Nos llena de ilusión y fuerza los discursos coherentes y la invitación recíproca de los dos mandatarios para trabajar unidos por Antioquia y Medellín, como un solo cuerpo.
El pasado primero de enero 2020, empezaron a trabajar por sus comunidades los nuevos concejales, diputados, gobernadores y alcaldes de Colombia. Huelga felicitarlos, porque no es fácil lograr la confianza de los ciudadanos y no es poca la responsabilidad que se adquiere al recibir esa aprobación. Y con mayor razón si ella fue masiva y contundente, tal y como ocurrió en Medellín y Antioquia, con los doctores Daniel Quintero Calle y Aníbal Gaviria Correa, respectivamente.
Lea también: Obras escuela, cero analfabetismo en la construcción
https://www.elmundo.com/noticia/Obras-escuelacero-analfabetismo-en-la-construccion/377178
A mi modo de ver, la toma masiva de calles en lugares tan disímiles del mundo como Hong Kong, Líbano, Francia, Chile, Bolivia, Venezuela, Honduras, Haití, e Iraq, entre otros, está izando la bandera del descontento por la falta de oportunidades, el respeto por las comunidades, el incumplimiento de las obligaciones por parte de los mandatarios de turno, y el ultraje a la vida misma. Medellín y Antioquia no han sido ajenas a estas realidades del mundo, y por ello complace anuncios claros del gobernante de Antioquia, como el trabajar por el desarrollo del campo; el fortalecimiento de plazas de mercado como espacios para el reconocimiento y valoración del campesino y sus productos, y como sitios para el encuentro ciudadano; la conectividad física y digital de los municipios, con sus corregimientos y veredas; la llegada del programa Buen Comienzo a los municipios para el beneficio de la primera infancia, este sí un programa fundamental si queremos bases sólidas para una sociedad nueva; el fortalecimiento de la Institución Universitaria Digital, opción extraordinaria y a tono con la época para los excluidos históricos de la educación superior; la incentivación de la construcción de viviendas para los más necesitados; la creación de la Secretaría de Turismo de Antioquia, una iniciativa magnífica si tenemos en cuenta la amabilidad de los habitantes de Antioquia, la belleza de nuestros municipios y su potencial turístico; acciones urgentes y contundentes para proteger la vida de los líderes sociales, y políticas claras para garantizar el derecho a la vida (como bien supremo) de todos los antioqueños.
Por su parte, el alcalde de Medellín, en un discurso emotivo y lleno de autenticidad, aseguró que trabajará junto al gobernador de Antioquia, Aníbal Gaviria Correa, para sacar adelante Hidroituango, el Tren de Cercanías, el Túnel del Toyo, el sistema portuario de Urabá y las vías 4G. Adicional, está en su agenda el tranvía de la 80, la segunda línea del Metro, las bicicletas eléctricas en el sistema de EnCicla, y más vehículos eléctricos, como una apuesta por el medio ambiente y la movilidad en la ciudad. Y considerando a la educación como motor del cambio social, aplaudimos la designación de nuestro amigo el doctor Alberto Uribe Correa, quien, trabajando de la mano de nuestros queridos maestros, liderará la idea de la formación para el trabajo y el bachillerato técnico, como oportunidad real para los miles de jóvenes de Medellín y Antioquia.
Le puede interesar: El bachillerato digital, una manito al Inpec
https://www.elmundo.com/noticia/El-Bachillerato-Digital-una-manito-al-Inpec/377531
Nos llena de ilusión y fuerza los discursos coherentes y la invitación recíproca de los dos mandatarios para trabajar unidos por Antioquia y Medellín, como un solo cuerpo, como un conglomerado humano, económico, social, político y filosófico único (en medio de su diversidad), porque se entiende a los dos (gobernantes) los mueve una consigna que es bandera urgente: trabajar por la paz, la prosperidad y la vida.