Tiene un olor a barro mojado. Caminando por la calle Independencia, se pueden observar esas casas gigantescas, antiguas con patio central y techos altos
La ciudad de San Pedro Tlaquepaque hace parte de la zona metropolitana de Guadalajara, y ya casi alcanza a los 700 mil habitantes, está ubicada en el centro occidente de la República mexicana. Tiene un olor a barro mojado. Caminando por la calle Independencia, se pueden observar esas casas gigantescas, antiguas con patio central y techos altos. Sentarse una tarde a tomar algo y mirar la gente pasar es una de las actividades obligatorias para todos los que visiten este lugar. Fue elegida el año pasado como pueblo mágico, entre otras por su tradición artesanal, que además es evidente con solo llegar, porque por todas partes están los talleres y las orfebrerías que certifican la razón del reconocimiento de esos oficios que han pasado sus saberes de generación en generación. La licenciada María Elena Limón García fue la primera mujer elegida presidente municipal en toda la zona metropolitana y desde finales de 2015 hasta hoy ha ejercido sus funciones con lujo de detalles, al punto que los habitantes de este pueblo mágico la reeligieron en los comicios del 2018 para ser su alcaldesa por otros tres años más.
Tlaquepaque atraviesa en este momento por una de las crisis de seguridad más agudas de todos los tiempos, por lo que la licenciada Limón, ha emprendido una serie de acciones para tratar de contrarrestar esta situación de violencia generando una ruta de protección a las mujeres, enseñándoles defensa personal, entre otras. No es fácil gobernar un territorio con tantos altibajos, sin embargo, la confianza que ha depositado la ciudadanía en ella nuevamente es la prueba de su buen trabajo.
Ahora pretende hacer una activación ciudadana tan contundente que sea desde cada uno de los tlaquepaquenses que se le dé la fuerza al territorio para hacer de él, un lugar turístico de referencia para todo el mundo. Para cumplir con este propósito, quiere la presidenta municipal vincular a la ciudad a la red de ciudades por la construcción de ciudadanía e iniciar un camino donde cada uno de los habitantes sean protagonistas de la evolución de su Pueblo Mágico. Una gran apuesta para resolver un gran reto donde uno de los objetivos será sumarle todos los días al progreso de una de las regiones más prósperas del continente, y una de las más referidas en todo el mundo. ¡En hora buena Tlaquepaque! Es el momento de la gente, de las tradiciones típicas, empíricas y vivas, de la transformación. Un gran reconocimiento al trabajo de la licenciada María Elena Limón García por asumir el reto.