La extrema derecha debe tener presente que suscrita la paz con la Farc, lo ideal es enfrentarlos en las urnas y derrotarlos
Preocupante para la salud de nuestra democracia y de la paz de Colombia la animosidad que se muestra con las contramanifestaciones destinadas a sabotear los actos políticos de los contrarios, actos que a todas luces son inducidos por líderes locales o regionales de partidos políticos contrarios ideológicamente, como quedó demostrado en un acto público del partido Farc en la ciudad de Cali, como lo denunció la revista Semana y con la invitaciones de un conocido periodista noctámbulo en la redes sociales.
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Esos actos de saboteo generan más polarización, inducen a la violencia y pueden terminar en una tragedia. Por eso extraña que medios de comunicación y dirigentes nacionales aúpen o exalten este tipo de actividades. Ningún favor le están prestando a la reconciliación y a la tranquilidad de la patria. El odio no es buen consejero, el odio genera violencia, el odio es preludio de males peores, el odio envenena los espíritus, el odio no nos permite vivir tranquila y pacíficamente. Los líderes políticos, sociales y religiosos no están para seguir enrareciendo el ambiente tenso que se vive. Mesura es lo menos que el pueblo reclama de sus líderes y máxime de los que están aspirando a regir los destinos del país.
Lo que le sucedió a las Farc en Armenia, Cali, y otros lugares y al doctor Álvaro Uribe en Boyacá y Pereira, es preocupante. Se saben dónde inician las cosas, pero no dónde terminan. A finales del año pasado fui testigo de uno de esos eventos perturbadores: los doctores Antonio Navarro y Claudia López cuando hacían un recorrido por el centro de Medellín fueron objeto de chiflidos y gritos de un minúsculo grupo de activistas de un reconocido partido político, cuando los senadores llegaron a las inmediaciones de un centro docente los alumnos de éste salieron presurosos a enfrentar a los perturbadores del recorrido. Si no es por la intervención oportuna y enérgica de algunos docentes del plantel de la historia, los resultados de una confrontación física hubieran sido lamentables por la animosidad de los dos bandos.
La extrema derecha debe tener presente que suscrita la paz con la Farc, lo ideal es enfrentarlos en las urnas y derrotarlos y estoy absolutamente seguro de que así será. Igual enseñanza debe recibir el centro y la izquierda que combaten a Uribe Vélez con gritería e insultos. Además, agregaría que estos sucesos pueden generar solidaridad de muchos ciudadanos con los agredidos, lo que le resultaría contraproducente a los saboteadores.
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Prudencia y grandeza es la conducta por asumir y más por quienes fungen de conductores de opinión pública. Decisión de participar en los certámenes electorales para defender sus ideas y propuestas y oponerse a las que combate y rechaza. Así es la forma acertada como se resuelven las diferencias en una democracia.
Colombia clama más consideración y menos pugnacidad.