Distintos sectores públicos y privados quieren, además, que los vehículos a gas también sean eliminados de la lista de bienes que serían gravados en la Ley de Financiamiento.
Un IVA del 5% seguirán pagando, como hasta ahora, los vehículos eléctricos, después del primer encuentro entre los congresistas ponentes de la Ley de Financiamiento y el Gobierno Nacional, esta semana, en la cual también quedaron excluidos 28 de los 63 productos que conforman la canasta familiar.
Si bien era de esperarse que la propuesta inicial del Gobierno fuera decantándose a medida que avanzaba el debate, la noticia de retirar los vehículos eléctricos e híbridos del paquete de bienes gravados fue bastante bien recibida no solo por los comerciantes sino también por las administraciones municipales que, como las de Medellín y los municipios del Valle de Aburrá, tienen entre sus planes avanzar en la consolidación de un sistema de movilidad sostenible.
Precisamente por esto, el sector público y algunos gremios planean mantener el diálogo con el Gobierno para que el paso siguiente sea eliminar los aranceles y el IVA del 18% a los vehículos a gas, pues según afirman, la movilidad limpia debe considerar de manera integral.
Según la Asociación Colombiana de Vehículos Automotores, Andemos, las ventas de vehículos eléctricos están creciendo a una tasa compuesta anual del 55%, 18 veces por encima del crecimiento anual promedio de los vehículos de combustión.
En el ámbito mundial, “en el 2017 las ventas de vehículos eléctricos e híbridos enchufables superaron el millón de unidades y dentro de dos años se proyecta que el mercado global de vehículos eléctricos e híbridos enchufables llegue a cinco millones de unidades”, señala un comunicado de la entidad.
Pero más allá de esta cifra, el argumento del gremio contra el IVA a los eléctricos, se centró en que el gasto público por degradación del aire urbano alcanza doce billones anuales. “La contaminación es responsable de más de 8.600 muertes de colombianos y 59 millones de enfermedades anuales, por lo que urge incentivar el desarrollo de tecnologías limpias”, afirmó Oliverio García Basurto, presidente de Andemos.
El director del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, Eugenio Prieto Soto, dijo en diálogo con EL MUNDO que se hace necesario que la exención del IVA obtenida para los vehículos eléctricos se extienda a los híbridos y recordó que en Medellín las cuencas 3 y 6 operan con buses a gas, los cuales irán a servir en el transporte público colectivo una vez se complete la flota eléctrica del Metroplús.
“Nosotros lo vemos como un paso gradual al proceso de cero emisiones. Creemos que la ruta que ha pensado el alcalde (Federico Gutiérrez), de que Medellín y el Valle de Aburrá sean el territorio de la movilidad eléctrica en Latinoamérica, es clave”, afirmó y recordó que la ciudad tiene ya constituido un ecosistema de “electrolineras” que permitiría la circulación de 5.000 carros eléctricos o híbridos
“Con la ley de financiamiento se había hecho un planteamiento en contravía de la sostenibilidad y la renovación vehicular que deben hacer los territorios. El problema nuevo es que se gravan los vehículos a gas, que no estaban gravados, y fuera de eso los biocombustibles. Y hay que revisar el tema de la movilidad limpia completa”, enfatizó.
A juicio de Prieto Soto, el Gobierno corrigió el hecho de que las bases del Plan de Desarrollo frente al cambio climático no estaban conversando con la Ley de Financiamiento.
“Hemos planteado desde muchos sectores un llamado respetuoso al Gobierno Nacional; si se desmontan los estímulos va a ser muy difícil hacer el proceso de renovación y antes estamos buscando es más estímulos”, puntualizó.
Por su parte, Orlando Cabrales Segovia, presidente de Naturgás, también le pidió al Gobierno Nacional mantener los beneficios tributarios para lograr la masificación de los combustibles limpios y en el cumplimiento de los compromisos ambientales del país.
“El proyecto que se está discutiendo actualmente elimina las exenciones tributarias para las tecnologías limpias y para los kits de conversión de vehículos a gas natural, lo cual retrasaría la meta de tener una matriz más diversa que provea seguridad y sostenibilidad energética, y pondría en riesgo el cumplimiento del pacto por la sostenibilidad incluido en las bases del Plan Nacional de Desarrollo”, afirmó Cabrales Segovia durante un foro sobre movilidad sostenible celebrado el jueves en Bogotá.
