La recuperación continúa tras dos años de contingencia en el proyecto hidroeléctrico Ituango, que este 28 de abril cumple dos años de trabajos para superar la crisis que puso en riesgo su futuro y su viabilidad, para que finalmente entre a operar la central antioqueña que generará la energía eléctrica para atender las necesidades de más de ocho millones de hogares en el país.
Una disminución del caudal de descarga del túnel auxiliar de desviación, GAD, se reportó aproximadamente a las 9:00 p.m. del sábado 28 de abril de 2018, lo que encendió las alarmas en el proyecto hidroeléctrico Ituango, a partir de ahí, varios hechos, como el destaponamiento del túnel de desviación derecho el 12 de mayo, ese mismo año, que causó una avenida torrencial afectando a Puerto Valdivia, y otras acciones de EPM, entre ellas el taponamiento definitivo de dos túneles y la adecuación de la casa de máquinas, han sido noticias de la megaobra antioqueña, que avanza para demostrar que han valido todos los esfuerzos posibles y a hoy, dos años después, se ve con claridad que la contingencia ya casi se supera del todo.
Inicialmente, este hecho se asoció con un taponamiento producido al interior del túnel y ese caos se mantuvo hasta la noche del domingo 29 de abril del mismo año, el reporte para ese entonces fue que la presión generada por el embalse, que se encontraba en la cota 278.03 msnm, removió de manera súbita el tapón y ocasionó una recuperación paulatina del nivel de descarga normal del túnel.
La alerta roja se prolongó por varios meses, y a hoy, con varios hitos cumplidos, y después de que Empresas Públicas de Medellín se enfocara en taponar estos dos túneles para definitivamente evitar los riesgos aguas abajo, y luego en terminar y poner en operación el vertedero, culminar el total de la presa en sus 435 metros sobre el nivel del mar, es válido afirmar que, paulatinamente, se han venido recuperando los modos y condiciones de vida de las comunidades impactadas por la contingencia.
En ese esfuerzo de atención para la contingencia, las prioridades han sido tres, la protección de las comunidades ubicadas aguas abajo de la presa, como la primera medida, atendiendo el bienestar de las personas y cuidando sus vidas; el cuidado del ambiente, como el segundo asunto en prioridad, respetando y preservando los ecosistemas, y la recuperación técnica de la obra, en un tercer momento, esta como la etapa final para superar la crisis.
Álvaro Guillermo Rendón López, gerente General de EPM, aseguró que en estos dos años de contingencia, la empresa no ha ahorrado esfuerzos ni recursos para disminuir los riesgos de las poblaciones localizadas aguas abajo del proyecto; en tanto, desde el primer momento el propósito fue sacarlo adelante, considerando que esta es una de las obras de infraestructura más importante del país y que cuando esté operando completamente su capacidad llegará a generar unos 2.400 megavatios de energía para atender las necesidades de más de ocho millones de hogares en el país.
En la Hidroeléctrica Hidroituango está puesto todo el futuro energético del país. No se puede olvidar que este constituye el “mayor reto que ha enfrentado EPM a lo largo de sus 64 años de historia empresarial. No solo durante su construcción, la empresa ha tenido que enfrentar y superar enormes dificultades de diversa naturaleza, sino también luego de la contingencia que se desató el 28 de abril”, recordó el gerente.
Y cuando se habla de complejidades del proyecto, se deben destacar tanto las técnicas, como las geológicas e hidrológicas, de eso ha sido muestra toda la contingencia. Las mismas han ocasionado impactos significativos sobre el trabajo planeado, y de las mejores cosas que han quedado de la crisis está el hacer uso de las últimas tecnologías aplicadas a la construcción de este tipo de obras, buscando superar todos los desafíos generados.
También, de estos dos años se puede destacar que el proyecto hidroeléctrico Ituango debió ajustar metodologías, recursos, logística y procesos, los cuales han permitido a EPM mostrar toda su experiencia en la planeación y desarrollo de este tipo de megaproyectos. Tampoco se debe olvidar que lo logrado en Hidroituango ha sido un reto también para la ingeniería colombiana.
El de Ituango, es un proyecto de la Sociedad Hidroeléctrica de ese municipio, conformada por los socios mayoritarios el Idea, la Gobernación de Antioquia y EPM.
Para llegar a lo que es hoy el proyecto, se diseñó el Plan de Acción Específico, que en la práctica es la hoja de ruta que ha guiado las decisiones y acciones de EPM en esta recuperación.
Usted puede conocer las acciones para las comunidades impactadas por la contingencia en el siguiente gráfico:
Pensando ya en los logros a 2021, Empresas Públicas de Medellín está trabajando a toda máquina para que el seguir adelante con las labores de recuperación de Hidroituango permita, finalmente, ponerlo a punto y que a finales de ese año comience a generar energía con la primera turbina de 300 megavatios.
