Antecedentes políticos de la forma como Edison García, hoy detenido, logró llegar a la alcaldía de Barbosa.
En todo el extremo norte del Valle de Aburrá, en el municipio de Barbosa, nadie recuerda en su historia administrativa reciente y hasta pasada, un escándalo de la magnitud del que estalló la semana pasada y que condujo a la detención de su alcalde, de su esposa, de varios funcionarios de su gabinete y de un contratista por supuestos actos de corrupción en contra de los recursos públicos de este municipio.
Esta crisis, según el concejal de esa municipalidad Juan Carlos Moreno, fue recibida con mucho dolor y tristeza, pues un alboroto de esa talla “no lo había vivido nuestro municipio en toda su historia”.
El pasado 18 de octubre fueron capturados por orden de la Fiscalía el alcalde Édison García Restrepo y su esposa Duberleny Jiménez Betancur, junto con los siguientes miembros y exintegrantes del equipo directivo del municipio de Barbosa:
Exsecretaria de Hacienda: Belén Rendón Estrada.
Asesor jurídico: Juan Carlos Castaño Rico.
Exsecretario de Bienestar Social: Luis Fernando Suárez.
Exsecretario de Planeación: Carlos Julio Ramírez Arboleda.
Nutricionista del hospital y representante legal de una corporación: Verónica Johanna Olarte Orrego.
Y el contratista Francisco Luis Madrid Madrid.
De acuerdo con el proceso que adelanta la Fiscalía se está investigando una supuesta red de defraudación contra el Municipio de Barbosa, mediante la creación de fundaciones y corporaciones paralelas o de fachada para contratar con sobrecostos con el Municipio.
Antes de estos graves hechos en Barbosa sólo recuerdan como episodios escandalosos el asesinato del candidato a la alcaldía en los años 90 que era muy favorito, el médico y exalcalde León Carmona Molano. Más recientemente la condena a 7 años y 2 meses de prisión de Reinaldo A. Cataño Tobón por la creación de una nómina falsa que operó entre el 2011 y 2015 en ese Municipio. Y la agresión del hoy alcalde enjuiciado a policías locales y por la cual fue sancionado por la Procuraduría, a tres meses, decisión que fue apelada pero el ministerio público acaba de anular esa sanción.
La historia política de este alcalde se remonta a los tiempos en los cuales el bipartidismo liberal y conservador dominaban el ámbito público en Barbosa, antes y después de la primera elección popular, hace 30 años, de los alcaldes en Colombia, a partir de 1988, y la aparición a finales de siglo pasado y luego a principios del siglo XXI de partidos como Cambio Radical y el Partido de la U, que comenzaron a disputarle a los rojos y azules la conducción de la administración de esta municipalidad.
El Partido Liberal a través del denominado “guerrismo”, mantuvo durante más de 30 años la supremacía política en Barbosa, que sólo se la disputaban el jaramillismo y el federalismo liberal. Entre tanto, el conservatismo sacaba las segundas votaciones para la alcaldía y el concejo.
El más caracterizado jefe liberal guerrista fue durante esa treintena de años León Carmona Arias, hoy ya muy anciano, y a quien denominaban “El Gobernador”, por su fuerte influencia sobre la política y los gobiernos municipales.
Entre tanto, el liberal jaramillista Alirio Restrepo era el más fuerte competidor de esa jafatura guerrista. Herencia que en años más recientes asumió el movimiento liberal de Eugenio Prieto y Óscar Marín, quienes surgieron en el jaramillismo.
En ese marco político nació y se formó políticamente el hoy encartado alcalde García Restrepo, quien fue dos veces concejal liberal, presidente del Cabildo y dentro de ese partido intentó ser candidato a la alcaldía pero fue vencido por Nelson Escobar, quien a la postre fue el mandatario.
Posteriormente y ya militando en el Partido de la U se le midió en tres ocasiones a la alcaldía hasta lograrla en el 2015.
La primera vez fue derrotado por Francisco Benjumea de Cambio Radical y en la segunda, el periodo pasado, por el liberal Hernando Cataño.
La tercera fue la vencida y llegó al poder municipal superando a otros cuatro candidatos. En esa eleccción, en octubre del 2015, sacó 8.475 votos.
García Restrepo es abogado de la Universidad Luis Amigó y las personas que lo conocen aseguran que viene de un estrato popular. A su papá lo mataron y la madre fue directora de la cárcel municipal. Además agregan que siempre lo motivó y lo apoyó económicamente y con votos Gildardo Agudelo, hoy un pensionado de Telecom.
Publicaciones como la revista Semana en un reciente informe sobre este alcalde y Barbosa aduce de supuestas relaciones no muy adecuadas o convenientes de este funcionario, que lo habrían ayudado a llegar a la alcaldía.
Entre tanto, políticos barboseños develaron que también recibió una mano electoral de su vecino copartidario del Partido de la U en Girardota, el exalcalde Luis Fernando Ortiz, contribución que fue recompensada con el nombramiento de varios miembros de su anterior gabinete en el de Barbosa, algunos de los que hoy hacen parte del grupo de detenidos.
Luis F. Ortiz, actual secretario de la Contaduría General de la Nación, explicó que “yo le ayudé como candidato pero a los tres meses de posesionado no me volvió a hablar.
De los que trabajaron en mi administración sólo se llevó uno. Pero son dos administraciones muy diferentes, dos estilos distintos y dos personas opuestas. Hay otros dos girardotanos entre los implicados, pero no trabajaron en mi gobierno. Solo uno trabajó conmigo como jurídico, pero no es de Girardota, sino de Envigado”.
En el 2016, al principio de su mandato, el alcalde Édison García adelantó un fuerte lobby para conseguir el traslado de la FLA a su municipio, proyecto que después fue descartado por la Gobernación de Antioquia.
En Barbosa critican su forma de ser y la de su esposa, al expresar que después de ser elegido alcalde se volvieron muy “pinchados”. A ambos los “mató el poder y los lujos que se deba el matrimonio”.
Hoy la Fiscalía pide cárcel para este alcalde por los supuestos delitos de: 1) interés indebido en la celebración de contratos, 2) peculado por apropiación, 3) enriquecimiento ilícito de servidor público, 4) cohecho, 5) prevaricato por acción, 6) concierto para delinquir y 7) contratos sin cumplimiento de los requisitos legales.
De su obra de gobierno le valoran las placa huellas construidas por un total de 20 kilómetros en las vías terciarias del sector rural barboseño, que ocupa el 97% del territorio.
Pero le critican los gastos en celebraciones y fiestas como la de La Piña que revivió y realizó cada año.
También se lamentan que el municipio está muy quedado en su desarrollo y señalan tres grandes deficiencias:
1. El gran déficit de vivienda.
2. La falta de oferta laboral y de instalación de empresas.
3. El limbo con el hospital que afecta los servicios de salud.