Si se acepta que la violencia que sufre Colombia empezó en 1946, el país lleva setenta y tres años de conflicto. Ni la sociedad ni los dirigentes encuentran el camino de la paz.
Con este artículo concluimos la narración de los procesos históricos de los siglos veinte y veintiuno.
La violencia en los siglos veinte y veintiuno
Si bien no puede afirmarse que las primeras cuatro décadas del siglo veinte hayan sido de absoluta tranquilidad en Colombia, pues en ellas hubo conflictos laborales y agrarios tal como se describió atrás, sí puede afirmarse que el país vivió una época de relativa paz.
Los brotes de violencia empezaron a ocurrir hacia 1946, por enfrentamientos entre liberales y conservadores en las zonas rurales, inicialmente por disputas de tierras. El partido comunista empezaba a tomar fuerza política entre los trabajadores. El asesinato de Jorge Eliécer Gaitán el 9 de abril de 1948 desató la violencia política en todo el país.
Se organizó la Guerrilla del Llano, con guerrilleros provenientes de todo el país. El partido Liberal se apropió de ese movimiento con el propósito de tomarse el poder. El golpe militar de Gustavo Rojas Pinilla en junio de 1953 consiguió disminuir la acción guerrillera.
En los sesenta, se agudizó la lucha en el campo con carácter de reivindicación social contra los gamonales, por las condiciones de trabajo rural y por la tenencia de la tierra. De este proceso salieron dos grupos guerrilleros: El Bloque Sur (antecesor de las Farc) en 1964, y el Ejército de Liberación Nacional, en 1965. Estaban apoyados y orientados por gobiernos comunistas extranjeros. No tenían la pretensión de tomarse el poder.
En 1970 apareció el movimiento guerrillero M-19, como resultado de la protesta popular por el aparente fraude electoral que le negó el triunfo a Gustavo Rojas Pinilla en las elecciones de ese año.
En las décadas de 1970 y 1980 el narcotráfico se convirtió en una actividad delictiva poderosa, que generó violencia en las ciudades.
Álvaro Uribe Vélez en sus dos períodos de gobierno (2002-2006 y 2006-2010) desarrolló la guerra frontal contra la guerrilla, denominada Seguridad Democrática, que no pudo culminar, pero consiguió recuperar el control sobre casi todo el territorio nacional.
Los procesos de paz en los siglos veinte y veintiuno
Belisario Betancur (1982-1986) propuso un proceso de paz, tramitó una ley de amnistía y firmó una tregua con las Farc y con el M-19. Sin embargo, este movimiento traicionó el proceso cuando se tomó violentamente el Palacio de Justicia, asesinando a magistrados y rehenes. La guerrilla de las Farc también desatendió el llamado a la paz.
A finales de la década de los ochenta y principios de la de los noventa hubo procesos de paz exitosos. Virgilio Barco suscribió el acuerdo con el grupo M-19. Este movimiento y la Unión Patriótica se transformaron en partidos políticos. Más de dos mil militantes del segundo de estos grupos fueron asesinados sistemáticamente.
César Gaviria consiguió firmar la paz con el Epl, el Quintín Lame y una fracción del Eln. Los dos primeros de esos grupos formaron sendos partidos políticos.
Andrés Pastrana Arango (1998-2002) debilitó políticamente la guerrilla, recuperó la imagen del gobierno y fortaleció el ejército nacional en hombres, armas y logística. Intentó negociar un proceso de paz con Farc-EP, que fracasó por falta de voluntad de la guerrilla.
Álvaro Uribe Vélez en sus dos períodos (2002-2006 y 2006-2010) adelantó un proceso de paz con los grupos paramilitares.
Juan Manuel Santos en sus dos períodos de gobierno (2010-2014 y 2014-2018) desarrolló la negociación con la guerrilla Farc-EP y firmó el acuerdo de paz en noviembre de 2016, que se compone de seis puntos: Reforma rural integral; reconocimiento y compensación de las víctimas; participación política para Farc-EP; finalización del conflicto; control a drogas ilícitas, e implementación y verificación. El grupo Farc-Ep se transformó en el partido político Fuerza Alternativa del Común. Santos inició negociación de paz con el Eln.
Iván Duque Márquez no pudo continuar la negociación con el Eln por la violencia persistente de esta guerrilla. Además, propuso introducir ajustes y reformas en el acuerdo suscrito con Farc-EP, antes de continuar implantándolo.
Si se acepta que la violencia que sufre Colombia empezó en 1946, el país lleva setenta y tres años de conflicto. Ni la sociedad ni los dirigentes encuentran el camino de la paz.
Continuará.