Según las Naciones Unidas, los efectos causados por este afloramiento son inferiores con respectoa otros que se han presentado en Colombia y en América Latina.
El impacto ambiental generado por el derrame de petróleo La Lizama, Santander, en marzo pasado no fue "grande" en comparación con otros ocurridos en Colombia y América Latina, afirmó este domingo uno de los miembros de la misión de la ONU para atender esta emergencia.
"Se reconoce que comparativamente con otros derrames de petróleo que se han presentado en la región de Colombia y en la región de América Latina y el Caribe, este fue un derrame muy pequeño (...) desde el punto de vista estrictamente ambiental, el nivel de impacto no fue grande", afirmó Juan Carlos Bello, delegado de la oficina de Medio Ambiente de la ONU.
El crudo se vertió sobre las quebradas La Lizama y Caño Muerto, dos afluentes del río Sogamoso, que también resultó contaminado, entre el 12 y el 15 de marzo.
Los cerca de 550 barriles de petróleo emanaron del pozo La Lizama 158, perteneciente a Ecopetrol.
Según estimaciones de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla), el derrame causó la muerte de 2.400 animales, afectó a 1.800 árboles y un número significativo de personas tuvo que salir de la zona y recibir atención médica.
La misión de expertos de la ONU afirmó en abril pasado que el proceso de recuperación de la zona puede tardar un año, aproximadamente.
El 27 de marzo, la Anla ordenó el inicio de un proceso de sanción contra Ecopetrol por no haber "informado oportunamente" sobre el afloramiento de petróleo, por el que la compañía puede recibir una multa con base en la afectación ambiental causada.