El fútbol y la política tienen sus dos máximas expresiones, el primero en los goles y la segunda en los votos. Para ganar los partidos hay que meter goles en los arcos y para ganar en política y en las elecciones hay que meter votos a favor en las urnas.

Y estas dos expresiones adquieren la mayor dimensión y actualidad con el comienzo este jueves del Mundial de Fútbol en Rusia con la presencia de un combinado nacional tras la gran presentación en la cita orbital de hace cuatro años en Brasil, y con la final este domingo, en un verdadero clásico electoral, por la Presidencia de Colombia.

Este jueves empieza a rodar el balón por el título del mayor certamen ecuménico deportivo que disputan 32 selecciones mundialistas, al tiempo que en Colombia dos candidatos terminan su preparación para el partido con las urnas, tras los resultados que arrojó la semifinal del pasado 27 de mayo.

La cita orbital en Rusia se la dejamos a los colegas deportivos y nosotros nos adentramos en la previa a la emocionante finalísima democrática colombiana de este domingo 17 de junio, en un cotejo que tendrá una duración de ocho horas entre las 8 de la mañana y las 4 de la tarde, cuando ya no habrá tiempo de llorar. Como ya ocurrió en los años 1994 y 1998, también con una Selección

Colombia disputando los Mundiales de Estados Unidos y Francia, en el 2010 cuando estuvimos ausentes, y en el 2014 con la presencia en Brasil, la gran cita futbolera se cruzará con la quinta segunda vuelta presidencial colombiana y por eso en este país, hoy por hoy, sólo se habla de goles y de votos.

Un partidazo

Así las cosas, en plenas emociones mundialistas los colombianos serán decisivos en el resultado final del partidazo democrático que disputarán en las urnas los candidatos Iván Duque Márquez y Gustavo Petro, para decidir quién de los dos será el nuevo orientador nacional durante los próximos cuatro años.

Mientras en Rusia comienza a rodar en la mañana de este jueves el balón mundialista, en Colombia faltan tres días para la finalísima presidencial.

Tras casi doscientos años de historia, Colombia ha construido un gran estadio democrático con capacidad para albergar a por lo menos 36 millones de espectadores o electores, de los cuales en el primer partido por la semifinal presidencial concurrió un significativo 53%, toda vez que participaron en ese cotejo con las urnas unos 19.6 millones de seguidores. Para la gran final se cree o se espera que un mayor número de espectadores sean protagonistas con su voto para declarar al campeón o presidente.

Se estima que debido a las nuevas contrataciones o adhesiones que cada bando ha logrado conseguir, al interés que despierta esta competición, a los poderes que hay en juego, a la estrategia y a la táctica que se están empleando, a los amores y odios que despiertan los jugadores y al pensamiento y propuestas que defiende cada lado, el público podría meter más votos y superar los 19 millones y a lo mejor imponer un nuevo récord de entradas con más de 20 millones que significaría casi un 55% en la concurrencia.

Como se sabe, Duque y Petro lograron clasificar para el partido final, al quedar primero y segundo en el encuentro disputado a finales de mayo y por no lograr convertir el 50 % más uno de los goles (votos) que exige el reglamento constitucional para este tipo de pruebas democráticas.

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Golear a la abstención

Como el partido de este domingo pinta muy atractivo, los dos protagonistas se han preparado con todos los detalles para ganar y por eso invitan a los colombianos a que los acompañen y decidan a un claro triunfador, derrotando o metiéndole un gol a la histórica abstención en estos certámenes. Por eso el pedido general es que haya una concurrencia masiva al gran estadio de la democracia nacional, sin importar la temporada vacacional de mitad de año y a que este domingo se disputan tres partidos en los gramados rusos, en uno de los cuales debutará el próximo martes 19 de junio el combinado colombiano ante los japoneses.

Este domingo Colombia se juega un súper partido con profundas consecuencias para sus próximos cuatro años. En Rusia ese día habrá tres partidos, pero en el país hay varios partidos políticos jugándose el futuro colombiano. Un partido de fútbol dura noventa minutos, mientras las secuelas de una elección presidencial son de cuatro años.

Por todo eso, en medio de los goles mundialistas desde este jueves, hay que salir con ganas el domingo a meter muchos votos para que gane el tricolor colombiano.

Reglamento de juego

Para que los espectadores colombianos puedan acceder y participar cómodamente al súper clásico del domingo en el inmenso estadio de la democracia, deben observar estos cinco pasos:

- Verifique en www.registraduria.gov.co la dirección exacta del puesto de votación en donde puede ejercer su derecho al sufragio.

- Madrugue, el 17 de junio las urnas se cerrarán a las 4 p.m. en punto.

- Lleve su cédula de ciudadanía amarilla con hologramas. No se reciben los anteriores formatos y menos las contraseñas.

- En el cubículo marque únicamente una casilla sobre la foto de su candidato favorito. Si no desea votar por ninguno de los dos, puede marcar una equis en la casilla de “Voto en blanco”.

- Una vez deposite la tarjeta electoral en la urna, el jurado le entregará el certificado electoral. Consérvelo, ya que le ofrece múltiples beneficios, y se le devolverá su cédula.

Si una persona se equivoca al marcar la tarjeta electoral, podrá solicitar a los jurados de votación una nueva. El sufragante deberá devolver la tarjeta electoral mal diligenciada y verificar que el jurado la anule.