El pasado diciembre, los Estados miembros aprobaron dotar a Naciones Unidas de un presupuesto de 5.397 millones de dólares para el bienio 2018-2019.
La ONU advirtió este jueves que atraviesa una situación financiera “problemática”, con dificultades de efectivo peores de lo normal, a causa de los retrasos de muchos Estados miembros a la hora de pagar sus contribuciones anuales.
El secretario general, António Guterres, escribió este jueves una carta a los empleados de la organización explicando el problema y avanzando que se están estudiando fórmulas para reducir gastos que no sean de personal.
Todos los años Naciones Unidas sufre carencias de efectivo a lo largo del año, pero 2018 está siendo peor que nunca, según el portavoz de Guterres, Stéphane Dujarric.
“Este año la sequía está llegando antes y con más fuerza que otros años”, aseguró.
Por ello, Guterres ha escrito también a los Gobiernos para pedirles que hagan sus aportaciones cuanto antes, explicó el portavoz.
Hasta ahora, 112 de los 193 Estados miembros han desembolsado al completo las contribuciones que les correspondían para 2018 y únicamente 48 lo hicieron antes del 9 de febrero, la fecha solicitada por la Asamblea General.
Entre quienes aún no han pagado está, como es habitual, Estados Unidos, que es el mayor contribuyente al presupuesto de la ONU y que debe abonar este año más de 591 millones de dólares.
EE.UU. tradicionalmente hace su desembolso hacia final de año a causa de sus procedimientos presupuestarios nacionales, algo con lo que ya cuenta Naciones Unidas a la hora de diseñar sus cuentas.
La mayor parte de los grandes contribuyentes han abonado su parte, como es el caso de España, Japón, China, Alemania, Francia, el Reino Unido, Italia, Rusia o Canadá.
Entre los que no lo han hecho, además de EE.UU., destaca el caso de Brasil, con una aportación prevista de más de 90 millones de dólares.
El pago más reciente recibido por la ONU fue el de México, que completó sus compromisos este miércoles.