Debo citar su trilogía autobiográfica, Infancia, Por el mundo, y, Mis universidades, las mismas que ofrecen un retrato crudo del pueblo ruso de finales del siglo XVII y principio del XIX
Por estos días se ha hecho muy popular entre los colombianos, la ciudad de Kazán, en Rusia, pues a efectos de la participación patria en el Mundial de futbol, ella es, hoy, la casa de la Selección. A mí, particularmente, me agrada el recuerdo de la ciudad de Kazán, pues esa ciudad fue fundamental en la formación de escritor de Máximo Gorki, que inclusive trató de ingresar a su universidad, a la Universidad de Kazán, sin éxito alguno, lógicamente, a consecuencia de su escaza escolaridad y su pobreza ancestral, la misma que nunca le permitió el ingreso a la educación formal y sí, por el contrario, lo obligó a emprender su formación autodidacta, que a fuerza de leer todo lo que le caía en las manos, se hizo sólida y, luego de múltiples colaboraciones en periódicos y revistas, lo llevó a convertirse en uno de los escritores emblemáticos de la Rusia zarista, y del mundo entero, posterior a la revolución bolchevique.
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Adicional a que Kazán fue una de las ciudades (de esa larga cadena de localidades, a lo largo del rio Volga), que Gorki hubo de recorrer en su niñez y juventud, desempeñando los más disímiles y humildes oficios para sobrevivir, digamos que este lunes 18 de junio de 2018, (los que siempre lo hemos leído con pasión, especialmente), estaremos conmemorando 172 años de su fallecimiento, ocurrido en Moscú, capital de Rusia. Recordemos que el escritor que habría de pasar a la historia bajo el seudónimo de Máximo Gorki, vino al mundo en 1868, con el nombre de Alexéi Maxímovich Péshkov, en la antigua y populosa ciudad de Nizhni Nóvgorod a orillas del Volga.
Hay que decir que su escuela de vida fueron las calles de las ciudades a orillas del Volga, por las que viajaba para sobrevivir, y para aprender de las gentes más humildes, muchos de ellos en estado casi de mendicidad, como alguna vez lo estuvo él mismo. Para mi gusto personal, debo citar su trilogía autobiográfica, Infancia, Por el mundo, y, Mis universidades, las mismas que ofrecen un retrato crudo del pueblo ruso de finales del siglo XVII y principio del XIX; su novela más conocida en occidente, La Madre, donde se aprecia a una mujer, Pelagia Nílovna, en comunión espiritual y militante con las causas sociales de su hijo Pável Vlásov, en lucha abierta contra el régimen Zarista, y Los bajos fondos, un retrato de las clase màs bajas, de su ciudad natal.
Entre las obras de Gorki, y a manera de invitación a su lectura, podemos glosar, respetando la cronología: Makar Chudrá (1892), Chelkash (1895), La vieja Izerguíl (1894-1895), Malva (1897), Los ex-hombres (1897), Válenka Olésova (1898), El canto del halcón (1899), Tomás Gordéiev (1899), •Los tres (1900), Pequeños burgueses (1901), El canto del petrel (1901), Los bajos fondos (1902), El hombre (1903), Los veraneantes (1904), Los hijos del sol (1905), Los bárbaros (1905), Los enemigos (1906), La madre (1906-1907), Los últimos (1907-1908), La vida de un hombre innecesario (1908), La confesión (1908), La ciudad Okúrov (1909), La vida de Matvéi Kozhemiákin (1909), Vassa Zheleznova (1910), Por Rusia (un ciclo de cuentos, 1912-1917), Cuentos de Italia (1913), Infancia (1913-1914), Entre los hombres (1915-1916), Mis universidades (1923), La casa de los Artamónov (1925), Cuarenta años. La vida de Klim Samguín (1925-1936), tetralogía; Yegor Bulychov y los otros (1932).
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Sirva pues la hoy promocionada ciudad de Kazán (la casa de la selección Colombia, hoy); su famosa Universidad (pretendida por el joven Gorki), y la proximidad de su fecha de fallecimiento (el 18 de junio), para invitar a la lectura de uno de los grandes escritores del mundo, cuya vida fue paradigma de esfuerzo, de lecturas y de ejercicio cuidadoso del delicioso arte de la escritura.