Para empezar, la diferencia con la Ciudad de México son dos husos horarios, esto quiere decir que en Hermosillo siempre es más temprano, además, el clima de desierto caliente, tiene su carácter; en enero las temperaturas bajo cero congelan todo y en julio, los casi 50ºC nos hace cerrar las ventanas del automóvil para que el aire no nos queme. He venido en todas las estaciones a esta ciudad. Ya son más de diez veces. Me encanta Hermosillo, es la capital de uno de los estados más prósperos de toda la república mexicana (Instituto Mexicano para la Competitividad 2016 – Imco); Sonora. También es uno de los que más ha crecido en los últimos años y su capital, además de ser reconocida como una de las primeras ciudades prósperas mexicanas en el sondeo que realizó la ONU Hábitat en el 2013, está en las primeras del ranking de América Latina (Economist Inteligence Unit 2017 – EIU). Como para dar un poco de contexto: México es el país 11 en población del mundo, hace parte de las 15 economías más sólidas de los 196 países que tiene este planeta y Hermosillo con poco menos de un millón de habitantes, tiene uno de los mayores ingresos por habitante de todo el continente y eso que está en medio del desierto, al noroeste mexicano, a unas 2 horas de la frontera con Arizona por San Luis Río Colorado. Siempre está dentro de las 10 mejores ciudades para vivir de México y es vertiginoso su proceso de industrialización, ensamblan autos, a la velocidad que nosotros llevamos flores y café a todas partes. Con todo en contra hicieron un Área Metropolitana con tanta diversidad, que se puede pasar a Bahía Kino, y de paso darse el chapuzón en el mar de Cortés, donde se acaba de inaugurar la segunda playa incluyente del país: Kino Mágico y también conocer las dunas del desierto.

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Estoy acá porque, esta ciudad con tantos pergaminos quiere trabajar en los cerebros de los ciudadanos, formarlos para que sean ellos los que construyan la ciudad. Quiere trabajar en los valores, en la cultura, en la tolerancia, en el respeto. Ser una de las regiones donde más piezas se ensamblan en el mundo además de la cercanía con los Estados Unidos, hace que las intervenciones más aplaudidas sean las que le permitan a más autos ocupar la vía y además las condiciones del clima no ayudan mucho a una movilidad no motorizada y menos a que sea una opción el transporte público. Los famosos “chocolates” que son vehículos que circulan por toda la ciudad traídos del otro lado de la frontera, se consiguen en menos de mil dólares, haciendo que sea una de las zonas urbanas con más automotores por habitante y las plazas públicas tienen en los centros comerciales climatizados la competencia más desleal de todas. Todo un reto para esta ciudad,  empezar a cambiar la cultura del automóvil, hacer lugares para el encuentro, proponer acciones para que sus habitantes se empoderen de la ciudad y que la población fluctuante, que llega a las ensambladoras y empresas manufactureras a trabajar, se dejen llevar por esta decidida estrategia de actualizarse con las dinámicas de las ciudades a escalas humanas, son entre otras, las apuestas ganadoras que de la mano de la Licenciada Célida López que ahora será la encargada de dirigir la estrategia de #CiudadaníaAntesQueCiudad para Hermosillo, y que pasará a la historia como la presidenta municipal que articulará las propuestas de los movimientos ciudadanos a sus líneas de gobierno y para terminar de poner la cereza al pastel, la organización “Hermosillo ¿Cómo Vamos?” miembros de red de ciudades “¿Cómo Vamos?” que provee de cifras reales, actuales y necesarias al municipio para poder tomar decisiones objetivas con datos de primera y serios, obtenidos con metodologías probadas en todas las ciudades de la red y que al menos a Medellín, le ha servido para actuar acertadamente en muchas de sus líneas de desarrollo, que por esa claridad, trascienden de un gobierno a otro. Ahí está Ernesto Urbina a cargo de este “Hermosillo ¿Cómo Vamos?” jugando un papel protagónico en esta nueva etapa de esta ciudad.

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Para empezar este proceso nos iremos 35 estudiantes de la facultad de arquitectura del Tecnológico de Monterrey, sede Hermosillo,  a estudiar la ciudad  de Medellín y sus intervenciones, para conocer de primera mano su proyecto. Pienso de pronto pasarán de Hermosillenses a Hermosos en esta ciudad y que darán mucho de que hablar en todo el mundo. Creo en Hermosillo y en su proceso que inicia.