En el valle de Aburrá también hubo comunidades de agricultores-ceramistas, cuyos vestigios más antiguos encontrados datan de unos dos mil quinientos años.
Orígenes de los aburrás. Cazadores-recolectores, agricultores-ceramistas
No ha sido posible identificar con precisión los orígenes ni los antecedentes de los indios aburrás. Las investigaciones arqueológicas realizadas en el valle de Aburrá no han encontrado vestigios que den respuesta a estos asuntos, en buena parte debido a que el suelo natural fue seriamente alterado muy temprano por la urbanización del territorio, con lo cual se han destruido casi todas las evidencias. Las excavaciones han recuperado objetos y elementos culturales solamente de los últimos dos mil quinientos años. Afortunadamente, en estos hallazgos se han identificado algunas semejanzas con vestigios encontrados en otras zonas del departamento de Antioquia mejor estudiadas, concretamente el cañón del río Porce y en el valle del río Magdalena y cuencas vecinas, lo cual permite inferir con buena confiabilidad información sobre los primeros a partir de estos últimos.
Las investigaciones realizadas en el cañón central del río Porce y la parte alta del río Samaná, en jurisdicción de los municipios de Amalfi, Yolombó, Cocorná, San Luis y San Carlos muestran la presencia de asentamientos sucesivos que tenían las características de cazadores-recolectores, de ceramistas-agricultores sedentarios y de pequeños poblados.
En Colombia, los vestigios humanos más antiguos se hallaron en la serranía de Chiribiquete, en la Amazonia, en cuevas con pinturas rupestres y otros elementos con 19.500 años de antigüedad. En las cuevas de El Abra en Zipaquirá, Cundinamarca, se encontraron vestigios humanos con doce mil años de antigüedad
En Antioquia, las manifestaciones humanas más antiguas se han hallado en el valle del Magdalena, 10.400 años antes del presente. Desde allí los pobladores pudieron seguir las rutas naturales de los ríos Porce, Samaná, Nare, Nus y San Bartolomé para ascender hacia los altiplanos y valles de la cordillera Central. Por ello no es de extrañar que en el cañón central del río Porce se hayan encontrado vestigios de ocupaciones humanas, nueve mil años antes del presente. Corresponden a comunidades cazadoras y recolectoras, que recorrían los bosques sin asentarse en ningún sitio determinado, capturando pequeños mamíferos, reptiles y peces, y recogiendo frutos, raíces y tubérculos, y que duraron en la región más o menos hasta hace unos tres mil quinientos años.
De su presencia dan cuenta herramientas rudimentarias de piedra, como: puntas de flecha; bloques lisos y cantos rodados con bordes desgastados, utilizadas para macerar alimentos; lajas de piedra afiladas en uno de los bordes, utilizados como ralladores, cuchillos y hachas. De esta época son los restos humanos más antiguos encontrados en Antioquia, concretamente en el sector La Cancana de Yolombó, a orillas del río Porce, con una antigüedad de siete mil años antes del presente. Siguiendo hacia arriba por el cañón de este río, estos hombres pudieron alcanzar el valle de Aburrá. Cerca de la quebrada Niquía en Bello se encontraron dos puntas de flecha talladas en piedra, similares a las del Magdalena medio antioqueño.
En el valle medio del río Porce se han identificado sitios de viviendas permanentes de grupos que se asentaron en la región hace unos seis mil quinientos años, porque consiguieron aplicar técnicas de agricultura para la producción de alimentos, en particular maíz, fríjol, auyama y tubérculos. Un grupo importante de esas comunidades, asentado en el sector La Cancana, de Yolombó, empezó a fabricar piezas de cerámica, lo cual constituye un avance tecnológico importante pues facilitó la cocción y almacenamiento de alimentos.
En el valle de Aburrá también hubo comunidades de agricultores-ceramistas, cuyos vestigios más antiguos encontrados datan de unos dos mil quinientos años. La agricultura se facilitaba por los suelos fértiles en las vegas del río Aburrá y sus quebradas afluentes, así como en las colinas bajas del valle.
Bibliografía parcial
Jorge Orlando Melo, editor, “Historia de Medellín” dos tomos. Compañía Suramericana de Seguros, Medellín, 804 páginas, primera edición, 1996.
Piedrahita Echeverri, Javier, presbítero. “Documentos y estudios para la historia de Medellín” Municipio de Medellín, 731 páginas, 1982
Continuará.