si el enemigo quiere pisotear parte del compromiso, nosotros pisotearemos una parte del compromiso y, si ellos pisotean todo el compromiso, nosotros también lo haremos”, según declaraciones de Rohaní durante una reunión del Gobierno publicadas por la Presidencia. 

El mandatario afirmó que Irán “aumentará su poder defensivo sin considerar las opiniones de otros países” y que “el pueblo iraní ya sabe cómo hacer frente a las políticas” de EE. UU.

En su discurso ante los miembros del gabinete, recordó que durante 40 años, cada día Irán ha sufrido “sanciones, presiones y acusaciones injustas”.

La amenaza de Corea del Norte

Por último, Estados Unidos le impuso sanciones al régimen de Kim Jong-un. Este viernes, Pyongyang realizó otro ensayo de misiles, el undécimo este año, mientras el Consejo de Seguridad de la ONU debate nuevas sanciones para el régimen norcoreano tras el Icbm (misil intercontinental) que disparó el pasado 4 de julio, el primero de este tipo que lanzó en su historia Corea del Norte.

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Se endurece así la retórica de la Administración Trump, que ha insinuado la posibilidad de realizar ataques preventivos contra Corea del Norte.

Estados Unidos no admitirá la entrada de bienes producidos en ese país por trabajos forzados y vetará los puertos a los barcos norcoreanos.

Para Velandia, Corea del Norte recibió una sanción colateral que va dirigida, principalmente, a Rusia. “Sanción colateral que se explica por ser aliado histórico de Rusia. Históricamente, desde la antigua Unión Soviética, han sido grandes socios. Además, como el Gobierno aún no actúa, el Congreso tomó la iniciativa”.

Preocupación en la UE

Uno de los máximos proveedores de gas a los países de la Unión Europea (UE) es Rusia. Estados Unidos se opone desde hace unos meses al proyecto del gasoducto ruso Nord Stream 2, pues, argumenta, daña la seguridad energética de la Unión Europea, es un varapalo al desarrollo del mercado del gas de Europa, a las reformas energéticas de Ucrania y es más un proyecto político que comercial.

Expertos, por su parte, señalan que EE. UU. lo que busca es allanar el mercado para su gas natural licuado, entorpecer negocios económicos entre Rusia y Europa y ayudar a una Ucrania que se vería perjudicada con el gasoducto.

Lo cierto es que desde Berlín se lanzó una advertencia a Estados Unidos. El portavoz del Gobierno alemán, Steffen Seibert, expresó la preocupación de la canciller Angela Merkel, pues las nuevas sanciones antirrusas podrían perjudicar la economía europea, principalmente a su país, debido a que el Nord Stream transportará gas ruso a Alemania a través del mar Báltico.

Pero ahí no termina todo, el ministro de Economía alemán, Brigitte Zypries, amenazó con que Berlín adoptará contramedidas si EE. UU. termina multando a compañías germanas. “Si lo cumplen, consideraremos todo lo que tenemos que hacer en respuesta de ellos”, dijo Zypries.