Las autoridades indonesias estimaron este martes que evacuaron entre 90.000 y 100.000 personas debido a la última erupción del volcán Agung en la isla de Bali, que ha llevado a cerrar el aeropuerto internacional Ngurah Rai ante el peligro de una mayor actividad, informaron fuentes oficiales.

Los centros de acogida repartidos por la isla atienden hasta el momento a 40.000 evacuados y la cifra aumentará durante el día, dijo el director de información de la Agencia Nacional de Gestión de Desastres (Pnpb, en indonesio), Sutopo Purwo Nugroho.

La Pnpb elevó esta mañana el nivel de alerta de erupción de tres a cuatro (el máximo), amplió la zona de seguridad a un radio de hasta diez kilómetros alrededor del cráter y avisó de una erupción "inminente" de más intensidad.

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"La erupción y los temblores han ocurrido de forma continua. Además, la lava sigue llenando el cráter y cuando rebose comenzará a deslizarse por la ladera. Hay posibilidades de una erupción mayor", indicó Nugroho en rueda de prensa.

Otro problema son los lahares, como se llama a los flujos de sedimentos piroclásticos y agua que se movilizan desde las laderas del volcán y cuya situación se ve agravada por la temporada de lluvias en Indonesia.

El cierre del aeropuerto que comenzó por la mañana durará 24 horas, con revisiones periódicas cada seis horas, y afectó a 445 vuelos y decenas de miles de pasajeros.

Las autoridades han recomendado el uso de mascarillas por la nube de ceniza de la última erupción, ocurrida el fin de semana, que alcanzó los 4.000 metros de altura y se mueve en la actualidad en dirección estenoreste hacia el mar y la isla de Lombok, aunque podría cambiar por el viento.

El volcán Agung se encuentra en el este de Bali, en el distrito Karangasem, y lejos de la mayoría de las atracciones turísticas.

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Se trata de la primera erupción magmática del volcán desde 1963, cuando las erupciones duraron casi un año y causaron mas de 1.100 muertos.

Bali es el principal destino turístico de Indonesia con una afluencia anual que ronda los 5,4 millones de visitantes extranjeros, según datos oficiales.

Desde el 22 de septiembre, la alerta de erupción del Agung ha causado pérdidas en la industria turística balinesa por valor de 20 trillones de rupias (uno 1.241 millones de euros), según Nugroho.

El archipiélago indonesio se asienta dentro del denominado "Anillo de Fuego" del Pacífico, una zona de gran actividad sísmica y volcánica que es sacudida por miles de temblores al año, la mayoría de escasa magnitud.