Con una marca de 14,79 metros, conseguida en el quinto salto, la atleta antioqueña Caterine Ibargüen inició este jueves con victoria la prueba del salto triple de la primera parada de la Liga de Diamante en dicha especialidad, celebrada en Oslo, Noruega.

La marca registrada por la actual campeona olímpica es la mejor de la temporada, por lo cual Ibargüen venció con amplia ventaja.

El segundo lugar fue para la estadounidense Ketura Orji, cuyo mejor salto fue de 14,53 metros, en el segundo intento; mientras que el podio lo completó la jamaiquina Shanieka Ricketts, quien registró 14,41, en su último salto.

Los seis saltos de Caterine fueron válidos. Hizo un primer salto de 14,04 metros. En el segundo registró 14,40, mientras que en el tercero hizo 14,15. Tras el corte, en el cual quedaron en acción las ocho mejores, la del Urabá hizo un cuarto saldo de 14,5, y cerró en el sexto con 14,20 metros.

Ibargüen ya había competido en el presente año en dos paradas de la Liga de Diamante, en la prueba de salto largo, en las reuniones de Doha y Roma, en las cuales terminó primera y segunda, respectivamente.

La atleta nacional es la vigente campeona de la Liga de Diamante, tanto en el salto triple como en el salto largo. En el triple registra cinco títulos, mientras que en el largo venció por primera vez el año pasado.

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El año del triple reto

Es la mejor del mundo en el último tiempo del salto triple, indiscutiblemente. Lo demuestra su rico palmarés, que contiene múltiples triunfos en los certámenes más importantes del planeta, incluidos Juegos Olímpicos y Campeonatos Mundiales de Atletismo.

Caterine Ibargüen ha edificado una carrera deportiva descomunal. Con picos altos y bajos, pero siempre con la mentalidad de reinventarse y de querer superar sus propios registros.

2019 representa un año de altísima exigencia, el año del triple reto. El primero de ellos es mantener la hegemonía en la Liga de Diamante, en su especialidad del salto triple y también en el salto largo, prueba en la cual se proclamó vencedora por primera vez el año pasado.

El segundo reto va de la mano con lo anteriormente expuesto, y consiste en ganar ambas modalidades de la Liga de Diamante para acercarse nuevamente al galardón de la Atleta del año, que recibió por primera vez en 2018.

Y el tercero, si se quiere el más importante, es recuperar el cetro de los Mundiales de Atletismo, que se celebrarán en Doha, Catar, entre septiembre y octubre próximos.

“La negra grande de Colombia” logró sendos títulos orbitales en 2013 y 2015, en las ediciones celebradas en Moscú y Pekín, respectivamente, y en la pasada versión, hace dos años, en Londres, cedió su trono a la venezolana Yulimar Rojas.

Pero antes, Caterine intentará alcanzar en Lima su tercera medalla de oro consecutiva en los Juegos Panamericanos, un punto de apoyo ya proyectado con la obtención de la marca y el cupo para los Olímpicos de Tokio 2020, y con el que reforzará su anhelo de edificar un nuevo año de gloria.