La solidaridad se ha convertido en una táctica institucional para combatir los males de la crisis actual y lograr los objetivos comunes de una sociedad.
Por David Arroyave Correa*
Actualmente la pandemia del virus covid-19 no sólo ha hecho visible las dificultades a las que podría enfrentarse el sistema de salud, sino también, ha revelado las múltiples crisis sociales que habíamos naturalizado en nuestro modelo de relacionamiento social. Hoy, podemos ver más claro, lo frágil que son las vidas humanas que dependen de la informalidad laboral.
Sin embargo, también podemos percibir como la solidaridad, es y será por siempre uno de los principios rectores del relacionamiento humano más importantes. Hace poco leía en redes sociales un comentario que decía algo parecido a: “No todos estamos en el mismo barco, pero si estamos navegando en la misma tormenta, unos en barco, otros en lancha y otros nadando”, lo cual me parece que es una descripción muy gráfica de la actualidad. Pero, esta analogía permite también representar, como se ha materializado el principio de la solidaridad, pues todos hemos sido testigos de los “salvavidas” que personas y organizaciones han lanzado a esas personas que van “nadando” en esta “tormenta”, ayudándoles a obtener los recursos que necesitan para sobrellevar dignamente esa crisis.
Para ejemplificar esto, comparto en pocas líneas la solidaridad que se ha vivido desde el ADN Socya, una entidad sin ánimo de lucro, que como consultor y operador de proyectos socio ambientales, se dedica día a día en acompañar el desarrollo sostenible del país. Hace algunas semanas, al inicio de esta crisis, los trabajadores de la Institución, en forma voluntaria y decidida, sumaron esfuerzos para ayudar a los compañeros de trabajo, que estarían atravesando dificultades durante el periodo de aislamiento preventivo obligatorio, y fue así como se conformó el Fondo de Solidaridad, en el que se recolectó dinero para apoyar a los más afectados con esta situación, con alimentos y elementos de salud, atendiendo de esta manera a los más vulnerables, dado que sus familias han perdido sus empleos o fuentes de ingreso.
Y es precisamente la palabra solidaridad, la que mueve al mundo de hoy, en la que prima el interés colectivo al particular, la que mueve fibras, la que inspira, la esencia de servir, de ayudar al otro, eso moviliza las organizaciones, las familias y los diferentes sectores de la economía, lo que conduce a que cada país se sume a múltiples causas sociales, valorando cada instrumento necesario para proteger al ser humano del peligro que representa el virus.
Toda Organización, como todo ser vivo, busca la supervivencia por naturaleza, es por esto que cuando la vida en sociedad entra en crisis, hasta las organizaciones se suman, pues no solo está de por medio sus intereses, sino también su existencia. Los actores sociales tenemos objetivos comunes y uno de ellos es la continuidad de la sostenibilidad de la comunidad, es por esto que existe una corresponsabilidad y un compromiso sobre cómo proteger la vida y generar bienestar para los seres humanos.
¿Será que la solidaridad y otros principios sociales deberían estar siempre presentes en las organizaciones? ¿Será que la solidaridad no es solo para atravesar la crisis?
Líder de Relaciones Labores, Fundación Socya, socya@socya.org.co