En estos momentos se puede asegurar que la presa de Hidroituango, así como las cavernas que alojarán los equipos de generación y transformación de Hidroituango se encuentran en condición estable. Opiniones sobre lo contrario se pueden tener y son respetables, pero los hechos, lo fáctico, se imponen.
La semana pasada la SAI facilitó un espacio afortunado donde su Junta Directiva y algunos invitados especiales tuvimos la oportunidad de asistir a sendas presentaciones técnicas por parte de Integral S.A, la firma de ingeniería diseñadora de Hidroituango y asesora de EPM durante la construcción de la obra, así como de la gerencia de Hidroituango S.A, la sociedad dueña del proyecto. Con la información recibida, este columnista se siente más seguro para continuar opinando sobre el caso de Hidroituango, orientado ya a analizar la experiencia como lección que pueda servir para enriquecer nuestro conocimiento, análisis de caso que se llama en el lenguaje ingenieril, que pueda servir como lección a las futuras generaciones profesionales: aprendemos principalmente de los errores ajenos, ya que los propios, por un mecanismo psicológico de defensa, tratamos de ocultarlos o minimizarlos.
Las presentaciones de Integral S.A y de Hidroituango S.A. a mí personalmente, y creo que a la mayoría de los asistentes a las atrás referidas conferencias, me dan confianza sobre dos hechos determinantes para el futuro del proyecto Hidroituango, a saber. 1). Las complementaciones del lleno prioritario de la presa y sus obras conexas garantizan ya una condición segura y 2). Las cavernas que alojarán la casa de máquinas, el componente vital junto con la presa del proyecto, por lo menos en su parte norte, donde se encuentran las tres primeras unidades de generación que entrarían inicialmente en operación, no han sufrido daños estructurales significativos.
Previamente el señor gerente de EPM había resaltado tres aspectos fundamentales sobre el estado de las cavernas, verificables en estos momentos por cualquier observador imparcial, gracias al acceso directo que se tiene después del cierre de las dos primeras compuertas. 1). El techo de las cavernas se conserva estable. 2). Las vigas que soportan la estructura del puente grúa (utilizado para el montaje de las turbinas y transformadores) resistieron la arremetida del caudal (la desviación del río por la emergencia del pasado mes de abril) y 3). El puente grúa se encuentra perfectamente instalado.
Pero ese mismo día de las atrás mencionadas presentaciones en la SAI, 12 de febrero, el periódico El Espectador, con base en opiniones de especialistas en el arte y técnicas fotográficas puso en duda la autenticidad de las fotografías que mostraban la condición estable las cavernas de Hidroituango, a las que llegó casi a calificar como un burdo montaje, un “render” (herramienta que usan geólogos y arquitectos para simular escenarios en computador). Esto sumado a las alarmistas opiniones de los recién graduados “ituangólogos”, a los cuales me referí en columnas pasadas y lo remarcan sendos recientes comunicados de la misma SAI y de la Asociación de Egresados de la Facultad de Minas-Ademinas, parecen direccionadas no sólo a crear dudas sobre la posibilidad de salvar a Hidroituango, sino sobre la misma idoneidad de la ingeniería antioqueña e internacional que ha estado a cargo de los diseños, construcción y atención de la contingencia. Opiniones se pueden tener sobre todo lo divino y lo humano y son respetables, pero los hechos, lo fáctico, es otra cosa: Si alguien me dijera que cree en brujas, lo respeto, pero que me diga que aquí al lado del computador donde estoy escribiendo esta nota hay una bruja, sí tengo que rechazárselo.
En estos momentos cuando ya se puede acceder a un sitio desde donde es posible observar de manera nítida y directa el estado de las cavernas de casa de máquinas de Hidroituango y tomar las fotografías que se quieran, a nadie en su sano juicio se le va a ocurrir armar montajes como suponen los expertos fotógrafos que asesoraron al periódico El Espectador o especular sobre el inminente colapso del macizo donde se alojan las estructuras subterráneas, como lo hacen las casandras, recién graduados como ituangólogos en la universidad a distancia que les ofrece cursos gratis en la radio, televisión y prensa bogotanas. Es que para llegar al sitio desde donde se supone se tomó la malhadada fotografía, que mira desde la culata norte hacia la culata sur de la caverna de casa de máquinas, se tiene acceso expedito para personas por la galería de construcción superior norte, a la cual, a su vez, se accede por la galería de ventilación o por el túnel de acceso a la central.
P.S. En la pasada edición dominical (17/02/19) del Periódico El Tiempo, el Señor Ex-vicepresidente Germán Vargas Lleras en su leída columna afirma que “tiene la convicción de que en torno a Hidroituango nunca se nos ha dicho toda la verdad”. Afirmación esta, que, en mi opinión, enrarece más el futuro de Hidroituango. Por otro lado este mismo columnista incluye a Integral en el consorcio constructor del proyecto, lo cual es incorrecto, ya que se trata del Consorcio colombo-brasilero Correa Camargo-Conconcreto-Coninsa Ramón H.