El Nuevo Liberalismo respalda la educación pública, porque representa la construcción de justicia social.
El miércoles pasado los estudiantiles de Colombia marcharon como no lo hacían tal vez desde La marcha del silencio después del asesinato de mi padre. Esa marcha histórica dio origen a la Constitución de 1991. Así, alrededor de 400.000 estudiantes de universidades públicas, privadas y hasta el rector de la Universidad del Cauca, protestaron por el déficit que tiene hoy postrada la educación pública.
La problemática es clara, este sector pasa por uno de sus peores momentos, no tienen recursos para acabar este año fiscal. Tiene un saldo negativo de $1.4 billones para su funcionamiento y de $15 billones para infraestructura. La situación es alarmante, pero esperanzadora, el país está unido por una misma causa: encontrar una solución para esta crisis.
Sobre este tema, hace 48 años, cuando Luis Carlos Galán se desempeñaba como ministro de Educación, ante la conferencia general de la Unesco señaló que la educación debe “purificarse de todo clasismo y dejar de ser privilegio de los hombres y las naciones que tienen determinadas ventajas económicas y sociales” e indicó “no podemos seguir educando para conservar privilegios, cuando lo que se necesita es eliminarlos”.
Hoy esas palabras siguen vigentes, por eso el Nuevo Liberalismo respalda la educación pública, porque representa la construcción de justicia social en Colombia. La protesta social es una garantía constitucional que fortalece la democracia. Para nosotros, la educación pública es el aquí y el ahora en la construcción de libertad, igualdad y equidad en una sociedad democrática. Si los colombianos queremos ganar la paz, el camino es fortalecer humana y materialmente el sistema de educación pública nacional en todos sus niveles.
Por estos motivos, creemos que los $500.000 millones aprobados por el Ministerio de Hacienda no son suficientes. Las exigencias de los estudiantes son por $4 billones, es decir que todavía faltan $3.5 billones. Por eso, no entendemos como ante las Naciones Unidas el Canciller se jacta al declarar que la paz es un objetivo de todos los colombianos y que se va a trabajar en ella, pero aumenta el presupuesto para la guerra.
El Nuevo Liberalismo le exige al Gobierno Nacional tomar las medidas necesarias para que dentro del presupuesto asignado a la educación nacional, la educación superior pública sea un verdadera prioridad. #LaEsperanzaEsLaEducacion