La fuerza de los estudiantes de hace 50 años no la tiene la juventud actual y parece que no estuviese indignada, que en palabras del profesor brasilero Bezamat de Souza Neto, significa la motivación para generar cambios importantes.
Mayo de 1968 en Francia, es tal vez uno de los hitos históricos más relevantes del siglo pasado, dada sus connotaciones estudiantiles y culturales. Como antecedente, Francia acababa de estar en una sangrienta guerra con Argelia, generando un sentimiento anticoloniaista en la juventud de aquel entonces en el país galo, a tal punto, que algunos cronistas lo comparan con las manifestaciones gringas en contra de la guerra vietnamita.
Por el lado de la economía, el mundo venía en recuperación postguerra mundial, pero, el crecimiento económico era lento y los estudiantes franceses no encontraban oportunidades laborales. En 1968 se constituye la primera agencia de empleo. En el campo político, De Gaulle estaba debilitado por las guerras coloniales en África e Indochina, la situación social interna, que lo llevó a dimitir del cargo en abril de 1969, luego de perder el referendo.
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Medio siglo después el mundo ha tenido importantes evoluciones como involuciones. El desplome del socialismo soviético 20 años después con el caída del muro de Berlín, el híbrido social capitalista de la China, el desarrollo y preponderancia de las economías del Asia Pacífico, marcan la diferencia del mundo oriental con el occidental, en especial en Latinoamérica, que gracias al “castro-chavismos” del socialismo del S.XXI, lograron revolucionar el continente, obteniendo más presidencias por la vía “democrática” que por las armas, hasta el punto de tener su propio bloque económico, el ALBA, Alternativa Bolivariana para los pueblos de América, hoy conocida como ALBA -TCP (Tratado de Comercio de los Pueblos), entre los países con más reconocimiento regional están Cuba, Venezuela, Ecuador, Bolivia, Nicaragua, de ellos, excepto Ecuador, tienen “presidentes democráticos” reelegidos por voluntad propia, marcando el retroceso socioeconómico en sus países. Igualmente, en la línea del socialismo del S.XXI estuvieron las naciones del cono sur del continente, pero en el hoy su modelo de desarrollo está desmarcado del diseñado por Castro y Chávez, en especial Chile, Brasil y Argentina.
El intento revolucionario de los estudiantes en Venezuela no prosperó y la oposición no tiene una cohesión significativa que le permita a los chamos salir del caos en el que están. En Nicaragua las protestas de las últimas semanas pusieron al matrimonio Ortega-Murillo contra las cuerdas, obligándole a desmontar la ley de Seguridad Social. Amanecerá y veremos.
La fuerza de los estudiantes de hace 50 años no la tiene la juventud actual y parece que no estuviese indignada, que en palabras del profesor brasilero Bezamat de Souza Neto, significa la motivación para generar cambios importantes socio económico, sin recurrir al uso de la fuerza, pero si a través del emprendimiento (no es similar a empresario).
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En Colombia, la generación estudiantil de 2018 tiene mucho que aprenderle a la del 68, pero recurriendo al uso del arma más importante de la democracia, el voto, y este mayo es el propicio para dar un verdadero golpe de opinión en las urnas, dejando de lado las redes sociales el 27 de mayo y acudir a las urna de forma masiva.
El futuro de la patria está en manos de los jóvenes ajenos al clientelismo y maquinarias políticas.
Revolución electoral y a conciencia, no en la desinformación y el miedo.