En Colombia, desde el gobierno de Virgilio Barco, los egresados de la U de los Andes, pregraduados y másteres en economía, con diplomas y títulos más avanzados en el exterior, dominan el ministerio de Hacienda
En México el 1 de Julio y en Colombia el 17 de junio de 2018 se eligieron a los presidentes que van a gobernar durante el próximo período presidencial de 6 años y 4 años, respectivamente.
En México se rompió la continuidad de los gobiernos del PRI-PAN, con la elección de Andrés Manuel López Obrador (Amlo), que vienen gobernando a esa nación desde la crisis de 1982 y que lo han hecho siguiendo el “mandato” (Consenso) de Washington de mercados libres y moneda “sana”. Sin embargo, en Colombia no se ha roto la continuidad, que salvo diferencias menores, marchaba también, como México, bajo la misma senda de las políticas neoliberales, con resultados no muy satisfactorios, y que han ampliado la concentración del ingreso, la riqueza y la tierra, y que no logran dar empleos formales a la mayoría de la población que vive del rebusque. ¿Cómo explicar que en Colombia una persona necesite 11 generaciones (más de 200 años) para salir de la pobreza y se ubique en el estrato de ingresos medios, según la Ocde? (Portafolio.com, ¿Cuántas generaciones necesitaría un niño para salir de la pobreza?, junio15-2018).
Los cuadros tecnocráticos y de gobierno en Latinoamérica han salido de las universidades privadas de elite, como el Itam (Instituto Tecnológico Autónomo de México -Puesto QS Mundo 651-700) en México, y de la U. de los Andes en Colombia (Puesto QS mundo 272), y que luego han tenido formación en EEUU en maestrías y doctorados.
En el caso de México, el propio Amlo ha resaltado el hecho en el gobierno de Peña Nieto: “Meade, como Videgaray, es egresado del Itam, la escuela de tecnócratas neoporfiristas que han dañado la economía de la gente y a la nación” (Amlo ataca a Baillères y su escuela de “tecnócratas porfiristas”, elfinanciero.com.mx, sept 13-2016).
La preeminencia del Itam en la formación de la tecnocracia mexicana, como expresión del conflicto entre los políticos tradicionales y la tecnocracia, no es una alegre coincidencia: “El Instituto planificó en esos mismos años su penetración en la burocracia del Estado para convertirse -como hizo, con éxito- en un factor de poder, apalancado en un grupo que supo ser inmune a las definiciones en las urnas” (Andrés Wainstein, La tecnocracia del PRI asume el poder sin intermediarios, lapoliticaonline.com, nov 11-2017).
Los titulares en la prensa mexicanos al referirse el Itam hablan por si solos: “La mafia “itamita” que controla al país” (proceso.com.mx), “Itam: la escuela de la Oligarquía” (themexicantimes.mx), etc.
En Colombia, por su parte, desde el gobierno de Virgilio Barco, los egresados de la U de los Andes, pregraduados y másteres en economía, con diplomas y títulos más avanzados en el exterior, dominan el ministerio de Hacienda, con Echeverry, Carrasquilla, Cárdenas Santamaría, etc.. También en la Junta directiva del Banco de la República tienen presencia desde 1991, cuando se implantó la clausula constitucional de la “autonomía” del B de la R., magna institución neoliberal monetarista. El Departamento de Planeación Nacional también ha sido uno de sus nichos preferidos para el diseño e implementación de políticas públicas, sobre todo en los cargos altos y no meramente de investigación, en donde los egresados de universidades públicas o privadas de menor orden son más visibles.
Los expertos al servicio del capital, no de la verdad
Una de las primeras apariciones, después de ser electo presidente, Iván Duque, que no es uniandino sino de la U. del Bosque (Sin puesto QS Mundo), fue asistir el 21 de junio, en la U de los Andes a la presentación del llamado El Gran Acuerdo Nacional por el Futuro de Colombia, cuyo objetivo es: “construir una Colombia mejor para todos”, y que es una iniciativa del BID, Andi, Fenalco, Proantioquia, Camacol, U. del Rosario, U de los Andes, y otros. “Mejor para todos” es un decir. El modelo neoliberal fondomonetarista-uniandino beneficia a una minoría.
Igualmente, uno de los primeros anuncios del presidente, en cuanto a la alta burocracia estatal, fue el de Alberto Carrasquilla, como ministro de Hacienda, y el de Andrés Valencia Pinzón en el ministerio de Agricultura. Ambos son egresados de los Andes. Y no se descuenta que los uniandinos tengan mayoría en el nuevo gobierno, así como la tuvieron en el gobierno de Santos: “para no ir muy lejos, mi Gobierno parece un salón de clases de la Universidad de Los Andes”. Y para pagar su gratitud, Santos creo el programa Ser Pilo Paga, que es un subsidio para las universidades privadas por admitir estudiantes de bajos ingresos y nombró omo su representante en el Consejo Superior de la UN (Puesto QS Mundo 275) a un exrector de los Andes.
En la columna La elite uniandina (elmundo.com, Mayo 3-2011), demostré que en las tres juntas directivas de las empresas públicas más importantes de Colombia, Ecopetrol, Isa e Isagen, predominaban los egresado uniandinos. Posteriormente, Isagen se privatizó totalmente, y ahora se propone el mismo camino para Ecopetrol, y el ministro Carrasquilla, para quien el salario mínimo es muy alto en Colombia, ha puesto entre sus prioridades estudiar y poner en capilla privatizadora a esta empresa.
Vea también: La élite Uniandina
¿Talento natural de los egresados de los Andes y del Itam? Según Daniel Little, “una universidad de élite proporciona una gran reserva de capital social para el egresado, y esto no está relacionado con el nivel real de logros y talento que posee el egresado”. (Education a Leveler?, march 4-2011).
Incluso, los egresados pobres becados en las U privadas no tienen las mismas oportunidades que tienen los egresados ricos y de elite, como afirmaba Alejandro Gaviria, ahora ministro de Salud de Santos y antes decano de economía de los Andes, explicando por qué: “(…) No son muchachos de la alta sociedad. No pertenecen a familias honorables” (“De buena familia”, elespectador.com, abril 17-2011).
Sin embargo, mientras en Colombia, hay una continuidad con la influencia de los Andes en los asuntos del estado, el Itam de México salió del juego. Amlo promete que la mayoría de sus ministros, 9 de 17, serán de la Unam (U. Autónoma de México- Puesto QS Mundo 113) según Forbes-México (La Unam se adueña del gabinete de López Obrador, julio 5 de 2018).
El reclutamiento y la elección de la burocracia que dirige el estado no es solo un asunto de meritocracia, sino también de inclusión y de movilidad social, dándole oportunidades a los egresados de las universidades públicas, que tanto en México como en Colombia no están por debajo de sus pares privadas en los ránquines internacionales, y en muchos casos las superan.
Los gobiernos cambian pero la policía queda, afirmaba un personaje en la película de Costas Gavras, El Estado de Sitio (1972). Es decir, a pesar del cambio de gobierno, el modelo permanece y sus hacedores y ejecutores de política también, como en Colombia. ¿Cambiará México?