Según el dirigente, la eliminación de los incentivos tributarios a la importación y a los bienes que contribuyen al cumplimiento de las metas ambientales provocaría el aumento en un 19% de las tecnologías limpias que hoy compiten con otros combustibles altamente contaminantes con consecuencias graves sobre la calidad del aire y la salud.
“Además, la ley de financiamiento impediría el avance en la conversión de vehículos a gas natural, pues aumentaría el valor de los componentes básicos de los kits de conversión de vehículos, los cuales han sido fundamentales no solo para lograr las metas medioambientales trazadas por el Gobierno sino también para el crecimiento de la industria”, añadió.
Andrés Emiro Díez, docente investigador de la Universidad Pontificia Bolivariana, coincide en que en el centro de este debate debe ser la calidad del aire, pues “es un hecho que la gente sigue optando por su propio vehículo y hemos visto cómo el incremento del parque automotor, tanto en automóviles como en motos” por lo que, sin IVA, la gente preferiría la moto eléctrica o el carro eléctrico.
“Otro problema es el cambio climático, porque en Colombia, si se importa el vehículo eléctrico, el combustible sería sustituido por energía eléctrica limpia, sin huella de carbono. El transporte es una mina de carbono gigantesca. Cada vehículo eléctrico que se pueda demostrar que sustituyó un vehículo de combustión, equivale a reducir entre dos y cuatro toneladas de CO2 al año y eso es muy representativo”, aseguró.
Por otro lado, Díez considera que es mejor negocio para el Gobierno exportar el combustible que se consumiría en el país y que la movilidad interna se mueva con energías limpias,
“Para el país es bueno que los vehículos no consuman combustible porque la brecha entre la producción de petróleo y las reservas es cada vez más corta y buena parte de los ingresos del gobierno dependen de las ventas petroleras”, añadió.
Por su parte, el director ejecutivo de Fenalco Antioquia, Sergio Ignacio Soto, expresó que habría sido improcedente y otro obstáculo para el proceso de insertar a Colombia en la movilidad eléctrica o híbrida, mantener el IVA del 18% para los vehículos eléctricos.
De hecho, a su juicio, el IVA del 5% que conservan “también hemos pedido que se elimine” porque encarece el costo.
“Esto demora y obstruye el proceso de motorización eléctrica que es absolutamente necesario, no solo en Medellín sino en toda Colombia y que respaldamos desde Fenalco”, finalizó.
El ingeniero Andrés Emiro Díez, investigador de la UPB, explica que la principal razón del alto costo de los carros eléctricos es su sistema de baterías, que contribuyen con entre el 30 y el 40 por ciento del valor.
“Ese es el punto crítico”, aseveró, pero añadió que ese precio ha ido bajando y “llegará un punto en que se estabilice, porque el mercado del vehículo eléctrico está creciendo en todo el mundo”.
Sin embargo esa bajada de precio no será indefinida porque hay una gran demanda en todos los países y la producción todavía no logra coparla.
“Se estima que en cinco años las baterías estén en el orden del 25 al 30 por ciento del valor del vehículo”, explicó.
Ahora bien, el docente señala que ese costo se compensa en el tiempo, bien en términos económicos o bien en otro tipo de beneficios.
“Si el uso es intensivo, se recupera la inversión; por ejemplo un taxi o el transporte de carga de paquetes. Esos son los nichos identificados en Medellín. En un automóvil no se recuperaría, pero nadie compra un carro por negocio, sino a pérdida, es un pasivo. Lo que se puede decir es que hay contraprestaciones como confort, proyectar la imagen empresarial como compañía limpia y eso tiene un valor importante”, explicó.
De otro lado, hay otros beneficios para el carro particular, como la exención del pico y placa o de los días sin carro durante las temporadas críticas de la calidad del aire. De hecho, a juicio de Díez, esta razón es la que ha hecho que la venta de carros esté creciendo en una tendencia exponencial.
“Se venden mucho mejor de lo que se creía, y las motos tienen una aceleración enorme en ventas”, puntualizó.