Uno de los referentes del arte en Medellín hace dos décadas fue la extinguida Galería de La Oficina, la cual se consolidó en ese entonces como el lugar en el que artistas locales, nacionales e internacionales exhibieron lo mejor de sus trabajos. Al día de hoy, en ese espacio yace La Balsa, una galería con sede principal en Bogotá, fundada hace 10 años como un espacio sin ánimo de lucro dedicado a la cultura y que sólo hasta el 2013 comenzó su camino como corredor para el arte comercial.

Patricia Gómez, fundadora de La Balsa, comentó que por la “gran amistad” que sostuvo con el maestro Alberto Sierra decidió comprar el lugar en el que funcionaba la Galería de La Oficina, mucho antes de que el artista falleciera, para no perder la continuidad de la misma por problemas con sus dueños, sin embargo, tras el fallecimiento del galerista no sabía qué hacer con el sitio.

“Yo había comprado la casa en la que funcionaba la galería de Alberto, hace aproximadamente un año, porque la estaban vendiendo para demolición, entonces viendo que eso no tenía reversa me senté con los dueños de la propiedad hasta llegar a un acuerdo, con la idea de ayudarle a Alberto, lo que no nos esperábamos es que su fin llegaría tan rápidamente”, manifestó Gómez.
Añadió que tras los hechos sólo le quedaron tres opciones: venderla, arrendarla o usarla, por eso decidió probar suerte con su proyecto, considerando el valor cultural y simbólico del espacio para Medellín y su capacidad de acoger propuestas de arte de carácter internacional.

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El objeto de La Balsa

La Balsa, abierta al público el pasado 20 de octubre, brindará a los artistas, con investigaciones profundas, el espacio para su exhibición y comercio. Además apoyará a aquellos representantes del arte contemporáneo, artistas emergentes y de mediana carrera que residan en el exterior.

“Tenemos mucho interés por trabajar con artistas que están desarrollando procesos a más largo plazo, con más investigación y más conciencia, porque hoy en día el arte se nutre cada vez más, de mirar y estudiar las distintas formas de pensar en el mundo, lo que nos habla de mucha cosas como las relaciones entre la ciencia y el arte o la sociología y el arte”, comentó la directora de la galería.

Se verán además obras de artistas que trabajaban de la mano con Alberto Sierra como Rodrigo Callejas, Álvaro Marín o Ronny Vayda, quienes cuentan con una larga trayectoria en el medio.

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Curaduría y nueva exposición

En cuanto a los curadores que harán parte de este nuevo proyecto, Gómez explicó que en la actualidad ella ejerce esa labor central, no obstante, trabaja de la mano de un grupo de curaduría importante en el que están artistas independientes, curadores de otras esferas y curadores independientes, quienes viven fuera del país, además de manejar una alianza con un grupo en Francia que apoya las exposiciones y el concepto en general de manejo u orientación de la galería.

Asimismo, dijo que como asistentes cuenta con dos personas conocedoras de arte: María Uribe en Bogotá y Clara Arango en Medellín, quien venía trabajando con Alberto Sierra.
“En la medida que esas bases curatoriales que ahora se manejan se mantengan en sincronía, en la búsqueda que tiene La Balsa seguirán haciendo parte del aval del proyecto”, precisó Clara Arango, coordinadora de La Balsa en Medellín.

Explicó, además, que la galería fue abierta con una muestra de fotografía llamada Chiapas, insurrección zapatista, del fotógrafo francés Mat Jacob, en la que se registra, por un periodo de 18 años, la insurrección zapatista en las comunidades indígenas de Chiapas.
“Él estaba encantado por la dignidad de la resistencia. La muestra se compone de cuatro bases curatoriales que más que ser un registro cronológico habla más de diversos temas y lecturas que él hacía de la resistencia”, dijo Arango.

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¿Qué pasó con las obras exhibidas en De la Oficina?

Entretanto, Gómez explicó que las obras exhibidas en la galería eran de propiedad de los artistas y solo un 10% pertenecía a la colección privada del maestro Sierra, las cuales fueron entregadas a su familia.

“La razón social-comercial de la Galería de la Oficina al igual que las obras de la colección de Alberto fueron entregadas a su familia, los herederos, mientras que las otras obras fueron enviadas a los artistas respectivos para iniciar con este proyecto independiente”, puntualizó.

Por su lado, Clara Arango explicó que las obras que hacían parte de De la Oficina estaban en consignación, lo que quiere decir que todo lo que estaba en archivo, que no había sido adquirido por una colección privada o por un museo, era propiedad del artista.

“Cada uno de los artistas recogió el inventario de obras que tenía activo en la galería”, precisó.

El futuro cercano del proyecto

La exposición con la que el nuevo espacio cerrará este año será con Entre nos, una colectiva de artistas que ya han hecho parte de La Balsa, locales, nacionales e internacionales.
Esta galería funcionará de lunes a viernes en un horario de 10:00 a.m. a 6:00 p.m. y los sábados solo abrirá sobre citas en la misma famosa calle 10 que antes ocupada Alberto Sierra.