Los retos para el 2018, el balance del pasado año y los avances en materia de formalización en el departamento de Antioquia fueron los temas a los que se refirió Calos Cante, viceministro de  Minas del Ministerio de Minas y Energía en entrevista con EL MUNDO.

Tras siete años trabajando en este sector, Cante recalcó que cada vez más los mineros ancentrales, artesanales, e informales confían en formalizar su actividad para tener beneficios en términos de seguridad, salud, de economía y en general de beneficios, aunque reconoció que falta camino por recorrer en municipios como Segovia y Remedios.

¿Qué balance hace de la formalización de la minería ancentral en el departamento?

Nosotros hemos venido creando no solo una serie de instituciones, sino unas nuevas reglas de juego pensando en la formalización de la pequeña minería, que no implica solamente la regularización desde el punto de vista de tener un título minero y una licencia ambiental, sino operar bajo todos los parámetros técnicos, de seguridad social, industrial, que implica un ejercicio tan complejo como el de la actividad de la minería y en ese hemos venido sacando una serie de normas.

Sobre todo, procurando la formalización de la pequeña minería, que toma su tiempo en articularse en las regiones y además de generar el entendimiento por parte de los pequeños mineros sobre lo que pretende el Estado en la organización de la pequeña minería.

Todos los controles que se han venido estructurando por parte de las autoridades tanto mineras como ambientales para controlar la explotación ilícita de minerales han venido cerrando las posibilidades de que se siga ejerciendo la actividad de manera descontrolada.

El año pasado hubo bastantes hechos que pusieron en la agenda pública el tema de la minería informal en Antioquia, por ejemplo los mineros ancentrales en Segovia y Remedios. ¿Qué avances destaca en estos territorios?

A partir del año 2016 consideramos que se da un punto de inflexión entre lo que veníamos nosotros promoviendo a través de diferentes políticas públicas y lo que ya en el territorio se empieza a plasmar.

En el departamento de Antioquia ya empezamos desde el año pasado con unos ejercicios que nos muestran unos resultados bien alentadores. Hemos suscrito 51 subcontratos de operación que benefician a cerca de 1.000 mineros y tenemos otros 44 subcontratos en trámite esperando beneficiar a un poco más de 2.000 mineros.

Se han declarado seis áreas de reserva especial de pequeña minería en los municipios de Cáceres, Remedios, Sonsón, Tarazá, Venecia y Tarso, también beneficiando a cerca de 300 pequeños mineros que antes estaban en condición de ilegalidad y de informalidad, estamos tramitando otras 49 áreas.  Al 31 de diciembre teníamos suscritos 40 contratos que suscriben los pequeños mineros con las compañías, en un ejercicio de mediación que realiza el Gobierno Nacional y el departamental.

A esa fecha también teníamos 40 contratos de operación en el área de Segovia y Remedios que benefician a 2.500 mineros. Este es un resultado muy importante que se ha dado en los últimos dos años, donde los pequeños mineros han venido entendiendo que el camino es la formalidad.

¿Cómo ha sido el avance en el aspecto ambiental?

Es mucho el trabajo que nosotros hemos hecho también para disminuir o eliminar el uso del mercurio en el territorio, no solo desde la perspectiva de políticas públicas, sino permanentemente trabajando con las instituciones del territorio, con la Gobernación, con la Universidad Nacional sede Medellín, con la Universidad de Antioquia, con Eafit, el Politécnico Jaime Isaza Cadavid, capacitando mineros, apoyando las plantas de beneficio que están asociadas a un título minero legal, avanzando en la generación de nuevas alternativas tecnológicas que implican que los mineros tengan que reconvertir sus procesos productivos para la eliminación del mercurio.  

¿Y en eliminación del mercurio cómo se ha avanzado?

En eso también hay resultados que se empiezan a ver en materia  de descontaminación de los territorios. En la medida en que los mineros se empiezan a formalizar tienen que dejar de usar el mercurio y ahí poco a poco hemos venido avanzando.

El año pasado en realización de sus actividades, dos mineros artesanales quedaron atrapados ¿Cómo se ha trabajado la seguridad de estos?

Ese es uno de los puntos fundamentales. Nosotros trabajamos día a día por convencer a los mineros de que el camino es la formalidad. Cuando usted es informal no tiene acceso a un manejo de explosivos de manera técnica, utiliza explosivos caseros, inestables, que ha conseguido en el mercado negro y las voladuras que realizan son con una capacidad técnica bastante baja, no hay planeamiento minero, ni medición de gases (en el caso de minería subterránea de carbón) porque no le meten todo el dinero a lo que significa el protocolo de seguridad de minería establecido por el Gobierno Nacional.

