Por lo menos hasta febrero de 2020 tendrán que esperar los estudiantes de la Institución Educativa Colombia, del municipio de Girardota, para ver hecho realidad y operando el megacolegio que hoy se encuentra en un 97% de ejecución. Pese a ser uno de los más adelantados en su construcción en el valle de Aburrá, la obra fue suspendida. 

El panorama es más complejo para la comunidad de la Institución Educativa Atanasio Girardot, del mismo municipio, pues aún está por definir cuándo se reactivarán las obras del megacolegio que apenas iba en un 10% de ejecución. Hoy sus estudiantes se encuentran muy afectados y han tenido que recurrir a otras sedes para poder dar continuidad al calendario escolar. Es el caso de aproximadamente 400 estudiantes que reciben clase temporalmente en la antigua ubicación de la Junta de Acción Comunal del barrio Girardota La Nueva, adaptado como sede alterna debido a que en la primera ya no caben los estudiantes, manifestó el alcalde de Girardota, Bladimir Jaramillo García.

Como la Atanasio Girardot, son 35 instituciones educativas más en el valle de Aburrá las afectadas por el retraso en la construcción de los megacolegios a raíz de los incumplimientos por parte del consorcio Mota Engil (ver recuadro 1). Y es que, si por el Norte “llueve”, por el Sur tampoco “escampa”. En Itagüí, por ejemplo, son nueve megacolegios cuyas obras se encuentran suspendidas. De estas, ocho alcanzan un promedio de ejecución del 17.5% y la Institución Educativa Concejo Municipal, la más avanzada, está en un 60%. 

El panorama en las tres sedes de la I. E. Ciudad Itagüí, que no es muy distinto al de otras, está enmarcado por condiciones poco amigables para la pedagogía y el aprendizaje. A pesar de que el municipio arrendó e instaló aulas provisionales para tratar de suplir los salones, los estudiantes tendrán que seguir con sus bibliotecas guardadas, sin laboratorios y bajo un hacinamiento que se acentúa por el fuerte calor, las goteras cuando llueve, y las interferencias sonoras que llegan de las aulas colindantes, separadas por tan sólo una lámina metálica. Juan Ricardo Caro, rector de dicha institución afirmó que llevan cerca de 18 meses en estas condiciones y aún les falta por lo menos uno o dos años más así. 

De acuerdo con el nuevo cronograma del Fondo de Financiamiento de Infraestructura Educativa, Ffie, en agosto de 2020 sería entregado el primer megacolegio en Envigado, el de la I. E. Alto de las Flores. Sin embargo, la alcaldesa (e) de ese municipio, Sara Cristina Cuervo, se mostró incrédula frente al nuevo plazo y dijo que no quieren ilusionar a la comunidad.

Cuervo afirmó que siente frustración porque durante el cuatrienio la Administración ha culminado varias obras educativas, pero no ha podido entregar a la comunidad los tan esperados megacolegios. Calificó como “muy lamentable” lo que está sucediendo con estas infraestructuras ya que “el Municipio cumplió con todos los requisitos, procedimientos, predios, licencias, aprobaciones y recursos”. Envigado también se ha visto afectado por el incumplimiento de Mota Engil, pero a diferencia de otros municipios no ha tenido sobrecostos.

En total, en Antioquia son 56 megacolegios -36 de ellos en el valle de Aburrá-, que el Ffie adjudicó a Mota Engil y que se encuentran suspendidos o sin iniciar, dejando cerca de 70.000 estudiantes afectados. Ante estos retrasos en los proyectos, el gobernador de Antioquia, Luis Pérez Gutiérrez, le solicitó a la ministra de Educación, María Victoria Angulo, la devolución de los $60.000 millones que la Gobernación aportó para estas obras. 

Adriana González, gerente del Fondo para el Financiamiento de Infraestructura Educativa, Ffie, informó que en el país hay más de 227 solicitudes de terminación anticipada, de las cuales ya han notificado 57. En 12 de los 36 proyectos del valle de Aburrá se inició el procedimiento de terminación anticipada por incumplimiento en los contratos. 

