No cabe duda. Una de las grandes novedades de la actual carrera presidencial en Colombia será su final este domingo entre un sector tradicional de la política y una fuerza que nunca había estado tan cerca de disputar, efectivamente, el manejo de la nación, como es la izquierda colombiana, que no es de tan reciente creación como vertiente política.

Es así como el candidato de la Colombia Humana, Gustavo Petro Urrego, es el primer exguerrillero que se convierte en una alternativa electoral con probabilidades de ser gobierno, pasando a la segunda vuelta presidencial, enfrentado a las castas políticas que han ostentado el gobierno nacional, lo que era impensable en Colombia hasta hace pocos años, pero que hoy es una realidad.

Sin tapujos se puede decir que este domingo se miden dos extremos ideológicos: la derecha y la izquierda, pero esta última en la historia política colombiana no surge con la formación en la primera mitad del siglo XX del Partido Comunista Colombiano o de fracciones socialistas, siguiendo los cánones del marxismo leninismo, sino que las primeras ideas de la dialéctica o de las posturas contestatarias como modelo de Estado fueron promovidas por un matiz de izquierda dentro del Partido Liberal.

Las ideas socialistas en la historia, en las obras escritas del pensador y político colombiano Gerardo Molina, candidato presidencial en 1982 cuando sumó 82.000 votos, es un esfuerzo romántico de este mismo autor, para demostrar cómo el socialismo ha sido determinante en la estructuración del liberalismo colombiano.

Según Molina, la neutralidad del poder es una característica innegable y esto va tomando matices en la medida en que el Estado tiene un mayor nivel de intervención en la vida social y económica y ha sido, según su pensar, el partido de Gaitán el que a lo largo de la historia marcó la pauta que en algún momento hizo girar la rueda del poder en Colombia en dirección a la izquierda socialista.

Que Molina es sin duda el pilar del liberalismo progresista, es una verdad innegable, tan innegable como que siempre estuvo atado de corazón al Partido Liberal, por lo que en su obra “Las Ideas Liberales en Colombia” realizó su mayor esfuerzo para evidenciar las ideas socializantes de López Pumarejo, Uribe Uribe y el mismo Murillo Toro.

Consultado sobre este punto, el catedrático Rodolfo Correa precisó que “el Partido Liberal ha sido la única organización que teniendo dentro de su ideario fundamentos socialistas ha llegado al poder. La principal muestra de ello fue el Gobierno de López Pumarejo (1934 – 1938), quien siendo no solo un seguidor, sino un ferviente admirador del padre del neosocialismo francés, León Duguit, implementó, sin odios, ni lucha de clases en Colombia, un modelo de administración cuyo eje fundamental era la igualdad.

A decir del profesor Correa, luego de López Pumarejo, el siguiente y último aspirante presidencial de origen liberal en soportar su candidatura en el pensamiento socialista fue Jorge Eliecer Gaitán. De allí hasta hoy, el país renunció a tal plataforma y el único atisbo de programa presidencial con preeminencia de lo social – sin ser socialista- fue el de Samper a quien nunca dejaron gobernar.

Surge la otra izquierda

El vacío que dejó el liberalismo colombiano al desviar sus postulados sociales de izquierda, lo coparon otros sectores marginados del poder por conservadores y liberales, unos a través de la rebelión armada y otros por medio de la lucha política, sin lograr grandes éxitos electorales, pero muchos sinsabores, dolores y tragedias nacionales.

Nadie antes de la izquierda, como ahora Gustavo Petro, ha estado a las puertas de gobernar a Colombia. Sus 2.8 millones de votos en la consulta y sus 4.8 millones en la primera vuelta, que le permitieron pasar al repechaje de este domingo, es un toque de alerta, que indica que los colombianos podrían virar en el futuro hacia gobiernos de izquierda.

Recientemente consultamos al docente de Eafit, David Suárez sobre si puede ganar la Presidencia en Colombia un candidato de la izquierda y contesto que si fuera por historia y tradición no, pues grandes hombres de esa tendencia nunca ganaron, bien porque fueron derrotados en las urnas o porque fueron asesinados: Gerardo Molina, Carlos Gaviria, Jaime Pardo Leal, Carlos Pizarro, Bernardo Jaramillo Ossa, Petro en el 2010 y Clara López.

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Aunque la historia precisa que los orígenes de las ideas socialistas o de izquierda fueron promovidas por líderes de la izquierda liberal como Uribe Uribe, López Pumarejo y Gaitán, paralelamente y como producto del avance de las luchas reivindicativas de la clase obrera colombiana, se fueron formando organizaciones de esa ideología desde principios del siglo XX.

