El inicio de obra del intercambio vial del Ayurá y el anuncio de nuevos proyectos viales contrasta con los graves problemas que registran tres troncales nacionales que comunican a esta región con Bogotá, la Costa Norte y con el Chocó.
Mientras que con toda la pompa que merecía la ocasión se daba este martes inicio a las obras de construcción del más grande intercambio vial en el sur del área metropolitana del Valle de Aburrá, en otras zonas de Antioquia seguía la enorme preocupación por el estado de varias y fundamentales arterias carreteables por su cierre, daños y registrar paso parcial o provisional.
La historia del desarrollo vial antioqueño ha sido dialéctico, pues de su gran atraso en la ejecución de grandes y rápidas carreteras para la comunicación terrestre dentro de su propia y agreste geografía y también con el resto del país, desde hace unos 25 años para acá la clase dirigente regional tomó muy en serio disminuir ese retardo o demora en avanzar hacia una mejor infraestructura vial en este territorio.
Por eso se puede decir que Antioquia está hoy en día en construcción por los grandes proyectos de conexiones o autopistas de cuarta generación, por excavar sus montañas para agilizar la circulación vehicular con la apertura de túneles, también con la modernización y agilización del tránsito en su neurálgica área central o metropolitana, igualmente por la justicia del Gobierno Departamental de mejorar las vías campesinas con el muy interesante programa de placas huellas, con la pavimentación de las carreteras de acceso a las cabeceras de los 125 municipios de Antioquia y para su conexión con Medellín, además de los planes de trabajar con otros departamentos para facilitar el flujo vial por vías no troncales.
Pero esa paradoja y dialéctica que registra la región la propicia su propia geología y geografía, además de la temporada invernal y por inesperados daños producidos por el propio ser humano.
Por eso al tiempo que los alcaldes de Itagüí y Envigado, León Mario Bedoya y Sara Cuervo, el director del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, Eugenio Prieto Soto y otras autoridades de esos dos municipios del Aburrá Sur encabezaban la ceremonia de inicio de obra del Intercambio Vial de La Ayurá, el Instituto Nacional de Vías, Invías y la Secretaría de Infraestructura de Antioquia trabajan en buscar soluciones a los críticos problemas que presentan tres Troncales del orden nacional que atraviesan a Antioquia y que impiden el normal paso de carros, sin señalar otros inconvenientes menores que afectan a la red de vías regionales.
Los alcaldes de Envigado e Itagüí y el director del Área Metropolitana encabezaron el acto de apertura de contrato del Intercambio Vial de La Ayurá.
Así las cosas, hay buenas y negativas novedades en el campo de la infraestructura vial antioqueña.
La más positiva noticia se registró en la veraniega y calurosa mañana de este martes de junio, a un lado de la estación Ayurá del Metro, donde protegidos por carpas, se llevó a cabo la “orden de salida” para el prólogo de la construcción del megraproyecto “intercambio vial La Ayurá”, que generará conectividad y mejor flujo de movilidad entre los municipios de Medellín, Envigado e Itagüí con la autopista sur y las vía regional oriental en ampliación.
Este inmenso proyecto en altura está concebido por el Área Metropolitana para entregar mejor infraestructura vial y así disminuir el tráfico de otros intercambios como los puentes Simón Bolívar (estación Envigado) y La Aguacatala.
Será un viaducto más grande que los últimos dos construidos sobre el Rio Medellín, como fueron el de la Calle 4 Sur y el de la Madre Laura, y que entrará en servicio en unos dos años, lapso que se estima tarde su construcción.
Vías departamentales
Por los lados del Gobierno seccional, que lidera el ingeniero Luis Pérez Gutiérrez, también se hicieron buenos anuncios para mejorar a futuro la conectividad vial de Antioquia con los departamentos vecinos de Caldas y Córdoba.
