Comfama y el Metro de Medellín tienen una alianza por la cultura y la lectura, como resultado de ella están las cinco Bibliometros del sistema y la colección Palabras rodantes, que en su título número 100 publicó una antología de Darío Jaramillo Agudelo.
“Soy vegetal. / Broté de una semilla, / voy echando raíces / y el amor me hizo florecer por una vez”, “Soy vegetal. / Mi más profunda vocación / es la quietud.”, ese fue el inicio y el término de Soy vegetal, poema que declamaba la estudiante Laura Londoño, obra de Darío Jaramillo Agudelo, poeta, novelista y ensayista colombiano.
Se trata de uno de los poemas incluidos en Primero está la soledad, una antología del nacido en Santa Rosa de Osos, Antioquia, en 1947, y que es el título número cien de la colección Palabras rodantes, una selección de autores de la literatura universal y contemporánea que hace posible la alianza por la cultura y la lectura de Comfama y el Metro de Medellín.
“Algo inédito en la literatura colombiana”, expresó Juan Luis Mejía, rector de Eafit, sobre el título, tras recordar que solo en Colombia selecciones de libros como la Colección Samper Ortega, la Biblioteca General o la Biblioteca Popular de don Gustavo Pombo, han logrado número igual de publicaciones. Y lo dijo en el sentido mismo de las Palabras rodantes, ya que “se trata de una colección que sirve para viajar, para que la gente la consuma de camino a su casa, a su trabajo, en fin”.
Cabe destacar que con las obras En la diestra de dios padre y San Antoñito, del escritor colombiano Tomás Carrasquilla, inició, en 2007, la colección Palabras Rodantes, y que cada mes se publican cerca de 12.000 libros con el fin de que los usuarios los tomen prestados, los lean y los roten para que otras personas también vivan la experiencia literaria.
Portada de Primero está la soledad, antología de Darío Jaramillo Agudelo para Palabras rodantes.
La nueva antología de Darío Jaramillo Agudelo recoge poemas que hablan del amor, el desamor y los amores imposibles, pero “también de la nostalgia que acaece en la vida, de los desollamientos, los conjuros de los momentos, de las conversaciones con Dios, son monólogos de alguien sin vos, son las razones del ausente”, narró el poeta ganador del Concurso de la Casa de Poesía Silva para el Mejor verso de amor en 1989 con su obra El otro.
Aunque es un escritor que se “pasea en varios géneros”, según declaró, este poeta santarrosano, tierra de otros hijos ilustres del género como Porfirio Barba Jacob o Rogelio Echavarría, reconoce en ese tipo de literatura su “casa creadora”, y como escribió en Historia de una pasión, uno de sus ensayos, “hubo un día en que supe: era la poesía lo que más me importaba, lo que más importaría de mi vida. La poesía es un sentido más amplio y desaforado, la ebriedad sin tiempo de una boca amada”.
Se habla propiamente de la poesía de Darío Jaramillo Agudelo a partir de 1977, tras haber logrado el reconocimiento como poeta al ganar el III Concurso de Poesía Eduardo Cote Lamus, con su libro Tratado de retórica.
En sus inicios, él no se reconoce en ningún grupo ni circulo literario, aunque en la historia de la escritura antioqueña se cuenta como uno de los autores de la llamada Generación sin nombre. Sus creaciones fueron aflorando en su sed de escribir lo que pensaba de la vida misma, dijo. Y aunque, muy joven, tuvo la oportunidad de conocer y aprender de Borges, su estilo poético fue se perfeccionado con el tiempo únicamente con su impulso de escribir bien sobre lo que estaba pasando a su alrededor, así lo afirmó.
Llamado El gran renovador de la poesía amorosa colombiana y uno de los mejores escritores de la segunda mitad del siglo XX, Jaramillo Agudelo tiene en su obra una poética caracteriza por el corte intimista, destacó el rector de Eafit.
En la foto, Darío Jaramillo Agudelo conversa con Juan Luis Mejía durante la presentación del título 100 de Palabras rodantes.
La creación literaria de este autor reúne también obras de novela y libros para niños. Su labor como antólogo, igualmente, es reconocida.
Historias, en 1974; Poemas de amor, 1986; Antología poética, en 1991; Cuánto silencio debajo de esta luna, en 1992; Del ojo a la lengua, en 1995; Cantar por cantar, en 2001, y Gatos, en 2005, son algunas publicaciones contenidas en su obra poética.
Reconoció, abiertamente, que es un autor que se inclina por desarrollar sus propios pareceres en la escritura misma. Igual al anhelo desarrollado en Biografía imaginaria de Seymour (Historias, 1974), cuando escribió sobre la posibilidad de una identidad múltiple, su obra es una constante alternancia entre lo real y lo imaginario, así como lo íntimo y lo colectivo.
Para celebrar la llegada al título 100 de Palabras rodantes, fue presentado el Tren de la Cultura denominado Momentos de Cultura título Nro. 100, en el cual se podrán disfrutar fragmentos de los libros publicados hasta el momento e ilustraciones alusivas.
En el Tren de la Cultura los usuarios pueden conocer los libros que están en las cinco Bibliometros del sistema, ubicadas en las estaciones San Antonio, Niquía, Itagüí y El Pinal, para ser tomados, leídos y devueltos para que otros usuarios los lean y las palabras sigan rodando.
Sobre esta importante alianza afirmó David Escobar, director de Comfama: “Desde Comfama queremos que la lectura haga parte de la vida cotidiana de los ciudadanos, que propicie y enriquezca las conversaciones en la casa, con los amigos, en el colegio y en las empresas, y esperamos que vengan muchas colecciones más, autores del mundo e historias con las que los antioqueños, lectores y enamorados de la lectura puedan disfrutar del viaje”.
Y por su parte, puntualizó Tomás Andrés Elejalde, gerente del Metro de Medellín: “Nos llena de mucha satisfacción contar en el Metro con estos espacios para la lectura porque las personas dedican tiempo a ellas, al conocimiento, al aprendizaje y a cultura. Además, en estos lugares siempre hay actividades positivas para las personas. Mencionamos, por ejemplo, de forma especial la Bibliometro de El Pinal, la primera en estar en una plazoleta del sistema dado que allí nos visitan más de 80 personas de la comunidad diariamente, en su mayoría niños y jóvenes con deseos de aprender y soñar”.