Las principales actividades económicas en la villa de Medellín en la Colonia eran la minería, el comercio, la agricultura, la ganadería, las profesiones liberales y la artesanía.
Actividades económicas en la Colonia
La burocracia estatal en la villa de Medellín fue pequeña y tuvo poco peso en el empleo y la economía. A diferencia de otras regiones de la colonia, en Medellín algunos cargos no eran exclusivos de españoles peninsulares, pues con frecuencia podían ser ejercidos por criollos, mestizos o mulatos libres, tales como el manejo del correo, del estanco del tabaco y del estanco del aguardiente. La razón principal era la poca población que tenía la provincia y la preponderancia de las actividades productivas, minería, agricultura, ganadería y comercio, sobre el servicio administrativo.
Las principales actividades económicas en la villa de Medellín en la Colonia eran la minería, el comercio, la agricultura, la ganadería, las profesiones liberales y la artesanía.
Minería. Los mineros que residían en la villa tenían sus minas en otras regiones de la provincia. En el período de la Colonia la producción de oro tuvo dos ciclos. El primero va de 1550 a 1640. La producción minera de Antioquia se concentró principalmente en Santa Fe de Antioquia, Cáceres y Zaragoza. Primó la mano de obra indígena. La importación de negros esclavos aumentó la producción para alcanzar un pico importante entre los años 1590 y 1610. Entre 1640 y 1680, la producción de oro tuvo un receso fuerte. El segundo ciclo va de 1680 a 1800. Se destaca la producción en el valle de Los Osos (Santa Rosa de Osos, San Pedro, Petacas y San Jacinto). En el valle de Aburrá y vecindades había pequeñas explotaciones en La Tasajera, San Cristóbal, Matasanos y Piedras Blancas. Esta minería no dependió solo de grandes empresas, sino de mineros pequeños y medianos, con su trabajo personal o con peones asalariados.
Comercio. En Medellín muchas personas se dedicaron al comercio, pues la posición geográfica de esta villa era más favorable para abastecer los mineros de las regiones vecinas, que la de Santa Fe de Antioquia y Rionegro. El comercio, como la minería, permitió acumular grandes fortunas. De hecho, llegaron a ser los hombres más ricos de Medellín. La gran mayoría de ellos eran blancos, aunque también hubo mestizos y mulatos libres. Frecuentemente, los comerciantes también ejercían el poder político y los cargos públicos
Profesiones liberales. Las profesiones liberales que se practicaban era la medicina y el derecho. Los abogados venían formados de Santa Fe de Bogotá, mientras que los médicos venían del exterior. Ni unos ni otros fueron abundantes en Medellín. También pueden considerarse en este grupo los pocos maestros que había en la villa.
Agricultura y ganadería. La agricultura y la ganadería servían principalmente para abastecer las zonas mineras de Antioquia. Un porcentaje alto de los residentes en el valle de Aburrá se dedicaban al cultivo de maíz, fríjol, plátano, caña de azúcar, yuca, arracacha, papa, col, repollo, ajo, cebolla, lechuga, aguacate, chirimoya, guanábana, piña, granada, limón, naranja, cidra y guayaba. Y también a la cría de ganado. Se distinguían entre los propietarios de grandes extensiones de tierra y los pequeños labradores y aparceros.
Artesanía. La demanda creciente para abastecer la minería y el comercio, y las grandes dificultades del transporte a través de los caminos precarios que cruzaban la quebrada geografía antioqueña estimuló el desarrollo de los oficios artesanales en Antioquia. La gama era amplia: carpinteros, sastres, plateros, tapiadores, pintores, herreros, barberos y demás. Estos oficios recaían en mestizos y mulatos libres, más que en los blancos. La rentabilidad era variada, desde algunos que alcanzaron fortunas relativamente grandes, y la mayoría que apenas alcanzaban a sobrevivir. El énfasis en las obras públicas, la construcción de conventos y la restauración de iglesias ocurrida en las décadas finales del siglo dieciocho incentivaría las actividades artesanales de carpinteros, canteros, alarifes, tapiadores, pintores y fundidores.
Fuentes de consulta:
Patiño M., Beatriz “Medellín en el siglo XVIII, en Jorge Orlando Melo, editor, “Historia de Medellín” dos tomos. Compañía Suramericana de Seguros, Medellín, primera edición 1996, tomo 1, páginas 137 a 175.
Continuará.