Cuando la Nueva Granada logró la independencia, el país estaba conformado por grupos poblacionales aislados en regiones bien definidas y con pocos intercambios comerciales entre sí. Eran grupos humanos cerrados y autosuficientes
Continuamos el análisis de los procesos sociales y económicos al inicio de la República.
El comercio en el siglo diecinueve
Cuando la Nueva Granada logró la independencia, el país estaba conformado por grupos poblacionales aislados en regiones bien definidas y con pocos intercambios comerciales entre sí. Eran grupos humanos cerrados y autosuficientes. El movimiento de población interregional era muy escaso. Eran ellas: la región central, compuesta por Cundinamarca, Boyacá, Santander y Tolima; la región del Cauca; la región Antioquia-Chocó y la región de la Costa Atlántica. Cada zona producía en agricultura, ganadería y artesanías rudimentarias lo que necesitaba para la subsistencia. Muy pocos bienes, como los textiles y sombreros de Boyacá y Santander, se vendían en otras regiones del país. Tampoco había excedentes de ninguno de esos productos agropecuarios o artesanales que ameritara su exportación.
La importación de bienes manufacturados continuó siendo, como lo fue en la Colonia, el mecanismo para abastecer necesidades y requerimientos de las clases altas, con la diferencia de que ahora los proveedores eran directamente los países productores, a saber, Inglaterra, Holanda y Estados Unidos de América, principalmente.
Como se explicó en el acápite anterior, durante el siglo diecinueve el río Magdalena continuó siendo el eje de las comunicaciones del país. A mediados del siglo se consolidó el sistema de vapores, lo cual sustituyó la fuerza motriz humana y abarató los costos del transporte y, por ende, el de los bienes importados. Siguió presentándose problemas de transporte entre los puertos sobre el río Magdalena y los pueblos del interior, pues los sistemas de comunicación lo conformaban caminos aptos sólo para mulas y cargueros indígenas. Igual sucedía con los pocos caminos que intercomunicaban las regiones. No se había avanzado en la construcción de vías para carros de ruedas. En la segunda mitad del siglo empezaron a construirse los ferrocarriles, pero su avance fue lento. Las mercancías traídas del extranjero pagaban un flete mayor desde los puertos del Magdalena hasta Medellín o hasta Bogotá, que desde los países de origen hasta dichos puertos.
La tierra en el siglo diecinueve. La Colonización Antioqueña
A lo largo del siglo diecinueve la propiedad de la tierra y la producción agropecuaria cambiaron poco en relación con lo existente en el momento de la independencia. En términos generales, la situación era como sigue: En la Costa Atlántica, ganadería extensiva, algunas plantaciones y fuerte concentración de la propiedad. En Santander, pequeñas unidades agrícolas con cultivos de tabaco y plantaciones de caña de mayor extensión en las regiones cálidas. En Antioquia, concentración de la propiedad en las concesiones Aranzazu del sur, Villegas en el oriente y Echeverri y Uribe en el suroeste, con grandes baldíos improductivos. En Cundinamarca y Boyacá, latifundio, formación progresiva de minifundio y presencia de resguardos. En el Valle del Cauca, grandes extensiones territoriales con cultivos de caña y ganadería extensiva. En los Llanos Orientales, inmensas dehesas de ganado. En el Cauca y Nariño, grandes haciendas y numerosos resguardos. En síntesis, una fuerte concentración territorial en manos de una oligarquía reducida, con una fuerte presión de los colonos campesinos para abrir tierras productivas.
La colonización antioqueña fue un acontecimiento fundamental para el desarrollo del país, pues movilizó grandes grupos de gente para abrir tierras en los grandes latifundios del centro occidente del país. Fue un proceso complejo y lleno de conflictos, pues los terratenientes tenían el interés de abrir sus tierras al mercado, pero pretendían sacar provecho de la fuerza de trabajo de los colonos. El resultado del proceso fue la apertura y la democratización de la tierra, la acumulación de capital por parte de comerciantes del café, como ya lo era con el oro, la ampliación del mercado y el suministro de mano de obra. Estos elementos propiciaron, además, el surgimiento de la industria a finales del siglo diecinueve.
Continuará.