Durante su intervención en el reciente Encuentro de Dirigentes del Suroeste, que deliberó en Andes, recordó que en el Plan Nacional de Desarrollo del gobierno del presidente Iván Duque, quedaron incluidas intervenciones para las vías Sonsón - La Dorada, Caramanta - Supía y Jardín - Riosucio.
Por tal motivo este 21 de junio en Manizales se firmará el contrato para llevar a cabo los diseños definitivos de estas tres vías, que se harán con recursos de los departamentos de Caldas, Antioquia y del Gobierno Nacional.
La recuperación de estos antiguos corredores viales con Caldas hace parte de un interesante proyecto que también incluye al Departamento de Córdoba a través del nuevo ente territorial nacional llamado EnTerritorio, Empresa Nacional Promotora del Desarrollo Territorial, antiguo Fonade, para también rehabilitar las vías que conectan a San Pedro de Urabá con Valencia, Córdoba, y a Tarazá con San José de Uré.
Estos últimos frentes de carreteras también están incluidos como futuras obras para realizar conjuntamente esas dos regiones, que están a punto de convertirse en el segundo esquema asociativo regional del país, denominado Región Administrativa y de Planificación Especial, Rape, Antioquia y Córdoba.
El gobernador Luis Pérez ya se reunió con María Elia Abuchaibe Cortés, gerente general de EnTerritorio, y se abordaron todos los detalles tendientes a recuperar estas rutas que unen a esos tres territorios.
"EnTerritorio va a estudiar las propuestas y se espera que el 21 de junio se tenga todo preciso, para que con la directora y posiblemente con el presidente de la República, lleguemos a un acuerdo para hacer los diseños en fase tres y tener así todos los instrumentos para ejecutar estas obras tan importantes”, afirmó Luis Pérez.
El presidente Iván Duque presentó oficialmente hace algunos días a EnTerritorio, como la entidad que impulsará el fortalecimiento de las capacidades técnicas en los entes territoriales para promover el desarrollo regional.
De otro lado, el Gobernador de Antioquia también durante su presentación en el Encuentro de Andes aprovechó para decir que la pavimentación de la vía Amagá - Angelópolis, con una inversión de 25.000 millones de pesos, se encuentra en proceso de contratación y que se dio otro paso para hacer realidad en el inmediato futuro el circuito vial “Ruta del café”, en el Suroeste, con la terminación de la carretera Pueblo Rico - Jericó, para la que se adjudicaron los últimos 5 kilómetros.
Todos los anteriores anuncios, proyectos y buenas intenciones se unen a la reciente firma del convenio interadministrativo entre la Agencia Nacional de Infraestructura, ANI, la Gobernación de Antioquia y la Alcaldía de Rionegro para el diseño y construcción a doble calzada de la vía Calle de La Madera – Llanogrande – Aeropuerto José María Córdova, que es uno de los tramos con gran afluencia de turistas los fines de semana y puentes festivos, lo que origina grandes y lentas congestiones vehiculares, porque ese trayecto ya quedó muy estrecho.
Con una inversión de 120.000 millones de pesos se ampliarán 14 kilómetros de vía los que complementarán el desarrollo vial de Oriente y dará solución a la movilidad de ese territorio, al redimir el atraso en infraestructura vial por más de 30 años en Rionegro.
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Las contradicciones
Pero la otra cara vial de Antioquia, con serios problemas para la economía terrestre, se registra en tres neurálgicas troncales nacionales que atraviesan a este departamento y comunican con otras regiones colombianas.
Sigue cerrado el paso vehicular por grave daño de la banca en la Troncal del Café, que se convertirá en la Conexión Vial Pacífico 1, a la altura de la quebrada Sinifaná, entre Amagá y Bolombolo, también con limitaciones para el tránsito en el legendario y problemático sitio de La Huesera.
