Con dos conciertos, que se realizarán el 16 y 29 de abril en el Teatro Metropolitano, la Orquesta Filarmónica de Medellín celebrá 35 años de historia musical en la ciudad.
El 16 abril de 1983, del garaje del maestro Alberto Correa, brotaron las primeras melodías de un grupo de músicos que buscaban que el coro Estudio Polifónico de Medellín tuviera una orquesta, que le permitiera trabajar sin depender de otras instituciones musicales.
En aquella época, ni el mismo maestro Correa se imaginaba que, 35 años después, ese esfuerzo se transformaría en la Orquesta Filarmónica de Medellín (Filarmed). “La orquesta se creó como una familia en la intimidad de un garaje, y ha conservado esa intimidad y familiaridad entre sus integrantes”, comenta el maestro Gonzalo Ospina, miembro fundador, concertino principal y director asistente de la Filarmed.
Para celebrar su historia, la Filarmed realizará dos eventos en el mes de abril. El primero, que se llevará a cabo el lunes 16 de abril en el Teatro Metropolitano, busca hacer un reconocimiento a aquellos que con su participación han contribuido al crecimiento de la organización.
Esa noche, los tres directores que han pasado por la Filarmed, Alberto Correa, Alejandro Ospina y Francisco Rettig, dirigirán tres obras que darán cuenta de su trabajo en la Orquesta. “El repertorio de ese concierto resalta la fiesta”, señala el maestro Gonzalo Ospina, quien añade que gracias a estos tres directores, la Filarmed ha trascendido fronteras.
El segundo evento se realizará el domingo 29 de abril, bajo la dirección del maestro Andrés Orozco- Estrada, quien fue nombrado director titular de la Orquesta Filarmónica de Viena para el periodo 2021-2022. Este concierto tendrá, además, la participación de la soprano Juanita Lascarro, del bajo barítono Valeriano Lanchas, y de los coros Arcadia, Tonos Humanos y Departamento de Música de Eafit.
“Para nosotros es un regalo que el maestro Andrés Orozco- Estrada venga a dirigir nuestra Orquesta. Él decide venir como un gesto de gratitud con la organización que le dio la primera oportunidad de tomar la batuta y dirigir una orquesta”, comenta Ana Cristina Abad, directora ejecutiva de la Filarmed.
El maestro Orozco- Estrada dirigirá Un Réquiem Alemán, de J. Brahms, una obra que, en palabras del maestro Ospina, “es de una inalcanzable belleza”, y que a diferencia de todos los réquiems católicos, “celebra la esperanza de la vida y no la pena eterna de los muertos”.
Durante estos 35 años, la Filarmed ha realizado más de 4.000 conciertos que demuestran que la Orquesta busca mantener vigente el patrimonio de la música sinfónica. Pero no es su único interés: la formación de públicos y de los futuros músicos de la ciudad, son dos de los objetivos que persigue la Orquesta.
Con este fin, la Filarmed ha creado una línea programática de conciertos para el 2018 llamada Música y Reconciliación, que según Ana Cristina Abad, le apuesta a la transformación del país, “para que la música y la cultura sean valores que persistan. Nosotros queremos que la música también enaltezca el alma”.
Durante los 21 conciertos de Música y Reconciliación, los asistentes podrán disfrutar de las obras de compositores colombianos y contemporáneos que se han inspirado en situaciones de conflicto y de problemáticas ambientales y sociales, así como de un momento de reflexión al inicio de las presentaciones.
Ana Cristina Abad reconoce que, pese a todo el camino recorrido, todavía hay retos y dificultades que la Filarmónica debe sortear. Uno de ellos es la financiación de la Orquesta, pues pese a que cuenta con un 52% de financiación de la empresa pública y un 42% de la empresa privada, sigue siendo difícil proyectarse y crecer.
“No hay una política pública que determine un apoyo constante y decidido para la Filarmed”, señala Abad, quien además agradece a quienes apoyan a la Orquesta y añade que la cuestión del presupuesto es “un reto de todos como ciudad”.
Por su parte, el maestro Gonzalo Ospina afirma que la Filarmed quiere que la ciudad “se sienta orgullosa de nosotros, no sólo por nuestra calidad sino también por el espacio que le abrimos a los músicos que se están formando”.
Empezaron en un garaje el 16 de abril de 1983. Hoy, 35 años después, tienen a Medellín como escenario y una meta clara: acercar la Orquesta a la ciudad y apostarle al poder transformador de la música.