Lea más sobre: Costos de energías limpias competirán con combustibles fósiles en 2020

Cuando un minero avanza a la formalidad vemos que con el acompañamiento que se le hace por parte del Estado, por las compañías, en un ejercicio de coexistencia que hemos promovido entre la pequeña minería y la gran minería, tienen un plan de trabajos y obras. Se pone primero la vida antes que la mina.

En diciembre con recursos de la Dirección de Formalización Minera se cerraron 33 bocaminas en la cuenca del Sininfaná que amenazaban en temas de seguridad minera. Hicimos cierre técnico de las minas para que la gente no se siga metiendo a esas minas.

¿Cómo se está abordando la concertación económica entre las grandes empresas y los pequeños mineros?

No estamos pretendiendo quitarle el trabajo a nadie. Es: si quieres trabajar en este sector hazlo de manera formal, legal y adecuada.

Partiendo del principio de que la mayoría de los pequeños mineros ejercen su actividad en áreas que han sido tituladas a terceros, establecemos un principio en estos temas de mediación como los que estamos haciendo en Segovia y Remedios.

Nosotros aportamos en la mediación, apoyamos el ejercicio, tratamos de convencer a las empresas de que avanzar en el ejercicio de coexistencia con la pequeña minería es el mejor camino para establecer un modelo de relacionamiento adecuado en el territorio.

Pero bajo el principio establecido en el Código de Minas, de la autonomía empresarial. Yo no puedo obligar al titular minero a que negocie de una forma u otra. Sin embargo, hemos venido acompañando a los mineros en una cosa: si usted tiene una mina y no tiene título y licenciamiento ambiental, es objeto de extorsión todos los días. La ilegalidad es costosa. Tenemos un modelo financiero realizado por el programa Oro Legal.

¿Y cuáles son los cálculos que hace este programa en términos económicos?

Para los ilegales tenemos que una mina subterránea que procese 100 toneladas al día con mediana tecnología puede pagar la seguridad social de todos los trabajadores solo con lo que se ahorra en la compra de explosivos de manera legal. Esto lo hizo el Gobierno americano, no nos lo inventamos nosotros. Lo hemos visto en varios territorios, la gente no sabía qué era tener seguridad social. 

Conozca los beneficios planteados por Cante:

¿Entonces usted cree que hace falta pedagogía de este tema?

Es de cultura. La gente durante mucho tiempo se acostumbró a que esto era una actividad empírica, tradicional, que no había ningún control del Estado, entonces cambiarle esa mentalidad ha sido una tarea difícil. 

En el país avanzar en la formalización los resultados para nosotros son todavía muy pequeños, pero bastante halagadores, porque cuando la gente ve que al vecino le va bien...No teníamos casi ejemplos, ya a partir de hace dos años empezamos a buscar ejemplos y llevamos a los mineros a que miren cómo le va a los otros.

¿Pero entonces, qué control se está haciendo a las empresas grandes de minería?

En el departamento de Antioquia hay 1.482 títulos mineros y en eso nosotros hemos incrementado nuestra capacidad de fiscalización, ese cuentico de que los mineros aquí hacían lo que les parecía ya no es tradición en este sector. Le dedicamos muchos recursos a la fiscalización de los títulos mineros, para 2018 le hemos entregado a la Gobernación de Antioquia 31.000 millones de pesos para que avance en la fiscalización de los títulos mineros, antes se realizaba con 30 personas y hoy tenemos más de 200 ingenieros, geólogos y abogados haciendo cumplir las obligaciones de los contratos, caducando títulos mineros permanentemente y obligando al cumplimiento de las obligaciones. Aquí hay una cartera de más de 25.000 millones de pesos que los titulares mineros no pagaban, y eso se ha venido recaudando.

Además:  Celsia transfirió a municipios más de $21.000 millones en 2017 

Proceso de paz

Cante reconoció que la implementación de acuerdos del Gobierno y las Farc ha permitido que se haga mayor control en municipios que antes estaban dominados por esta guerrilla.

"Nosotros como Estado hemos podido  llegar a unos territorios en donde no teníamos presencia, Por ejemplo en Carrizales, en Remedios, era una zona totalmente ocupada por las Farc; hoy estamos en unos procesos de mediación con los mineros de allí, en la zona del Sur de Bolívar (que colinda con el Nordeste antioqueño), para nosotros era muy complicado ir, tocaba hacerlo con un escuadrón de la Policía y del Ejército, como me tocó en el 2013 con el último paro. Hoy yo ando sin policías y vamos a los territorios, eso nos ha servido mucho. La gente ha vuelto a confiar en el Estado. Creo que el 2018 va a ser el año grande de la formalidad, sobre todo en Antioquia, por eso le estamos metiendo todo el esfuerzo y todos los recursos necesarios para seguir avanzando", detalló el viceministro.