En cinco de ellos (I. E. Colombia en Girardota, I. E. Enrique Vélez Escobar, sede La Providencia en Itagüí, I. E. Concejo Municipal en Itagüí, I. E. Barrio Olaya Herrera sede Calasania en Medellín y la I. E. Albert Lebrum Múnera en Bello) se acreditó el incumplimiento del contratista, se terminó la relación contractual y se encuentran en proceso de reasignación de contratistas para la reactivación de las obras. Para los proyectos restantes, el Ffie está realizando el análisis técnico y jurídico con el fin de identificar las causas de los retrasos y proceder a la terminación anticipada en los casos que haya lugar. 

De los 248 proyectos que le fueron adjudicados a Mota Engil en el país, sólo entregó 17 y hay solicitudes de terminación anticipada en más de 156. Para la reasignación de proyectos cuyos contratos hubiesen finalizado como consecuencia de los incumplimientos del contratista, Antioquia cuenta con una lista de elegibles de 21 proponentes. El Ffie tiene entre octubre de 2019 y enero de 2020 para asignar el nuevo contratista.

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Recursos asegurados

Eugenio Prieto Soto, director del Área Metropolitana del valle de Aburrá, explicó que los recursos aportados por las entidades territoriales, el Área Metropolitana y el Ministerio de Educación Nacional se encuentran resguardados en una fiducia destinada para tal fin. Para los 36 colegios del Amva, el Ministerio ha aportado el 63%, con $131.000 millones, los municipios el 17% con $35.500 millones y el Área Metropolitana, el 20% con $42.100 millones a la fecha. 

“Se ha avanzado en la ruta jurídica y en la convocatoria a otras empresas por parte del Ffie para reasignar esos contratos que se declararán en incumplimiento de manera anticipada”, para garantizar la culminación de los colegios, agregó Prieto Soto.

Independientemente del incumplimiento del contratista, los recursos están protegidos y garantizados en la fiducia, ya que el Ministerio de Educación viene aplicando un sistema de contratación sin anticipos, mediante el cual sólo se paga al contratista a medida que va cumpliendo y alcanzando lo pactado en el contrato. Dando además un parte de tranquilidad respecto a la campaña negra que algunos candidatos y partidos políticos vienen realizando en los diferentes municipios, generando preocupación sobre el destino de los recursos. 

El alcalde de Girardota, Bladimir Jaramillo García, afirmó que la próxima Administración de este municipio puede tener la tranquilidad de que durante su mandato se gestionaron los cerca de $20.000 millones para los dos megacolegios y el próximo alcalde no tendrá que preocuparse por estos recursos. 

El director del Área Metropolitana y los alcaldes solicitaron a la gerente del Ffie revisar la posibilidad de ajustar el cronograma presentado a realidades jurídicas y técnicas que permitan una mayor agilidad en el proceso para entregar los proyectos de infraestructura educativa a 2020 y 2021.

Gastos adicionales y perjuicios

Prieto Soto agregó que los alcaldes, en compañía del Área Metropolitana, quedan con la responsabilidad de sustentar los perjuicios que han tenido por el retraso y el incumplimiento de Mota Engil.

En Itagüí “hemos contratado aulas provisionales, arriendo, transporte, y hemos contratado empréstitos para poder destinar los recursos para la infraestructura y hoy todo esto desbordó el presupuesto”, afirmó el alcalde de esa municipalidad, León Mario Bedoya, quien resaltó que van a pedir el acompañamiento de la Procuraduría para que se puedan tasar estos perjuicios. 

Al respecto, la gerente del Ffie, explicó que están haciendo el análisis de indexación de ajuste de precios de todos los proyectos, el cual está por el orden de los $100.000 millones para todo el país y será asumido por la cuenta contingente del Ffie. Adicionalmente, están determinando los perjuicios que van más allá de los temas contractuales en que han incurrido las entidades territoriales. 