Por tal motivo, para este jueves 20 de junio se confirmó un debate de control político en la Asamblea de Antioquia, para buscar explicaciones a lo que está ocurriendo y también soluciones para que no continúen las dificultades en la comunicación con la subregión del Suroeste y también hacía el Chocó, porque la alternativa vial, con muchas limitantes, por el casco urbano de Venecia está ocasionando serios problemas a esta municipalidad, que ante ello ha tenido que establecer regulaciones a la circulación vehicular.
Entre tanto, sigue regulada y controlada la movilidad por la Troncal Occidental o carretera que une a Medellín con la Costa Caribe, por los daños causados por la corriente del Río Cauca a la banca de esta troncal nacional a la altura del municipio de Cáceres.
Pero quizás el mayor dolor de cabeza y más fuerte preocupación para las autoridades viales, se presenta en la carretera Medellín – Bogotá, en la cual surgió un profundo socavón o hueco debajo de la carretera en jurisdicción de Cocorná, que si no se atiende con prontitud podría destruir toda la calzada, provocando el cierre de este corredor vial, uno de los más transitados del país, provocando grandes pérdidas para la economía nacional y el transporte de pasajeros.
El Instituto Nacional de Vías, Invías, y la Policía de Carreteras ya están al frente de la emergencia y el reporte oficial es que los trabajos de recuperación de la carretera en ese punto tardarían unas dos semanas, mientras se ordenó paso provisional a una sola calzada, con congestión vehicular a lado y lado del problema.
Entre tanto, se armó el debate sobre cuál fue la causa de este grave daño. Invías asegura que había advertido sobre la situación que se podría presentar al Municipio de Cocorná, que respondió que nunca ha expedido licencias para que un particular procediera a realizar obras de alcantarillado para un parqueadero en inmediaciones de la vía troncal, pero conocedores alertan que los planes de ordenamiento territorial en los municipios que atraviesa la vía no se cumplen o no aplican.
Y en Giraldo se investiga si la destrucción de varias viviendas por derrumbes supuestamente esté relacionada con la construcción del Túnel del Toyo.
Invías comenzó los trabajos de reparación del daño en la carretera Medellín-Bogotá, a la altura de Cocorná.
Reporte de Invías
El siguiente es el reporte oficial de Invías sobre la emergencia vial en Cocorná:
El Instituto Nacional de Vías (Invías) trabaja arduamente para restablecer en el menor tiempo posible el tránsito por el kilómetro 7 + 500 de la autopista Medellín – Bogotá, sector Santuario – Caño Alegre, donde se produjo el colapso de una alcantarilla.
Así lo dio a conocer el Director General, Juan Esteban Gil Chavarría, quien además señaló que este daño no puede ser atribuido al Invías, por cuanto la situación es producto de unas obras mal ejecutadas por parte del propietario del predio aledaño a la alcantarilla.
Igualmente manifestó que actualmente, la vía está abierta con paso restringido. En virtud de lo anterior el Instituto procederá a demoler el pavimento que ya está socavado desde la parte superior de la carretera, al tiempo que se evaluarán las condiciones de la conexión fraudulenta, reemplazando la tubería y en caso de ser necesario construir la alcantarilla.
El ingeniero Gil Chavarría resaltó que la vía Santuario – Caño Alegre fue recibida por parte del Invías sin presupuesto para su atención el 30 de septiembre de 2018, de manos de la concesionaria Devimed quien tuvo a cargo su mantenimiento durante 19 años.
Sin embargo, desde ese mismo instante el Instituto Nacional de Vías, estableció un plan de contingencia y dispuso personal técnico, profesional, operarios, equipos y maquinaria, que unidos con los contratos de monto agotable y de mantenimiento rutinario han permitido atender las eventualidades que se han registrado en el corredor durante este tiempo.
En la actualidad, realizamos obras de parcheo y pavimentación en desarrollo de un plan tapa huecos y cursa trámite una licitación pública por un valor cercano a $30.000 millones, lo que permitirá realizar mantenimiento periódico con obras profundas recuperando la transitabilidad del corredor en toda su extensión, concluyó el Director General Juan Esteban Gil.