Continuamos la narración de los procesos sociales y económicos ocurridos durante los siglos veinte y veintiuno.

La economía en los siglos veinte y veintiuno

Durante el siglo veinte y lo corrido del veintiuno, la economía colombiana ha tenido un buen desempeño, con crecimientos en casi todos los sectores.

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En los comienzos del siglo veinte, Colombia tuvo una coyuntura favorable en su economía gracias a la alta demanda y buenos precios de sus productos naturales de exportación, el café, el banano, el algodón, el petróleo, el oro y la quina. Este proceso tuvo su culminación entre 1920 y 1929, cuando nuestro país vivió el mayor crecimiento económico de su historia. Se favoreció también por el ingreso de recursos externos, como el pago de la indemnización de los Estados Unidos de América por la separación de Panamá, que se utilizó para la construcción de obras públicas que mejoraron los sistemas y vías internos de comunicación. Igualmente, el aumento del financiamiento externo permitió la expansión económica, sobre todo en materia industrial.

Entre 1929 y 1933, Colombia sufrió los efectos de la gran recesión económica mundial. Se resintieron las cantidades y los precios de los productos nacionales de exportación, lo cual disminuyó el ingreso para sus productores y generó desempleo en el campo y las ciudades. Al bajar la disponibilidad de capitales se redujeron también las importaciones. A mediano plazo, la crisis de estos años generó, sin embargo, una reacción favorable en los sectores agrícola e industrial, que se consolidaron y permitieron sustituir los bienes extranjeros que dejaron de importarse.

La economía colombiana, especialmente el sector industrial, continuó creciendo hasta 1939, cuando empezó la segunda guerra mundial. Durante el conflicto, entre 1939 y 1945, la economía del país se mantuvo estable, con crecimiento en la producción del café y de alimentos.

En la posguerra y hasta finales de la década de los setenta, la industria colombiana, sostuvo el ritmo del crecimiento, orientada a los bienes de consumo y bienes intermedios. La agricultura y la ganadería también se incrementan de forma importante en este período, aunque su principal crecimiento se concentró en la producción de materias primas para la industria, mientras que la de alimentos, así como la agricultura mediana y pequeña en general, se estancaron.

A partir de 1980 y hasta el presente, la industria y la agricultura colombianas, que lideraron la economía en la primera mitad del siglo veinte, han disminuido su participación en el producto interno bruto. En las últimas décadas el PIB se ha concentrado en los sectores financiero (que hoy representa el 22 %), servicios (está en el 19 %) y comercio (constituye el 14 %), mientras se han estancado la industria (reducida al 12 %) y la agricultura (que llega tan solo al 7 % del PIB)

Durante el siglo veinte y lo corrido del veintiuno la minería ha representado menos del 5 % del producto interno bruto. Sin embargo, el petróleo y el carbón constituyen hoy la mitad del valor de las exportaciones. La explotación de petróleo en Colombia se inició mediante concesiones en 1905, cuando el Gobierno nacional firmó dos contratos de esta naturaleza, a saber: la concesión Barco, con el general Virgilio Barco, localizada en el Catatumbo (Norte de Santander), y la concesión De Mares, con Roberto de Mares, que comprendía una gran extensión de terreno al sur de Barrancabermeja. Al concluir la vigencia de ésta última en 1951, sus activos revertieron a la Nación y con ellos se conformó la Empresa Colombiana de Petróleos, Ecopetrol. En 1974 se cambió el sistema de concesiones por el de contratos de asociación.

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El buen comportamiento de la economía colombiana durante los siglos veinte y veintiuno no se refleja en mejoras en la calidad de vida del grueso de su población. Colombia es hoy uno de los países con mayor concentración de la riqueza y con mayor inequidad social en el mundo. El 20 % de la población más rica recibe el 65 % de los ingresos.

Continuará.