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La ministra de Educación, María Victoria Angulo, explicó que los incumplimientos con los megacolegios son en el ámbito nacional y hoy representan más de 5.600 aulas sin terminar, todas contratadas por el gobierno anterior. Germán Mora Insuasti y Mota Engil fueron las dos firmas contratistas que incumplieron los compromisos adquiridos dejando las obras frenadas. En el caso de las obras pendientes de la firma Mora Insuasti (aproximadamente el 16% del total) se optó por la cesión de contrato y ya se están reactivando las obras. Las obras a cargo de la firma Mota Engil seguro tendrán más obstáculos jurídicos que superar, ya que dicha firma anunció el pasado viernes que de no llegar a una conciliación, ella también demandará al Ffie por incumplimiento.
Angulo agregó que los organismos de investigación y control, como la Contraloría General, ya están indagando y serán los encargados de adoptar las sanciones a que haya lugar contra los contratistas implicados y los funcionarios que los contrataron, de acuerdo con los hallazgos que se descubran.

Antecedentes

Mota Engil solicitó terminación de Contratos Marco

El consorcio Mota Engil en días pasados envió un comunicado al Fondo de Financiamiento de la Infraestructura Educativa, Ffie, manifestándole su imposibilidad de continuar con la ejecución de los Contratos Marco y solicitar la terminación de estos. Además, denunció incumplimientos por parte del Ffie como: la falta de emisión de las órdenes de inicio de la fase de construcción y retrasos en pagos al contratista, entre otros. EL MUNDO intentó contactarse con un vocero del consorcio, pero manifestaron que no habrá ningún pronunciamiento por el momento.

Comunidades educativas, cansadas de esperar

Emanuel Garcés Botero, estudiante del grado 11, ha realizado todo su ciclo formativo en la Institución Educativa Ciudad de Itagüí, primero en El Tablazo y luego en la sede principal. Le tocó la demolición y el traslado. Guardaba la ilusión de graduarse en el megacolegio, pero con el tiempo, esta se fue desvaneciendo. Hoy, a pocos meses de terminar el año, su colegio sigue sin iniciar obras. “A uno le da tristeza ver el colegio que lo vio crecer, demolido. Las condiciones actuales no son las mejores. Los salones son muy pegados y se siente el ruido de los otros grupos”, agregó.  

Gabriel Porras Gómez, miembro de Asopadres y coordinador de la veeduría 231, que tiene competencia en la demolición, reconstrucción y dotación de la nueva Normal Superior de Envigado, calificó como “muy difícil” la situación de estudiantes y padres de familia a raíz de los incumplimientos en la construcción del megacolegio para esta institución. 

Los cerca de 2.300 estudiantes de la Normal están en hacinamiento y han tenido que adaptarse al cambio de jornada, en algunos casos, ya que fueron reubicados en varias sedes, como la escuela Fernando González de la I. E. José Manuel Restrepo Vélez, el colegio Marceliano Vélez, el Manuel Uribe Ángel y también tienen unos salones arrendados en el colegio privado Francisco Restrepo Molina. 

Los padres de familia, por su parte, han tenido que incurrir en mayores gastos en transporte ya que hay familias cuyos hijos fueron reubicados en diferentes sedes y les queda más lejos.
Samuel Porras Agudelo, nieto de Gabriel, antes de la reubicación aprovechaba las tardes para ir a clases de artística y natación, pero con el cambio de horario estos procesos se afectaron. Cerca de 150 jóvenes, entre ellos deportistas, han optado por cambiarse de institución por incompatibilidades con la jornada de la tarde. 

Porras Gómez agregó: “Respetamos los procesos, pero vemos que esto en vez de avanzar está en retroceso”, por eso están convocando a los padres de familia a un plantón y marcha, el próximo 8 de noviembre, en el terreno de la Normal, para sentar su voz de protesta contra el Gobierno Nacional.

Sobre las dificultades y cambios que ha implicado la reubicación, el rector de la I. E. Normal Superior Pedro Alonso Rivera, destacó que en las sedes temporales los han tratado muy bien, no tienen problemas de convivencia y el sentido de pertenencia está muy arraigado en la mayoría de estudiantes. Sin embargo, se muestra escéptico frente al inicio de obras, ya que al momento de adjudicado el proyecto, la entrega inicial estaba prevista para diciembre de este año. Y concluye: “Es mejor esperar que lleguen los obreros para tener seguridad de una fecha”.