En un reciente trabajo de Carolina Bustamante, para el sistema informativo de la Radio Nacional de Colombia, se recuerda que los primeros intentos de promover las ideas socialistas en Colombia datan de 1926 con la creación del Partido Socialista Revolucionario (PSR), considerado como el primer partido marxista del país, con arraigo entre los obreros, campesinas e indígenas.

Sin embrago, entró en crisis tras el fracaso de la huelga de las Bananeras, en el hoy departamento del Magdalena, y pasó a llamarse en 1930 Partido Comunista Colombiano.

Posteriormente el general y único dictador colombiano del silgo XX, pero como producto de la inventiva de los conservadores, Gustavo Rojas Pinilla, creó la Anapo, como una organización de oposición al Frente Nacional de alternación entre liberales y conservadores, pero no es considerada por los analistas como una fuerza de izquierda, que aunque en los últimos años se vinculó al Polo, terminó su vigencia en medio de un alto desprestigio por los hechos de corrupción en el gobierno de Bogotá, que involucró a los nietos del general, Samuel e Iván Moreno Rojas, hoy privados de la libertad.

Algunos dirigentes de la Anapo como José Jaramillo Giraldo, Hernando Echeverri y María Eugenia Rojas, se presentaron a las elecciones presidenciales contra los candidatos del Frente Nacional (1958 – 1970), pero sin ningún éxito. Sólo el propio general Rojas Pinilla este 13 de junio pero de 1970 puso a temblar al régimen bipartidista, pero es derrotado estrechamente por el conservador Misael Pastrana Borrero. Para la historia quedó la anécdota que Colombia se acostó esa noche con un presidente y se despertó con otro.

UP, El M-19 y el Polo

Promediando los años 80 organizaciones guerrilleras como el ELN, las Farc y el ADO decidieron, dentro de la estrategia de todas las formas de lucha, incursionar en la lucha política democrática y crearon ante el descontento popular, el partido político de izquierda la Unión Patriótica, UP, que con el paso del tiempo se distanció del movimiento guerrillero, para iniciar un proceso de paz, pero sus integrantes fueron víctimas de un masivo exterminio, en el cual murieron unos 5.000 de sus militantes y también los candidatos presidenciales Jaime Pardo Leal y Bernardo Jaramillo Ossa.

Entre tanto, del M – 19, que surgió en la década de los años 70 como una propuesta de guerrilla urbana, se reintegró en el año 1990 al trasegar electoral legal, luego de un proceso de paz con el gobierno de Virgilio Barco (1986 – 1990).

Pero su comienzo democrático también despegó trágicamente, pues su primer candidato Carlos Pizarro Leongómez, fue asesinado y sustituido por Antonio Navarro Wolf, quien en los comicios de 1990 a nombre de la AD M-19 obtuvo la tercera votación con unos 754.000 votos, aspiración que repitió en 1994 con el aval del naciente Polo Democrático, que logró fusionar a los más importantes grupos de izquierda democrática del momento.

El Polo continuó su batalla en las urnas y en el 2002 presentó como candidato al líder sindical Luis Eduardo Garzón (680.000 votos), en el 2006 el prestigio profesor y jurista Carlos Gaviria impuso para el momento la mayor votación de la izquierda con 2.6 millones, en el 2010 debutó Gustavo Petro y lo apoyaron 1.3 millones de sufragantes y en el 2014 Clara López contabilizó 1.9 millones de votos.

El Polo comenzó una etapa de fractura de su unidad interna, que se inició con el marginamiento de Gustavo Petro, quien en este 2018 con su Colombia Humana tiene hablando a medio país y nervioso al otro. En la consulta de la izquierda del 11 de marzo sacó la mayor votación de la izquierda con 2.8 millones, que en el 27 de mayo dobló con sus increíbles 4.8 millones de apoyos y que lo catapultaron a la segunda vuelta de este domingo.

Para el profesor Rodolfo Correa “hoy Gustavo Petro representa el pensamiento socialista tradicional cuyos principios son: 1. Lucha de clases, 2. Eliminación de la propiedad privada y, 3. Dictadura del proletariado. Ideas todas totalmente ajenas a las necesidades de nuestros tiempos donde las ideologías han muerto”.

Este candidato intenta por todos los medios desvirtuar esos temores, por lo cual el pueblo en las urnas es el que elegirá el camino y futuro de Colombia.