A raíz del anuncio del Ministerio de Agricultura referente a la congelación de precios de los alimentos en nueve centrales de abastos del país, la Central Mayorista de Antioquia (CMA), ubicada en Itagüí, decidió no fijarlos. Eso significa que podrían aumentar o disminuir su valor entre el 15 de diciembre y el 15 de enero de 2018.

Con esta medida, el titular de la cartera agropecuaria, Juan Guillermo Zuluaga Cardona, explicó que más de 600 productos como granos, procesados, carnes de pollo, res y pescado en el ámbito nacional mantendrán congelados sus precios durante un mes. “Este es un acuerdo voluntario de las centrales de abastos del país y un regalo de Navidad para quienes prefieren al campo colombiano en la mesa”.

Ante esto, Dany Mariaca Rivera, vocero y director de comunicaciones de la Central Mayorista de Antioquia, argumentó que al ser una concertación de precios, sería sencillo estipularlos en productos como granos y abarrotes que no son perecederos, los cuales se pueden almacenar y su costo normalmente no varía tanto, sin embargo, considera que las frutas y hortalizas al regirse por oferta y demanda "dependen de factores climáticos, de periodos de cosecha, entre otros".

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A su vez, recordó que desde hace cuatro años, al ser la Mayorista una entidad privada de propiedad horizontal, han tomado la misma decisión, por lo tanto "no tenemos la potestad para decirle a un comerciante que está obligado a vender x producto a tal precio", debido a que su estrategia está regida bajo el mercado, y además, se verían abocados a la siguiente situación:

"Llegó un producto que el kilo lo venden a $500 pero entró en escasez, entonces al comerciante le cuesta $800 para traerlo y lo tendría que vender a $500 porque hizo un acuerdo", indicó el vocero, señalando que en ese caso, se deben tener en cuenta los costos que implican traer un producto, que además de regirse bajo la oferta y demanda, también se basan en factores climatológicos y de transporte. Por lo tanto, en ese tipo de casos, al producto tendrían que aumentarle su precio o sino el comerciante estaría sometido a pérdidas.

En contraste, podría arribar el mismo producto pero con sobreoferta, y en ese caso la tendencia es que tendería a bajar de precio "¿y por qué lo van a vender a ese valor, si lo pueden vender a $300?", agregó Mariaca Rivera, que para su concepto es una forma de "responsabilidad y transparencia decirle al cliente y al consumidor que los productos durante esta época tienen la misma tendencia durante todo el año", es decir que algunos están regidos bajo períodos de cosecha, y otros dependen de su cantidad.

El jefe de la cartera agropecuaria especificó que con este tipo de iniciativas, “se propicia una mayor oferta y el ingreso de más alimentos a las centrales de abastos”. Y ejemplificó que los martes a Corabastos ingresan en promedio 7.000 toneladas de productos, y actualmente el promedio de temporada de fin de año está en más de 10.000 toneladas.

También se refirió a que el sector de alimentos ya no es el que incrementa la inflación desde julio de 2016, cuando ocurrió el alza de precios impulsada por el Fenómeno de El Niño y por el paro camionero: “Hoy gracias al aumento de la producción encontramos que alimentos como hortalizas, verduras, legumbres y frutas pueden encontrarse a menor costo para el bolsillo de las amas de casa", comentó Zuluaga Cardona.

No obstante, Mariaca Rivera subrayó que a pesar que desde hace cuatro años, no se acogen a la congelación de precios, en la Mayorista no se ha presentado especulación con los mismos. Explicando que en dado caso que los costos aumenten por la sobredemanda en productos como uvas, arvejas, etc, que normalmente así ocurre por la temporada de fin de año, afirmó que estos podrían subir entre un 10% y 12%, sin afectar al consumidor, porque tampoco le beneficiaría al comerciante.

Por ejemplo, siguiendo el caso de x producto que tiene un precio de $500 el kilo y que dadas las circunstancias tendría un incremento del 10%, aumentaría a $550. O, si es un 12%, quedaría en $560.

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Según el reporte de precios de la Central Mayorista de Antioquia hasta el 14 de diciembre, los siguientes productos disminuyeron sus valores: aguacate hass, cilantro, pepino cohombro y tomate riñón, debido a sus grandes volúmenes de ingreso al centro de abasto.

Además, es importante destacar que la arveja verde, el brócoli, la cebolla junca, el mango tommy, la mora y el plátano hartón presentan estabilidad en sus cotizaciones.

Por otro lado, los alimentos que incrementaron su valor fueron: ajo, cebollas blanca y roja y tomate chonto. Los primeros por su escasez en el mercado y el último por tener bajo volumen de entrada a la CMA.

¿Qué opinan los consumidores?
A la mayoría de los consumidores de la región no les cayó muy bien la idea de no congelar los precios en la Central Mayorista de Antioquia, sin embargo, hay otros que opinan que la concertación no es una imposición para las centrales y entienden la situación de los productores y la dinámica del mercado.

Para Juan Fernando González Cano, consumidor de la CMA y administrador de un restaurante, “es una medida muy restrictiva para los clientes que tienen como referente a la Mayorista en temas de precios y calidad. Además, son medidas contraproducentes en la canasta básica familiar para el típico consumidor antioqueño, que dispone de las centrales de abastos por frescura en sus productos”.

Por otra parte, González Cano también se puso en los zapatos de los comerciantes y considera que la situación es comprensible, ya que algunos de ellos experimentan incertidumbre ante la competencia y disparidad de precios, ya que en ocasiones "los insumos tienen costos desmedidos o favorables, y podrían generar un conflicto a la hora de establecer precios. Sabiendo que ante su derecho, la Mayorista, como sociedad privada, dispone de tales medidas para proteger su patrimonio”.

John Vélez Correa, también consumidor de la CMA, expuso que “va a ser un golpe duro para la economía, y al ser mayoritarios van a influir en el mediano y pequeño comercio, que a su vez distribuyen en los barrios estos productos que los adquirirán las clases medias y bajas". E instó a que durante la época de fin de año consideren brindarles promociones y descuentos a los ciudadanos, ya que varios almacenes de cadena lo están haciendo.

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Asimismo, el consumidor Julio García Lopera dio a conocer su inconformidad y expresó que “la Central Mayorista no piensa en los usuarios, ni en el consumidor, sino en sus propios bolsillos. Si el ministro de Agricultura dice que se pueden congelar los precios y lo van a hacer otras centrales del país, ¿cómo es posible que en Antioquia no se pueda? Es inaudito”.

Camilo Cifuentes Gómez, otro consumidor de la Mayorista, quien optó por no irse a los extremos, manifestó que si no es muy representativa la diferencia en los precios de los productos no habría problema. Debido a que “también hay que tener en cuenta la posición de los comerciantes referente a los fletes y todo lo que eso conlleva”, concluyó.