La presencia del exlíder guerrillero ungido de congresista, cuando está en medio de una investigación por temas de narcotráfico, irrita al país que reclama justicia y verdad en el Acuerdo de Paz.
Con los dedos de la mano haciendo la “V” de la victoria, el ahora congresista alias Seuxis Paucias Hernández Solarte, conocido como alias jesús santrich, llegó el pasado miércoles saludando a sus “nuevos colegas” de la Comisión séptima de la Cámara de Representantes, cuando se daba curso al temario aprobado en el orden del día.
El saludo hizo trizas el debate y el ambiente en ese espacio del Capitolio Nacional. Mensajes escritos y voces de rechazo rompieron la calma: “Paz sí, Santrich no”. “Santrich fuera”, decían los carteles que enseñaron muchos de los representantes, mientras se escuchaban enojadas declaraciones: "Esto es indignante…Es una burla para el país…Una bofetada para la gente de bien… Es un desafío a la sociedad colombiana…, exclamaban los parlamentarios.
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Y frente a tal espectáculo, el presidente de la Comisión, Jairo Cristancho, tampoco aguantó y de inmediato levantó la sesión, mientras los sectores opositores al Gobierno salieron en defensa de su amigo y camarada, reclamando respeto y debido proceso, mientras alias santrich pedía calma y sosiego, incluso al presidente Iván Duque, que el día anterior le había solicitado a la Procuraduría que suspendiera su posesión como representante a la Cámara.
“¿Cómo puede uno pretender que en un país tengamos un mafioso posesionándose como congresista? (...) La verdad, respetando a las instituciones, espero que, dado que la Procuraduría le está pidiendo a la Corte Suprema de Justicia que lo capture -con base en la evidencia que existe- también la propia Procuraduría suspenda del ejercicio de ese cargo a esa persona”, dijo el presidente antes de que el exlíder guerrillero se presentara el martes en la oficina de la Vicepresidencia de la corporación para tomar posesión del cargo que ya le habían reconocido el Consejo Nacional Electoral y el Consejo de Estado, pese a que sobre él pesa una investigación por los presuntos delitos de concierto para delinquir y tráfico, fabricación o porte de estupefacientes, ambos agravados.
Un nuevo trance que no sólo agudiza la división en torno al Proceso de Paz y el tema de justicia, sino que postra al país frente a la necesidad de solucionar otros temas de vital importancia para su desarrollo, pues mientras la gran mayoría de los colombianos y el mismo Gobierno lo llaman mafioso y narcotraficante, alias santrich se apoya en el irrestricto apoyo de su partido Farc y de la oposición para presumir de los beneficios de la duda que le otorga la Constitución mientras se realiza la investigación y del fuero de congresista que le ratificó la Corte Suprema de Justicia.
No hay buena fe
“Ese saludo de alias santrich fue interpretado por los congresistas como una clara muestra de la arrogancia y la soberbia de los excomandantes de las Farc, porque consideran que no han mostrado ningún gesto de arrepentimiento ni de humildad por todo el daño que causaron”, comenta Luis Javier Botero, entrenador ratificado en Noviolencia y militante del movimiento mundial de la Noviolencia.
“La gran fuerza de la Noviolencia está en la buena fe, que parte de la verdad. La buena fe es cuando se actúa de tal manera que no se quiere agredir al otro ni tomar ventaja frente a él, sino que se busca el bien común. El país está dolido porque mucha gente siente que le han dicho mentiras. Desde el principio de este proceso se dijo que no iba a haber impunidad y que no iba a haber puestos gratis en el Congreso. Pero todo eso se incumplió, terminó siendo una mentira y la gente lo siente como una agresión”.
A eso se suma, agrega, que “el gobierno de Juan Manuel Santos pasó por encima del NO en el plebiscito y dividió al país entre amigos y enemigos de la paz, a pesar de que el mismo constitucionalista Humberto de la Calle le dijera a Colombia, textualmente, que “si gana el NO, simplemente no habrá acuerdo”. Pero desconocieron el resultado del plebiscito e impusieron el proceso. Más tarde, tras la evidencia se violaron los acuerdos, alias santrich se presenta al Congreso con gestos que son desafiantes y ofensivos y, creo yo, confirman que las Farc nunca han actuado de buena fe. Y así es muy difícil que no se les mire con desconfianza”.
Pero hay algo mucho más grave, según Luis Javier: “Claramente todos los movimientos de las Farc han sido parte de una estrategia, lo que ellos siempre han llamado “las formas combinadas de lucha”, donde lo único que les importa es el poder. Y en ese sentido apunta que “no hay ninguna disidencia, ellos trabajan hoy políticamente en el Congreso mientras los distintos frentes que dejaron en los campos siguen activos ejerciendo la misma tarea de antes, todo con el único fin de llegar al poder. Para ellos ese ha sido siempre el objetivo.”
Un camino de acciones que en nada han ayudado al proceso de paz, señala Luis Javier, “porque si ellos -las Farc- hubieran entendido que había más de medio país opuesto, y hubieran actuado honestamente, de buena fe, con humildad, y hubieran hecho todo lo que prometieron en los acuerdos, la situación sería distinta. Pero hoy la gente se siente burlada y de ahí que el proceso de paz esté frente a un futuro muy incierto”.
Mucho más, advierte, “cuando seguramente esas situaciones producirán otras repercusiones internacionales, porque probablemente afuera no será bien visto que ante evidencia tan contundente como la que aportó Estados Unidos en la investigación contra alias santrich en el proceso que se le sigue por supuestos hechos de narcotráfico, no se castigue sino que más bien se le dé un premio permitiéndole posesionarse en el Congreso. Eso nos hace quedar muy mal porque muestra una seria falta de estabilidad y seguridad jurídica en el país”.
Declaran pérdida de investidura a alias iván márquez
Por no tomar posesión de su cargo dentro de los ocho días siguientes a la fecha de instalación de las Cámaras, como lo indican la Constitución y la Ley, y sin que mediara ninguna circunstancia de fuerza mayor que justificara su decisión, el Consejo de Estado declaró este viernes la pérdida de investidura como congresista del señor Luciano Marín Arango, alias iván márquez, uno de los designados por el partido Farc para ocupar las diez curules que les fueron asignadas en el Acuerdo de Paz firmado en La Habana por el gobierno Santos y el entonces grupo guerrillero.
La alegada inseguridad jurídica y física que argumentó alias iván márquez en su momento para no posesionarse, “no constituye fuerza mayor porque las dificultades en la implementación del Acuerdo no eran imprevisibles; sus consecuencias respecto del demandado no eran insoportables como quedó demostrado con la posesión de sus compañeros de partido”, aseguró el Consejo de Estado al señalar que “tampoco atendió las obligaciones que le imponía la Constitución ni observó lo pactado en el Acuerdo”, por lo que esta sanción es una manera de proteger la reintegración política colectiva de quienes dejaron las armas y evitar que se defraude nuevamente la confianza depositada en el Acuerdo.
Alias iván márquez, de quien se desconoce hoy su paradero, decidió apartarse del Acuerdo tras la captura de alias santrich en abril de 2018, por solicitud de la justicia de Estados Unidos que lo requiere en extradición en un proceso por narcotráfico.