La universidad abierta y a distancia, una oportunidad más  

Autor: Ricardo Ernesto Torres Castro
16 marzo de 2020 - 12:03 AM

La universidad abierta, supera la fijeza, la limitación y la rigidez propia del modelo educativo

Medellín

Con el decreto 1330, las universidades han tenido que volver a revisar, tanto las oportunidades, los conceptos como las diferentes modalidades y la urgente necesidad de integrar propedéuticamente los ciclos de formación. Una de estas modalidades es la educación abierta y a distancia, que sigue teniendo como centro al estudiante, que lo vincula con un carácter educativo democrático, humanista y para todos, esto es, aquellos que, sin las mejores condiciones económicas, posibilidad de acceso a centros educativos, disponibilidad de tiempo, desarrollan el proceso de enseñanza – aprendizaje. Aunque hay hoy más universidades que han integrado esta modalidad en sus modelos educativos, lo cierto es que pareciera que no se está comprendiendo ni dimensionando lo que implicaría hoy hacer que una universidad tenga la capacidad de desarrollarse de una manera abierta y a distancia. Hace poco un rector escribía en un observatorio de educación que es irrelevante hablar de educación a distancia porque esta ya fue superada por el internet y las tecnologías de la información y la comunicación. Hay que volver sobre los conceptos para poder comprender bien lo de que se trata, de lo que es y no es.

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Recuerden ustedes cómo, posterior a la histórica crisis social del 68, las sociedades fueron cambiando, se fueron construyendo las grandes preguntas de los derechos y, en tono de reclamo social, la educación fue una protagonista central. Desde hace muchos años la pregunta de cómo hacer que la educación realmente sea para todos, nos llevó a plantearnos el problema de la cobertura como algo central. Sin duda, una de las respuestas que tuvieron estas preguntas fue la modalidad abierta y a distancia. Esta modalidad permitió construir nuevos escenarios de reflexión, construyó un mecanismo democrático sobre el cual cualquier persona, independiente de su edad, sexo, posibilidad económica todos tuvieron la posibilidad de acceder sistemáticamente al conocimiento orientado por metodologías y tecnologías. Sin embargo, acá está parte del problema: las metodologías no se actualizaron y contextualizáron y las tecnologías usadas ahora son obsoletas y poco integradas a los problemas que van surgiendo en la era de la singularidad donde la innovación y la digitalización son el orden del día. Me llama mucho la atención que, algunas universidades con esta modalidad, siguen creyendo que la solución es la virtualidad como núcleo y no sus metodologías, la flexibilización de los currículos y la urgente generación de capacidades, por supuesto, la generación de una oferta académica mucho más audaz.

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La universidad abierta, supera la fijeza, la limitación y la rigidez propia del modelo educativo. Inclusive, la universidad que se declara abierta tendría que ser coherente con su nombre y estar siempre en permanente proceso de admisión, capaz de recibir a cualquier estudiante en cualquier periodo del año, y por el uso de las metodologías y las tecnologías ser capaces de conducirlo en su proceso académico. Una universidad abierta promueve el ideal del hombre libre, su desarrollo creativo y la inteligencia de un currículo mucho más desafiante e integrador. Por otra parte, la universidad a distancia es aquella que le permite al estudiante seguir su programa académico valiéndose de los diferentes medios tecnológicos y metodológicos. Esta modalidad madura aceleradamente las dependencias que se generan entre docentes y discentes, como, del mismo modo, la espacialidad y las formas de relación que son determinadas en el modelo tradicional y que en la universidad a distancia se construye bajo otras formas. Las formas de evaluación, la comprensión del estudiante, su relación con el entorno educativo y las capacidades generadas son tan diversas como desafiantes. La universidad abierta y a distancia es una importante posibilidad. Seguramente hoy, no hemos sido capaces de entender su importancia y pertinencia, sin embargo, detenernos en su desarrollo permitirá a las instituciones generar nuevas formas de relación y desarrollo universitario.

 

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Comentarios:

Raúl de J
Raúl de J
2020-03-17 13:00:50
Creería que más que programas universitarios virtualizados o a distancia, lo que en realidad va a imperar son las demandas de cursos, diplomados, técnicas y tecnologías que apunten a demandas laborales concretas de las nuevas empresas derivadas de la Cuarta Revolución Industrial. ¡Creo que la "titulitis" se viene cuestionando, porque esta no garantizar el saber hacer!
Hector
Hector
2020-03-16 11:12:15
Muy buena reflexión sobre la universidad abierta y a distancia, efectivamente la educación actual y del futuro estará basad en los TIC de eso se trata la cuarta revolución industrial, de utilizar al máximo los medios y mediaciones en todos los procesos y por su puesto en la formación global. Sin embrago es necesario que los directivos de universidades tradicionales y docentes cambien el paradigma tradicional y logren flexibilizar el modelo de formación, saliendo de la clase magistral bajo el modelo frontal de educación, donde el profesor es el dueño del saber, para pasar a una formación basada en la interacción critica de toda la comunidad educativa y a su vez es necesario que el ministerio de educación deje de ver la formación mediada por medios tecnológicos como de menor calidad , cuando es al contrario de mayor exigencia para el estudiante que debe asumir roles de autodidacta en el proceso de aprendizaje.

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