Ingeniería y geografía

Autor: José Hilario López
25 septiembre de 2019 - 12:00 AM

Nuestro propósito es convocar a todas las profesiones relacionadas con el estudio del territorio y las prácticas desarrolladas para su aprovechamiento, la transdisciplina que, de manera preliminar, propondríamos nombrar como “ingeniería de los ecosistemas.

Medellín

José Hilario López

La ingeniería, para el propósito que me propongo desarrollar en este artículo, la vamos a entender como la aplicación de las matemáticas y del conocimiento de las ciencias naturales - obtenido mediante la investigación, la experiencia y la práctica profesional - para el aprovechamiento de las fuerzas de la naturaleza o para la solución de necesidades sentidas por las comunidades, todo dentro de una clara responsabilidad social y con la conservación de los ecosistemas. Esta visión en parte coincide con MIT School, que define la ingeniería como “El desarrollo y aplicación del conocimiento científico y tecnológico para satisfacer las necesidades de la sociedad, dentro de los condicionantes físicos, económicos, humanos y culturales.”

A su vez, la geografía es “La ciencia que se encarga del estudio de los  hechos y fenómenos físicos, biológicos y sociales, las causas que los producen, las relaciones existentes entre ellos, así como la localización sobre la superficie terrestre”. Esta definición del geógrafo francés Emmanuel Martone es esencial para entender la interrelación del hombre con el medio que lo rodea, en donde se desarrolla la vida, es decir la biosfera y sus ecosistemas, hoy en riesgo de extinción por el cambio climático. Ahora, como nunca antes, se requiere una concepción ampliada de la geografía, una transdisciplina que integre holísticamente la ingeniería con las ciencias de la tierra, así como con  la biología y las humanidades, transdisciplina que de manera tentativa llamaríamos “ingeniería de los ecosistemas”.

Lea también: Manuel Ancízar, el educador y su legado

“Los ingenieros y la geografía” libro del ingeniero Alfredo Díaz Piccaluga, editado en 2010 por el Instituto Geográfico Agustín Codazzi (Igac), recopila los avances  de la ciencia geográfica en nuestro país, cuyos hitos más importantes han sido la Expedición Botánica y la Comisión Corográfica, así como la consolidación de una institucionalidad materializada en el Observatorio Astronómico Nacional, la Oficina de Longitudes, la Sociedad Geográfica, el Igac y la geografía como cátedra académica, cuyos resultados más importantes se reflejan en el gran progreso de la cartografía nacional y en general, en el conocimiento integral del territorio.

Un ligero repaso de los estudios geográficos en nuestro país nos remonta al informe sobre aspectos físicos de la región de Tamalameque, entregado en 1579 por el alcalde de dicha localidad al gobernador de la Santa Marta, para atender una solicitud de Felipe II. Pero el primer estudio que se pueda denominar como geográfico en la Nueva Granada es un informe de 1774 de Andrés Areiza, Gobernador de la Provincia de Santamaría la Antigua del Darién, titulado “Comentos de la rica y fertilísima provincia de Darién”,  que incluyó mapas de la región, así como descripciones sobre las condiciones de vida de sus pobladores y una vasta descripción del territorio.

Saltando al Siglo XIX nos encontramos con la “Memoria sobre la nivelación de las plantas que se cultivan en la vecindad del Ecuador” de Francisco José de Caldas, enviada en 1803 a José Celestino Mutis, Director de la Expedición Botánica,  que según el ingeniero e investigador Darío Valencia Restrepo da cuenta de un verdadero descubrimiento científico. En 1805 Alexander von Humbolt publicó en Paris el “Ensayo sobre la geografía de las plantas”, el primero de treinta volúmenes con los resultados de los estudios que, en compañía de Aimé Bonpland, había realizado en la América española.   En muchos aspectos los hallazgos de Caldas y Humbolt coinciden, lo que en la historia de las ciencias se registra como simultaneidad y reconocimiento compartido,  aunque en nuestro caso el mérito histórico lo monopolizó el prusiano.  

En 1808 Francisco José de Caldas publicó el estudio titulado “Estado de la Geografía del Virreinato de Santafé en relación con la economía y el comercio”, donde describe el cuadro geográfico del Nuevo Reino de Granada, precisando sus límites, sus costas, su sistema montañoso, sus ríos, valles y planicies. Después de describir el territorio con sus límites y extensión,  indica la altura sobre el nivel del mar, el clima, la flora, la calidad del suelo, las condiciones atmosféricas y los fenóme­nos meteorológicos de las muy distintas y variadas regiones que integran el territo­rio nacional. En seguida analiza las ventajas, que hoy llamaríamos geoestratégicas, implícitas en la posición geográfica  del país, así como también el estado de sus vías de comuni­cación, fluviales y terrestres.

Además: La Comisión Corográfica, un proyecto de construcción nación

Sin desconocer los méritos de la Expedición Botánica, empresa del imperio español, los estudios geográficos compilados como patrimonio nacional empiezan con la Comisión Corográfica, dirigida por Agustín Codazzi, célebre geógrafo y cartógrafo italiano, quien llegó a Sudamérica a principios del siglo XIX. Cautivado por los ideales de la emancipación sudamericana, Codazzi se incorporó al ejército libertador neogranadino, en cuyas filas, gracias a la preparación militar adquirida en academias italianas, tuvo destacada actuación como hábil artillero que le posibilitaron ascender al grado de coronel. Finalizada la lucha por la independencia, el italiano se dedicó a lo que realmente le apasionaba, la investigación geográfica y cartográfica, iniciada con el levantamiento de la geografía del territorio venezolano. En la Nueva Granada Codazzi dirigió por ocho años la Comisión Corográfica, hasta su muerte en la población de Espíritu Santo, hoy municipio Agustín Codazzi en el Departamento de El Cesar.

Quiero volver a un escrito publicado el pasado mayo en esto mismo espacio, bajo el título “Geología, geografía y cambio climático”, donde me réferi a la geografía, como la ciencia que se encarga de estudiar las relaciones entre la sociedad y la naturaleza, que hoy, más que nunca debe ocuparse de lo urbano y de su acelerado crecimiento con la consecuente polución ambiental, así como de los impactos negativos de la agroindustria y de la ganadería extensiva, que se expanden a costa de la destrucción masiva del bosque nativo, como está sucediendo en La Amazonia. Se requiere además que desde la geografía y la ingeniería se atienda lo pertinente a la organización territorial, así como las nuevas formas espaciales que están configurando el panorama social en conjunción con los elementos naturales intervenidos.

Volviendo a nuestro propósito de convocar a todas las profesiones relacionadas con el estudio del territorio y las prácticas desarrolladas para su aprovechamiento, la transdisciplina que, para abrir la discusión, de manera preliminar, propondríamos nombrar como “ingeniería de los ecosistemas”, quisiera reunir aportes de  ingenieros, geógrafos, geólogos y ecologistas, así como de sociólogos, antropólogos y demás profesionales y estudiosos que puedan ayudar a madurar y concretar la propuesta. Todas estas contribuciones pueden enviarse a la Sociedad Antioqueñas de Ingenieros y Arquitectos-SAI, con cargo al suscrito (direcciontecnica@sai.org.co y/o  asistecnica@sai.org.co).

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Comentarios:

Jaime
Jaime
2019-09-25 10:07:18
Muy buen escrito. Interesante Memoria Histórica.

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