Los siete primeros renglones sacaron las mayores votaciones de sus partidos, mientras que los mismos partidos que hoy hacen parte de la Duma antioqueña repetirán en el próximo cuatrienio.
Dos muy interesantes peculiaridades produjo la elección de la nueva Asamblea de Antioquia que despegará labores en enero próximo para el cuatrienio 2020 – 2023.
La primera singular situación se originó en el hecho que de las ocho listas de partidos o movimientos políticos con voto preferente, del total de diez que se inscribieron para la elección de la Duma seccional, pues dos fueron con voto no preferente o cerradas, en siete de las planchas abiertas el mayor elector fue el candidato que encabezó la lista con el número 51, que fue el radicado o numeración con que empezaban los listados de partidos para esa Corporación.
Esa muy curiosa coincidencia ocurrió con las listas del Centro Democrático, el Partido Liberal, el Conservador, Cambio Radical – Mira, el Partido de la U, la Alianza Verde y la Coalición Queremos o Polo.
En estas listas el primer renglón como el uribista Roque Arismendi, el liberal Luis Carlos Ochoa, el conservador Jaime Cano, Alex Osorio de CR, Jairo Ruiz de la U, Rogelio Zapata de los verdes y el polista Luis Eduardo Peláez fueron los hoy diputados electos más votados.
Esta casualidad seguramente será motivo de los estudiosos de los asuntos electorales, sobre todo para tratar de explicar por qué el elector tiende a marcar casi siempre en las listas abiertas para la elección de corporaciones públicas, el aspirante ubicado en la primera casilla, en desmedro de los otros compañeros del resto de la plancha.
Este fenómeno ocurrió el año pasado en la elección de las Cámaras por Bogotá y en Antioquia del Centro Democrático. En el caso antioqueño el primer renglón de esa plancha, el actual legislador Óscar Darío Pérez, obtuvo la increíble suma de votos que superó los 85.000, guarismo que nunca en su longeva trayectoria político y electoral había conseguido y menos cuando fue conservador ramista.
Esto lleva a pensar a algunos observadores que esa tendencia del sufragante la motiva el desconocimiento de los candidatos, del sistema electoral, del manejo del tarjetón o por física pereza. Aunque no se puede descartar que el votante lo haga por órdenes de sus jefes políticos.
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Pues como consecuencia de esta tan original realidad, los beneficiados obtuvieron altas y llamativas votaciones que no son comunes para el caso de la Asamblea de Antioquia.
Por ejemplo, el liberal Luis Carlos Ochoa, cabeza de lista, fue el mayor elector individual de la Asamblea con muy elocuentes 50.000 votos, cuando en los pasados comicios del 2015 sacó 27.000 sufragios como quinto renglón también de la plancha de su partido.
Pero el caso más representativo o el mejor ejemplo del fenómeno que estamos presentando, lo protagonizó Roque Arismendy en la lista del Centro Democrático. Hace cuatro años fue séptimo renglón y diputado con 14.000 votos. Pero ahora repite curul con 45.000 sufragios, seguramente favorecido por haber sido el primer renglón, lo mismo que pasó con Ana Cristina Moreno por quien en el 2015 votaron más de 41.000 ciudadanos, cuando fue líder de la lista del CD a la Asamblea.
Otras votaciones muy altas el pasado 27 de octubre fueron las del conservador Jaime Cano con 44.000 tarjetas y el debutante Jairo Ruiz del Partido de la U con 41.000 sufragantes, quienes también fueron cabezas de lista.
Jairo Ruiz (centro) debuta en la Asamblea Departamental por el Partido de la U.
Los partidos y los diputados
Mientras que para el entrante periodo desde enero habrá más de la mitad de caras nuevas entre los 26 diputados, en materia de partidos políticos no se presentó ninguna novedad importante.
Las mismas ocho formaciones políticas que hoy tienen asiento en esta corporación ratificaron su presencia en el próximo cuatrienio. Son el CD, liberales, conservadores, la U, CR, verdes, la ASI y la coalición Queremos, que en realidad es en el fondo o en la práctica el Polo.
Pero en cuanto a los integrantes de la Duma se presentan interesantes novedades, toda vez que sólo repetirán escaño en esa corporación once diputados aún en ejercicio, por lo cual la renovación es mayor al 50% al ingresar 14 nuevos corporados, mientras que uno retorna, Andrés Guerra, por la vía indirecta de la aplicación del Estatuto de la Oposición.
Lograron la reelección los CD de Roque Arismendy, José Luis Noreña y Jorge Iván Restrepo. Los liberales Luis Carlos Ochoa y Rubén Darío Callejas. Los conservadores Jaime Cano y Juan Esteban Villegas, además del verde Rogelio Zapata, Rodrigo Mendoza de la U, Alex Osorio de CR y el polista Luis Eduardo Peláez.
La quemada electoral más notoria la protagonizó el eterno diputado desde 1986 Jorge Honorio Arroyave Soto, quien no logró salvar su curul dentro de la lista del Centro Democrático, partido que tendrá ocho diputados, uno más que hace cuatro años, y que aumentó su votación total en más de 30.000 sufragios, aunque comparándola con la de Cámara del año pasado, que fue de 557.000 votos, están perdiendo en Antioquia más de 150 tarjetas electorales en un año.
Estrenarán curules a partir de enero por el uribismo Verónica Arango, Gregorio Orjuela, Luis Gabriel Gómez y Diego Díaz.
El Partido Liberal presentará tres rostros nuevos con María Eugenia Lopera, Juan Carlos Palacio y Jonathan Roldán.
Jaime Cano obtuvo la mayor votación del Partido Conservador.
La presencia en la Duma del exconcejal de Medellín, Álvaro Múnera, El Pilarico, es la novedad de los conservadores, que también tendrá al debutante bellanita suarista Juan Camilo Callejas.
La Alianza Verde que tendrá tres diputados, pues aumentó su bancada en uno, estrenará a Camilo Calle, mientras que retornará a la Corporación el popular Risas Jorge Humberto Echeverri.
Cambio Radical también tendrá nuevo diputado con Néstor Caly, lo mismo que la ASI con Daflis Romaña.