Medios internacionales revelaron esta semana la presencia de 5.000 misiles rusos en Venezuela, lo que causó inquietud en países vecinos.
No cabe duda que las Fuerzas Armadas Bolivarianas tienen un papel clave en las crisis venezolana. El Gobierno se ha apoyado en ellas y los manifestantes opositores se les enfrentan cada día. La información divulgada por medios internacionales sobre la posesión de 5.000 misiles soviéticos confirmó nuevamente la influencia de Rusia en el armamento del país vecino. No obstante, el oficialismo no quiso salir a comentar las revelaciones. ¿Por qué Venezuela emprendió una carrera por el rearme? Según el analista en seguridad, Román David Ortiz Marina, se explica principalmente por “una visión paranoïca de una supuesta intervención de los Estados Unidos”, pero también por el deseo de Chávez de convertir a Venezuela en una gran potencia.
Misiles soviéticos
De acuerdo con los datos ue se conocieron, es “la reserva más grande conocida en América Latina” de misiles Igla-S, conocidos también como Manpads (man-portable air-defense systems en inglés). Son dispositivos personales, con una portabilidad de hasta seis kilómetros de distancia y tres kilómetros de altura para destrucción efectiva de su blanco. Pueden llegar a distancias y alturas superiores pero con menos impacto. Esas armas fueron inicialmente producidas durante la era soviética y son populares por su aspecto práctico. Desde principios de los años 2000, Estados Unidos había evocado el tema de manera interna. Un documento revelado por Wikileaks, escrito por el Secretario de Estado el 14 de febrero 2009 explicaba que “en los cuatro últimos años, el Gobierno de Estados Unidos ha acentuado sus inquietudes con el Gobierno de Rusia con respecto a la posible adquisición de Manpads y otras armas convencionales por parte del Gobierno de Venezuela. (...) El Igla-S (SA-24) es el Manpads más avanzado de Rusia y es considerado como el sistema de defensa aéreo portátil más letal.” Olmer Muñoz, docente de la facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Pontificia Bolivariana, explicó a qué se debe la venta masiva de armas por parte de Rusia que “está en un periodo de expansión, de competencia con EE.UU. La venta de armas corresponde a esta lógica. No es un tema nuevo, pero sí es un tema que afecta el equilibrio en América Latina. La compra de armamento por parte de Venezuela viene desde el Gobierno de Hugo Chávez, incluso alrededor de 2008,2009. Se entiende que Venezuela se está aprovechando de ese malestar que se está generando desde los últimos años de Hugo Chávez con respecto a la Revolución y de algún modo, para poder sostenerla, necesita mantener la unidad de sus fuerzas militares.”
Una potencia relativa
Aunque Venezuela haya apostado por el armamento masivo de su país, hay que matizar su capacidad bélica. Tiene un potencial similar a Colombia, pero no representa una amenaza de alta gravedad. Para Ortiz, “el estado de las Fuerzas Armadas venezolanas es muy lamentable. El mantenimiento del equipo es muy bajo y en muchos casos se encuentra en desuso. En consecuencia, la capacidad que tiene para usar el grueso de ese equipo es reducida.” De modo que aunque Venezuela cuenta con una multitud de armas y hombres, con un potencial similar a Colombia, según las clasificaciones, tiene una capacidad de movilización baja. Sin embargo, el analista en seguridad no generalizó el caso a todos los entes que componen las FF.AA. de Venezuela: según él, hay algunas secciones que tienen un potencial operativo serio.
Consecuencias en Colombia
Cuando el conflicto armado con las Farc estaba todavía vigente y lejos de toda negociación, la preocupación del Gobierno estadounidense con respecto al armamento venezolano tenía que ver con “el riesgo que (esas armas) se desvíen hasta las manos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), u otros terroristas y actores no oficiales” según el mismo informe revelado por Wikileaks. El analista Ortiz Marina también recalcó que el programa de rearme tenía como objetivo “tener la capacidad para presionar e influir sobre sus vecinos por medio de la amenaza militar. Ellos han intentado hacer esto en algunas ocasiones con Colombia: cuando intentó negociar un acuerdo de cooperación con Estados Unidos, Venezuela no hizo más que subrayar que eso podía generar una crisis”. Hoy en día, las principales preocupaciones conciernen a la frontera entre Colombia y Venezuela, y más particularmente la presencia de tropas en esa zona. Para algunos, la movilización del ejército venezolano es una táctica de distracción elaborada por Maduro para distraer a la gente de la profunda crisis que padece el país. No obstante, Ortiz Marina explicó que no era pertinente para el chavismo fomentar una crisis internacional para hacer diversión, por el peso de la oposición en esta situación. Para el analista, el único interés de crear un conflicto internacional, es de reforzar la relación entre el Gobierno y los militares, ante la duda que el cuerpo armado pueda disociarse del oficialismo.