Entre los logros de la contingencia, a partir del día uno de la situación, se iniciaron las obras para corregir el desplazamiento, de 15 metros de su lugar de origen, de las dos compuertas, con el peso de 300 toneladas, en el túnel de 2.270 metros de longitud, ubicado a 207 metros sobre el nivel del mar. Con los trabajos, ambas compuertas fueron reinstaladas y lo que seguirá en el proyecto será colocar el tapón de concreto de 23 metros de longitud, que permitirá sellar la galería, según explicó William Giraldo, vicepresidente de Proyectos de Generación de Energía de EPM, aunque advirtió que para poder hacerlo “primero tenemos que desviar un agua que hay allí de 10 metros cúbicos por segundo”.
Se debe precisar que, en toda la contingencia, EPM ha recibido acompañamiento del Departamento Administrativo del Sistema de Prevención, Atención y Recuperación de Desastres (Dapard Antioquia).
Ya la empresa logró instalar las compuertas, en 2019, y para julio o agosto de este 2020 estaría el tapón definitivo, y así se termina de desviar este caudal hacia el túnel de descarga intermedia para comenzar la construcción del sello definitivo.
El vicepresidente de Proyectos también detalló que en el sector donde tuvo lugar la succión que taponó la GAD inicialmente, que es llamado Romerito, las cuadrillas de EPM ya llegaron hasta allí e iniciaron los trabajos de estabilización.
De ahí, se continuarán obras en el caudal abajo para lograr conectar con la parte de captación, pues según William Giraldo, el asesor de la obra recomendó estabilizar esa zona para que todo el sector quedara revestido.
Además, el diagnóstico del estado de las obras civiles identificó la necesidad de instalar nuevos tensores y pernos en el complejo de cavernas, así como cambiar el recubrimiento de concreto lanzado. Para ello, EPM ha avanzado en reparar y habilitar los túneles de acceso principal a casa de máquinas y de ventilación y evacuación y concluyó el bombeo del agua que inundaba el complejo de cavernas, esto ha posibilitado el ingresar al sitio y comenzar labores de limpieza, además de retirar el puente grúa principal y todos los equipos dañados en la inundación.
Según la empresa, en este momento también se enfocan en “los trabajos de lleno y reparación de la oquedad que se encontró entre las captaciones 1 y 2, la cual ya está terminada y se encuentra en revisión final”. No obstante, la reparación del complejo de cavernas presenta un 65% de avance y el monitoreo diario de su estructura reporta un 100% de estabilidad.
En cuanto a la presa, allí se instaló una pantalla bentonítica (un tipo de arcilla del mineral montmorillonítica de muy alto límite líquido) en el muro del embalse, entre las cotas 380 y 418 msnm, con el fin de impermeabilizar el lleno prioritario que se construyó durante la contingencia.
Para el momento, el levantamiento del muro de la presa está en los 435 msnm, el nivel exigido por el diseño del Proyecto.
Es importante reconocer que, con estas obras, el embalse puede operar adecuadamente aun ante una creciente de un período de retorno de 10.000 años. “El estado actual de la presa permite el control del máximo riesgo posible de la futura central de generación de energía, que es el paso 22.500 m3/s por el vertedero que sería el máximo caudal que pudiera traer el río Cauca en su historia. Con las labores de recuperación, este riesgo ha sido mitigado para proteger la seguridad de las comunidades ubicadas aguas abajo”, indicó la empresa en su portal web.
Entre otros avances está que, en noviembre de 2019, se entregó a las comunidades la vía sobre la cresta de la presa, que permite la movilidad desde y hacia el municipio de Ituango, ubicado en el Norte de Antioquia. Igualmente, en el vertedero las obras están finalizadas y su operación es normal y estable, lo que constituye una buena garantía para las comunidades ubicadas aguas abajo, porque impide que en épocas de invierno se generen posibles crecientes súbitas. Además, opera a cabalidad, las 24 horas del día, el Centro de Monitoreo Técnico de EPM, con el cual se vigilan los principales frentes de obras civiles y el macizo rocoso, con los dispositivos especiales instalados, que evalúan permanentemente 650 variables geotécnicas, sísmicas, hidrológicas, hidráulicas y climatológicas, entre otras.
Destacando que las obras para la mitigación de los riesgos en el proyecto deben continuar, y aun así con las cargas adicionales que ha traído la pandemia de la covid-19, sin duda han sido grandes los esfuerzos de EPM y de Antioquia para superar la contingencia, en la que se va por buen camino.
También, puede conocer las acciones por la mitigación del impacto ambiental de la contingencia en la siguiente imagen: