La exgerente de la Orquesta Filarmónica de Antioquia habló con EL MUNDO sobre su entrega de puesto y que retos llegarán para ella en el futuro.
Osniel Carmona Breijo
Especial para EL MUNDO
Hace una semana que Héléne Restrepo Bôland entregó la batuta de la Orquesta Sinfónica de Antioquia, poniendo fin a un periodo de nueve años de gerencia en los que convirtió a la orquesta en un proyecto dirigido a cambiar la vida de las personas mediante la música.
En el horizonte de Restrepo Bôland ahora surgen nuevas metas, donde la familia ocuparía sus mayores atenciones. Sin embargo, aseguró que de una u otra forma continuará llevando un pedazo de cultura a cada rincón de Medellín. Sobre estas y otras cuestiones, conversó con EL MUNDO.
Se siente… muy horrible. Dejé el cargo la semana pasada y todavía este fin de semana soñaba con cosas de la orquesta. Es imposible dejarlo de la noche a la mañana, hay mucha pasión, porque realmente esto a mí me gusta y dejarlo cuesta. Pero uno también tiene que ser coherente con las decisiones que toma y respeto mucho el nuevo espacio de Ana Cecilia (Restrepo Espinosa), aunque todavía le escribo e insisto en algunas cosas (risas).
No es fácil despegarse pero quiero dejarle su espacio, que tome sus decisiones y se sienta libre. En mí encontrará siempre una consejera, con mucho cariño. Como quiera las ideas que se me ocurran las iré anotando en un papelito para cuando me pregunte, entonces le diré (risas).
Creo que ya cumplí mi ciclo dentro de la orquesta y sentí que era el momento de buscar una persona que siguiera con este camino tan bonito que es la música. Fueron nueve años, ahora estoy entregando mi cargo y estoy segura que la continuidad de la orquesta está garantizada.
Va a ser una orquesta con unos negocios, no sólo va a ser una orquesta sinfónica con un trabajo de formación de público y con unos conciertos didácticos, sino también un detrás que empieza desde la estimulación musical con los niños a partir de los seis meses y todo un proceso de formación en unas escuelas que va a terminar generando recursos propios.
Dedicarme a mi familia, seguir dedicándome al mundo cultural de la ciudad de Medellín porque pertenezco a la Junta de la Alianza Francesa, y pues espero en un futuro poder pertenecer también a la Junta de la Orquesta Sinfónica de Antioquia. Yo creo que importante seguir construyendo, darle cultura a la ciudad.
Todas las personas pueden acceder porque tenemos muchos programas. Tenemos dos escuelas, una en el Centro Comercial El Tesoro y otra en Boston, en el Centro, para todo el proceso de estimulación musical y formación instrumental.
También tenemos el programa de prácticas orquestales para jóvenes que su futuro profesional es la música y entonces allí tienen la posibilidad de formación. Y adicional tenemos los conciertos didácticos, que son formación de público, donde todas las personas pueden asistir y es gratis.
Todas las personas saben que el primer domingo de cada mes hay concierto con la Orquesta Sinfónica.
Tenemos otro programa con madres gestantes que estamos potencializando, porque es muy importante esa conexión que se logra a través de la música entre el feto y la madre.
Tomé una orquesta de sesenta músicos y un director, y dejo una orquesta con 80 músicos, un director, catorce profesores para los músicos de la orquesta y además dejo un programa para la iniciación infantil de la primera etapa donde más o menos 1.200 niños reciben tres años de iniciación musical con catorce docentes.
También dejo dos escuelas, que en estos momentos tienen aproximadamente unos 250 estudiantes y 28 profesores. Y también tenemos tres años dando clases en un colegio donde tenemos varios alumnos en iniciación musical.
Entonces dejo muchas semillas sembradas que están empezando a florecer, el reto es fortalecer esos programas y hacer que den frutos. Pero eso toma tiempo, no es un negocio de la noche a la mañana,si no que es paulatinamente. Me demoré nueve años en conseguir todo esto y creo que en los próximos tres o cuatro años estos programas van a ser fuertes y van a generar los recursos propios que la orquesta necesita para generar más música.
Hemos tratado de ser más internacionales. Durante algunos años tuvimos una relación muy bonita con el Conservatorio Pyotr Ilyich Tchaikovsky de Rusia, estuvimos dos o tres años allá. Dos músicos nuestros quedaron allá estudiando, pero es muy costoso y es muy difícil mantener ese tipo de relaciones.
Entonces uno se tiene que enfocar, o sea, si con los mismos recursos con los que puedo llevar diez jóvenes allá puedo mantener una planta acá, pues prefiero mantener la planta acá porque más jóvenes pueden recibir la formación. Lo que estamos tratando de hacer es potencializar toda esa formación aquí en Medellín a través de la formación Whilems.
Esta formación viene de Francia y la estamos trayendo acá, o sea, los docentes no se tienen que ir a Europa sino que se pueden formar acá.
En el ámbito nacional nos conocen. Orquestalmente podríamos decir que también nos están conociendo gracias al trabajo que hace el director de la orquesta, el señor Andrés Felipe Jaime. Hemos tenido unos acercamientos muy buenos con la orquesta filarmónica de la Universidad Eafit y poco a poco vamos a irnos expandiendo a nivel nacional.
Esto es vísteme despacio que voy de afán.