A medio día, bajo un sol ardiente, los turistas se acercan a pocos metros de los tigres. Una reja inmensa los protege. Un felino de más de dos metros de largo alza los ojos, mira a los humanos con fríos ojos de cazador experimentado y vuelve a recostarse. Los turistas se alejan. Hay quienes, como Rafael Vanegas, se decepcionan; otros se maravillan por la majestuosidad de felino y el desprecio que manifiesta por los humanos.

En el Parque Temático Hacienda Nápoles hay una amplia variedad de grandes animales, en su mayoría originarios de la sabana africana. Muchos de ellos han sido llevados hasta allí desde diferentes zoológicos de Colombia, para que tuvieran un poco más de libertad, otros han sido incautados a circos y a comercializadores de fauna. Los hipopótamos son los únicos que están allí desde que la hacienda era propiedad del narcotraficante Pablo Escobar.

Álvaro Morales, curador del Museo de la Memoria y Museo Africano, los cuales están dentro de la Hacienda, afirmó “que la actual labor del Parque es ser refugio para esos animales, por eso trabajamos de la mano con Cornare y con las autoridades ambientales nacionales”.

Morales explicó que el Parque Temático no nació para recuperar la memoria de Escobar, sino precisamente lo contrario: un mensaje de que el Estado triunfó. Por eso se creó el Museo de la Memoria, como un homenaje “a las víctimas de los más de 20 años que este personaje arrasó el país. En la época que iniciamos, en el 2007, los estudios de memoria histórica sobre Pablo Escobar eran muy incipientes, lo que hicimos fue retomar cómo se vio el fenómeno en la época, para eso recurrimos a la prensa, tomamos caratulas de cada uno de los episodios de sangre y dolor e hicimos un contexto de cómo la cultura y la resistencia civil nos permitió seguir”.

“El objetivo del Museo es desnaturalizar la leyenda de que esos delincuentes tienen un beneficio social, no permitir que la siniestra figura de Pablo Escobar se presente como un Robin Hood”, puntualizó Morales.

Donde eran las caballerizas de la hacienda queda el Museo de la Memoria, Río Salvaje y las Cataratas Victoria. En la plaza de toros construyeron el Museo Africano, único en Colombia, con una colección de piezas rituales africanas. La casa se cayó y allí piensan construir Zooloquito, un espacio para los niños. 

“Cuando nosotros empezamos a realizar ese trabajo no era ni remotamente parecido a como es hoy, era un lugar oscuro abandonado, comido por la maleza y con mala reputación, precisamente por ser la hacienda de ese gran delincuente”, puntualizó Morales. 

Ahora es un parque con gran afluencia de visitantes y un importante motor de la economía de Puerto Triunfo. La alcaldesa de este municipio explicó que la Hacienda Nápoles es una atracción nacional e internacional y todos los días crece más. Concluyó que es un importante generador de empleo, además atrae turistas, “que no sólo van a la Hacienda, sino que visitan Doradal, Río Claro y las otras atracciones de la zona”.